VERDURAS QUE INSPIRAN
Déjate seducir por el Art food, una corriente artística que saca la parte más creativa de los alimentos que forman parte de nuestro día a día. Auténticas obras de arte con fecha de caducidad que invitan a imaginar y que cada vez ganan más adeptos.
¡Deja de jugar con la comida y acábate el plato! Quién no ha escuchado alguna vez esta frase de la boca de nuestros padres ante un nutritivo plato de acelgas que parece no acabarse nunca? Construyendo caritas sonrientes o extensas montañas verdes con el tenedor, nos sorprendíamos a nosotros mismos imaginando cualquier otro uso que pudiéramos darle a esas verduras mientras no tuviéramos que comerlas.
Después crecimos y nuestros paladares cambiaron, por eso hoy por hoy no dudamos en probar una nueva tapa de lo más selecta enfundada en un sabroso crujiente vegetal. Además la presentación, la disposición de colores e ingredientes en el plato, también es un factor que nos seduce inconscientemente a llevarnos o no un bocado a la boca. Es por ello que muchos chefs llegan a estudiar al milímetro el montaje de cada uno de sus platos para crear sus particulares obras de arte.
Arte efímero que algunos han llevado mucho más allá a través del Art food. Haciendo caso omiso a las palabras de nuestros padres, estos artistas juegan deliberadamente con la comida para romper las barreras de la cocina y convertir a los alimentos en auténticos protagonistas del diseño.
Y es que cada vez son más los artistas que deciden practicar esta corriente que combina arte y gastronomía. Inspirados por los retratos renacentistas de Arcimboldo, hechos con hortalizas, frutas y flores, o el pop art de Andy Warhol, que elevó a categoría de arte objetos tan cotidianos en nuestra cocina como una banana o una lata de sopa de tomate, un sin fin de fotógrafos, escultores y diseñadores nos sorprenden cada día con sus magníficas creaciones.
Un nuevo mundo donde los paisajes están hechos de brocoli, pan y queso, los pimientos tienen personalidad y los vestidos están tejidos con trozos de tomate, que logra confundir nuestro impulso por saborearlos y que ha llamado la atención de las grandes marcas de marketing y publicidad.
Collages vegetales
Ya sea por su aspecto fresco y natural o por el gran abanico cromático que ofrecen, las frutas y las verduras se han convertido en objeto de culto para muchos artistas del Art food. En ese contexto nacen los collages de Julie Lee, una fotógrafa apasionada por la horticultura que crea bellas composiciones de todos los colores.
Julie Lee
Lee comenzó este proyecto para poder mostrar al mundo desde una perspectiva diferente la gran variedad de frutas y verduras que podíamos consumir en cada temporada, pero acabó convirtiendo su trabajo en todo un estudio de la teoría del color y del diseño de los vegetales. Utiliza siempre productos frescos que compra en mercados de verduras o que recolecta de su propio huerto urbano, para después retratarlos con su réflex o a través de la aplicación instagram de su iphone. Imágenes de gran calidez que despiertan el deseo de probar cada una de las verduras que aparecen.
La fotografía también es la disciplina que utiliza el turco Sakir Gökçebag para crear sorprendentes ilusiones ópticas con manzanas, judías o sandías, entre otros alimentos. Una colección que juega con patrones geométricos de lo más jugosos que bien podrían adornar cualquiera de las paredes de nuestras casas.
Por otra parte, la arquitecta malaya Hong Yi, también conocida como la pintora sin pintura, se vale únicamente de sus manos y de su admirable visión tridimensional para crear impresionantes retratos con todo tipo de objetos. Las flores son su elemento favorito, pero también utiliza semillas como las pipas que ha utilizado para retratar al controvertido artista chino Ai Weiwei, o el café pero en versión poso para crear imágenes de diferentes personajes influyentes.
De hecho, recientemente se ha interesado por ella la marca Nespresso que le encargó una de estas piezas para homenajear al fallecido cantante italiano Lucio Dalla. El retrato que fue presentado en un acto privado en Milán se expondrá en un futuro museo que será creado en honor al músico.
Retrato de Lucio Dalla, Hong yi
El banquete de Martín Satí
Y esta artista que juega con la perspectiva parece haber inspirado al sevillano Martín Satí, conocido ilustrador y diseñador gráfico que ha dejado aparcadas sus herramientas digitales habituales para la realización de su obra “El banquete”. Una composición hecha a base de vasos transparentes sobre los que ha ido añadiendo diferentes cantidades de mermeladas, chocolates, frutas y verduras para dar vida a este sorprendente retrato de Michael Jackson.
