De la belleza común a una rareza en miniatura

Imaginad que dos especies de una misma familia tuvieran una abundancia muy diferente, siendo una de ellas muy frecuente y otra muy poco. Esto es lo que ocurre con dos especies de plantas de la familia Ranunculaceae: Nigella damascena L. y Garidella nigellastrum L. Estas dos plantas, pese a encontrarse en hábitats muy parecidos, una es más abundante que la otra. ¿Cómo es posible? Existen diversas teorías acerca de cómo unas especies llegan a estar definidas como raras y otras como comunes. En ese sentido, en este artículo voy a desarrollar algunas hipótesis que nos ayuden a entender la diferente distribución y abundancia de estas dos especies, o lo que es lo mismo, la razón por la que G. nigellastrum es tan poco frecuente en comparación con su pariente, N. damascena.

¿Cómo son estas plantas?

Antes de comenzar con las hipótesis, hagamos una pequeña descripción de ambas plantas. Nigella damascena, conocida comúnmente como Arañuela, es una planta anual, con un tamaño entre 10-40 cm y una gran cantidad de hojas, repartidas por toda la planta, alcanzando casi las flores. Además, sus hojas tienen una forma muy especial, son pinnadas, es decir, están muy divididas, con los segmentos de último orden estrechos y con aspecto de hilo. En cuanto a sus flores, son capaces de atraer polinizadores como abejas y mariposas, y también son bastante curiosas, ya que en un vistazo rápido veremos que tienen unos pétalos azulados preciosos y muy llamativos. Sin embargo, esto sería erróneo, ya que lo que en realidad estamos viendo son sus sépalos, es decir, la parte del perianto más externa, que esta antes de los verdaderos pétalos. Una confusión lógica, ya que los sépalos de Nigella damascena se caracterizan por ser petaloides, es decir, que tienen una forma muy semejante a los pétalos.

Además, sus pétalos no son como los típicos a los que estamos acostumbrados, estos están modificados formando unas estructuras productoras de néctar, nectarios. Por último, un aspecto muy característico de N. damascena es su fruto, una cápsula globosa con restos de los estilos en la parte superior que le dan un aspecto de gorro de bufón de la corte. Dentro de este fruto hay una cantidad enorme de semillas de color negro que, si son miradas a la lupa, se puede observar como presentan unas formas peculiares en su superficie, es decir, se podrá observar la ornamentación de la semilla. Por su peculiar forma y por su durabilidad, el fruto se ha empleado el fruto como adorno.

En cuanto a Garidella nigellastrum, presenta unas características muy semejantes a las de Nigella, como que es una planta anual, con hojas muy divididas con segmentos filiformes y también tiene sépalos petaloides y nectarios. Sin embargo, esta es una planta muy poco foliosa, es decir, sin muchas hojas y la mayoría concentradas en la mitad inferior, al contrario que N. damascena. Otro aspecto que las diferencia es su estructura florística, ya que en N. damascena, la parte externa es colorida, petaloidea y viva, pero la parte de los nectarios no es tan llamativa. Por el contrario, en G. nigellastrum  el perianto es menos colorido (color marrón) pero su estructura de nectarios es mucho más vistosa. Además, su fruto es menos llamativo, contiene menor cantidad de semillas y estas tienen una ornamentación con unas protuberancias muy remarcadas que le dan un aspecto rugoso.

Un misterio y sus posibles soluciones

Una vez podemos reconocer las plantas, lo siguiente es encontrarlas. Pero ¿dónde? Como he mencionado anteriormente, suelen estar en hábitats muy semejantes. Nigella damascena y Garidella nigellastrum se caracterizan por ser plantas mesícolas, conocidas comúnmente como malas hierbas que se encuentran en cultivos de secano, como cereales y herbazales ruderales. Además, N. damascena puede encontrarse también en terrenos alterados. También, ambas especies tienen preferencia por altitudes bajas.

Sin embargo, pese a tener tantas semejanzas, ¿cómo es posible que N. damascena tenga mucha más distribución que G. nigellastrum? En la Comunidad Valenciana, N. damascena se encuentra distribuida en las tres provincias, mientras que G. nigellastrum únicamente se encuentra en Valencia, apareciendo en el Catálogo de especies de Flora Amenazada de la Comunidad Valenciana como vulnerable (VU). A nivel nacional, N. damascena también se encuentra ampliamente distribuida, pero, en cambio, G. nigellastrum se haya en pocas regiones del país, en concreto el sur (Granada y Málaga) y el NE de España (Aragón).

Causas de su distribución o posibles soluciones al misterio

No tenemos una respuesta clara para el misterio que se nos plantea. A continuación, repasaremos algunas de las causas que nos parecen que pueden explicar este misterio.

Pero, antes que nada, deberíamos tener claro a que nos referimos cuando decimos que una planta es rara. Para ello, debemos introducir la figura de la ecóloga Deborah Rabinowitz, que en 1981 propuso tres criterios para determinar la rareza de las especies. Estas medidas de rareza hablan de que la competencia por los recursos y la disponibilidad de un nicho ecológico favorecen la proliferación de especies raras. Se los considera seres especialistas, que presentan una especificidad muy elevada a escala local. Por ello, suelen encontrarse en aquellos hábitats que presentan condiciones extremas, como el estrés hídrico y, de esta forma, no compiten por los recursos con aquellas plantas que presentan una competitividad elevada.

