Jardineria doméstica: arriate con plantas vivaces
Hoy os contamos el último proyecto jardinero de Guía de Jardín, nuestro blog colaborador de jardinería doméstica, con la rehabilitación de un arriete. Y cansadas de luchar contra los hongos de los rosales, estas dos jardineras, madre e hija, se han propuesto darle vida con plantas herbáceas. ¡A ver si te inspiran!
Dicen que donde ha estado plantado un rosal muchos años, los microelementos que quedan en la tierra (entre ellos el hierro) son muy escasos, y si plantas algo en ese lugar, las plantas nuevas lo notan. Por ello, nos aseguramos de reponer los nutrientes de la zona añadiendo a la tierra una buena cantidad de estiércol. Otra veces hemos usado estiércol de caballo, pero en esta ocasión ha sido de oveja, que contiene mayor cantidad de nutrientes y minerales. Este abono orgánico, además de aportar alimento a las nuevas plantas, mejora la textura del suelo para que drene y se airee mejor.
Nuestro arriate
Cuando la tierra estuvo preparada, solo quedaba elegir las nuevas plantas. Los rosales nos tentaban, las rosas son flores muy bonitas y si tienen aroma, para nosotras son las reinas del jardín. Hubiéramos vuelto a plantar rosales pero, después de tantos años, también nos atraía la idea de experimentar con plantas distintas. Los rosales son maravillosos pero tienen en contra el trabajo excesivo que supone, para nosotras, tenerlos bonitos. Las primaveras cálidas de nuestra región provocan la proliferación de hongos que afectan mucho a estas plantas. Todas las primaveras nuestro caballo de batalla era luchar contra las enfermedades fúngicas que atacan a las rosas.
Por otra parte, las borduras de vivaces de los jardines ingleses siempre nos han atraído mucho. Nuestro jardín no se puede comparar ni en tamaño, ni en clima, con los de esas cottages inglesas que tanto nos gustan. Decir que hemos plantado una bordura de estilo inglés sería demasiado pretencioso, pero hemos hecho un pequeño arriate de aire campestre, con plantas mediterráneas o adaptadas a nuestro clima.
Gaura y Anemone
Elegimos 5 especies diferentes para la bordura: Salvia, Muhlenbergia, Gaura, Anemone y Portulaca. Plantas de distintas alturas, texturas diferentes y colores variados para dar la sensación de jardín asilvestrado. Os cuento algunos detalles de las plantas que elegimos.
Salvia leucantha
La salvia es una planta que crece muy bien en el clima mediterráneo. Las temperaturas suaves permiten que florezca durante un largo periodo de tiempo, desde la primavera hasta bien entrado el otoño. Tenemos varias especies distintas: Salvia microphylla, Salvia nemorosa, Salvia gregii, Salvia guaranitica y Salvia officinalis, que es la que se suele utilizar en cocina. Esta vez hemos querido introducir una nueva variedad de flores grandes y textura aterciopelada, es Salvia leucantha. Esta salvia no es realmente mediterránea, pero nuestro clima parece que le va muy bien.
Gaura lindheimeri
La Gaura es una planta muy apreciada en jardinería. Son muchos los jardineros que la utilizan para crear macizos de flores que se mecen con la brisa del aire y recuerdan a mariposas revoloteando. Nosotras siempre estuvimos prendadas de esta planta y hemos intentado cultivarla en macetas sin éxito. Esperamos que ahora que está en el suelo y puede hundir sus raíces todo lo profundo que quiera, prospere mejor. Al igual que la salvia, la gaura tiene un periodo de floración muy largo.
Anemone hupehensis
Las flores blancas nos encantan y si tienen el porte estilizado de estas anémonas, todavía más. Las anémonas son plantas vivaces, esto significa que al llegar el invierno, toda la parte aérea de la planta desaparecerá. Normalmente se aprovecha ese momento para sacarlas y dividir las matas, es una forma de reproducirlas. En nuestro caso, aprovecharemos, además, para llevarla a un lugar más resguardado del sol. Me temo que esta anémona está feliz con el clima suave del otoño, pero no creo que soporte el tórrido sol de nuestros veranos.
Muhlenbergia capillaris
No pudimos resistirnos al color de esta gramínea, parece una nube rosa. Las gramíneas son ideales en jardinería de bajo mantenimiento porque no necesitan mucha agua. En realidad, a excepción de la anémona, todas las plantas de este arriate son de bajos requerimientos hídricos. Es muy importante escoger plantas de similares características para ponerlas juntas formando un grupo. La muhlenbergia nos pareció el complemento perfecto para las flores de este rincón.
Portulaca grandiflora
La Portulaca grandiflora es una planta rastrera muy alegre. Florece contínuamente durante la temporada cálida con muchísimas flores. Es una herbácea de tallos postrados y hojas de textura carnosa. Si el invierno no es muy frío puede durar más de una temporada, pero por si acaso, nosotras tenemos un truco: en otoño plantamos algunos esquejes en una maceta que mantenemos protegida hasta la siguiente primavera. Así nos aseguramos de tenerla de un año para otro. En nuestro arriate la hemos plantado en la base, entre las otras plantas. Nos encanta cómo su tono naranja complementa el morado de las salvias.
Bebedero para aves
A la hora de componer nuestro arriate hemos procurado seleccionar plantas adaptadas al clima mediterráneo, de bajo consumo de agua y que florezcan durante muchos meses. Nuestra única duda es la anémona, pero con el resto creo que hemos acertado. El tiempo lo dirá y la próxima primavera, cuando las plantas maduren, sabremos si nuestro proyecto ha tenido éxito. Esperamos poder contaros que sí y enseñaros nuevas imágenes primaverales de este rincón.