Sin embargo, como ya hemos comentado, G. nigellastrum habita en lugares bastante comunes, como cultivos de secano, pastizales y bordes de caminos, por lo que no presenta una especificidad elevada en comparación con una planta que vive en dunas como Reseda hookeri Guss. Entonces, esta teoría no serviría para explicar la baja frecuencia de Garidella.

Seguimos enfrentándonos a la misma pregunta, ¿a qué es debida su escasa abundancia?

Otra opción por la que G. nigellastrum sea tan poco frecuente en comparación con N. damascena se podría explicar a partir de la teoría de la coexistencia de nichos. Esta teoría menciona que la coexistencia de ciertas especies en un mismo nicho viene dada por el uso de los recursos que presenta dicho nicho ecológico. Con esto se afirma que hay ciertas asociaciones que favorecerán o perjudicarán la aparición de ciertas especies de plantas, o lo que es lo mismo, que en un nicho ecológico hay asociaciones positivas o negativas.

Por nuestra parte, no hemos observado juntas en un mismo lugar ambas especies, tal vez, en la competencia por los mismos recursos N. damascena sea mucho más competitiva que G. nigellastrum, ejerciendo, incluso, un efecto negativo frente a esta.

Como hipótesis final, tal vez encontremos la respuesta a nuestro misterio fijándonos en las características que presenta las propias especies. En primer lugar, es posible que G. nigellastrum sea tan poco abundante, en comparación con N. damascena, debido a su capacidad de dispersión, ya que su banco de semillas que se encuentra en el suelo no es persistente, es decir, no duran mucho tiempo, aproximadamente un máximo de 3 años. ¿En qué se traduce esto? Básicamente en que las reservas de semillas de esta especie de planta son escasas.

Además, es importante añadir dos aspectos. El primero de ellos es que las semillas de esta planta están sometidas a depredación de la edafofauna, es decir, los animales que viven en el suelo. Y segundo, es que la distribución del banco de semillas es parcheada, las semillas se distribuyen en focos concretos, limitándose en microhábitats. Además, haciendo referencia a la dispersión, si comparamos la generación de semillas de Garidella y Nigella, la primera produce menos semillas (24-30 semillas por individuo), lo que también podría explicar por qué una es más común que la otra. Además, de estas 30 semillas que genera Garidella únicamente una alcanza la madurez para poder reproducirse, mientras que el banco de Nigella es más duradero y con una tasa de germinación y reproducción mayor.

Un final abierto

Tras profundizar en las posibles causas que expliquen cómo dos plantas parecidas acaban teniendo una abundancia tan diferente en la naturaleza, creo que puedo sacar algunas conclusiones. Aunque hemos dicho que un nicho ecológico con una diversidad muy baja evita la propagación y asentamiento de especies vegetales raras, hemos visto que Garidella nigellastrum habita en lugares comunes al igual que su pariente Nigella damascena, donde hay comunidades vegetales con diversidad de especies. Por lo tanto, se puede excluir esta teoría.

Bajo mi punto de vista, la hipótesis más válida es que Garidella es una planta con una capacidad competitiva muy baja y, además, una capacidad reproductiva insuficiente, lo que explicaría la razón por la que su abundancia es tan baja a nivel nacional y, sobre todo, a nivel local, en la Comunidad Valenciana. Además, esta escasa competitividad, junto a la presencia de otras plantas arvenses como Nigella damascena, implica la disminución o desaparición de esta planta de los ecosistemas a los que pertenece. Con N. damascena ocurre todo lo contrario, es más abundante porque presenta una capacidad reproductiva y competitiva mayor que Garidella.Garidella nigellastrum.

Me queda por añadir, que en las conclusiones que he sacado no he tenido en cuenta la presencia humana, es decir, la actividad antropogénica. Los cambios en los cultivos de secano a regadío y la destrucción del suelo mediante maquinaria de construcción, afectan considerablemente a las poblaciones de Garidella nigellastrum. Aunque no solo a esta especie, ya que se ha constatado que las plantas arvenses, conocidas comúnmente como “malas hierbas”, están sometidas al uso de herbicidas y a cambios en sus ecosistemas habituales, causando una disminución considerable en su población. Por tanto, esto afecta también a la ranunculácea Nigella damascena, aunque hayamos recalcado en todo el artículo su abundancia.

Tras toda la información que he recopilado para seguir la historia y distribución de estas dos especies, y viendo cómo, a pesar de disponer de bastante bibliografía, es muy complicado establecer cuáles son las verdaderas causas de la diferencia en sus poblaciones, solo me queda reconocer que el campo de la botánica y la conservación vegetal siguen teniendo un largo e interesante camino que recorrer, por lo que cobra más importancia el invertir en ciencia para seguir desentrañando sus misterios.