Paisajes comestibles
¿Alguna vez te has imaginado como sería el mundo si tuviéramos el tamaño de un alfiler? Las dimensiones, las texturas, las percepciones, todo cambiaría a nuestro alrededor hasta la sensación que nos infunden unas simples alcachofas. Esa es la propuesta de Matthew Carden y sus mundos miniaturizados, paisajes fantásticos con los que nos invita a hacer un viaje gastronómico de lo más peculiar.
Pasear en bicicleta por vainas de guisantes, ir de excursión por montañas de fresas o jugar al tenis en un campo de nueces, Carden representa escenas de la vida cotidiana al aire libre a través de diminutos personajes que interactúan con vegetales y otros alimentos sobredimensionados. Todo con el objetivo de acercarnos a la belleza de las pequeñas cosas con un toque de humor, pero también, en palabras del artista “para hacer a los espectadores más conscientes de lo que comen y pensar en la comida como parte integral de nuestro mundo”.
Algo que también debió pensar Carl Warner cuando comenzó a elaborar sus increíbles paisajes comestibles llenos de vegetales de todo tipo. Y es que las frutas y verduras, ya sea consciente o inconscientemente por su condición de orgánicos evocan siempre a lo natural, sólo hay que mirar de cerca una porción de brócoli para apreciar su increíble parecido con un árbol de verdad. Un elemento esencial en las hiperrealistas escenas de Warner que han dejado a medio mundo con la boca abierta, y no sólo por la minuciosa precisión de sus obras sino también por lo apetitosas y jugosas que parecen.
Apodado el rey del foodscape, Warner consigue crear auténticas obras de arte hechas a base de todo tipo de alimentos. Todo comenzó con una campaña publicitaria para una marca comercial en la que tenían que representar tres platos diferentes a través de lugares emblemáticos de los países en los que estaban inspirados, y todo ello sólo con aquellos ingredientes que incluían las recetas. Una tarea difícil que resultó en un trabajo excelente y que desde entonces se ha convertido en la pasión de Warner, que se reta así mismo con trabajos cada vez más elaborados.
Mares de lechugas, esponjosas nubes de puré de patata, montañas de panes rústicos o frondosas selvas con todo tipo de vegetales. Hasta el más mínimo detalle pensado para crear estos fantásticos paisajes comestibles que jamás podremos explorar en persona, aunque si con la imaginación.
Verduras que cobran vida
Es algo que no podemos evitar, que es inherente a nuestra condición de ser humano, una oliva cortada en dos encima de un huevo relleno y vualá, ya tenemos dos ojos que nos miran fijamente desde el plato. Y es que en un mundo en el que humanizamos insectos y coches de carreras a través de grandes superproducciones de animación, la comida no podía quedar atrás. Como si de auténticos muppets se tratara la artista Christel Jeanne nos invita a conocer a “Los frutos de su interior”.
Una encantadora colección de frutas y verduras con personalidad propia que se esconden tras un ligero pliegue, una textura o una forma curiosa de estos productos orgánicos. Piezas simples y creativas que reflejan el lado más divertido de esta fotógrafa francesa afincada en París. Al que también le gusta jugar con la comida es al fotógrafo sueco Carl Kleiner muy conocido por sus colaboraciones still life para la marca Ikea.
Y es que el universo Kleiner está plagado de interacciones con el Art food en su sentido más amplio, obras de gran calidad visual donde además de pequeños personajes vegetales encontramos composiciones minimalistas que han dado vida al libro de cocina de ikea “Homemade is best” donde forma equipo con la estilista de comida Evelina Kleiner, que además es su compañera sentimental. Creaciones visuales que muestran un gran sentido del color, el patrón y la estética, y que despiertan las ganas de cocinar incluso en el menos avispado en la cocina.
El ingenio, sin embargo, es lo que caracteriza a la obra de Brock Davis. Un artista multidisciplinar que nos anima a crear para cada día del año una composición creativa que nos alegre la jornada y estimule muestra imaginación. Desde comerse un plátano a pelar un pepino se convierten con él en una experiencia fuera de lo común.
Y fuera de lo común también están las increíbles esculturas orgánicas de Shawn Feeney. Este neoyorkino licenciado en música y bellas artes, que trabajó durante mucho tiempo para el legendario estudio de efectos visuales creado por George Lucas, Industrial Light & Magic, encontró su vocación en algo tan simple como tallar una cara terrorífica en una calabaza de Halloween.
Desde que creó “The invisible underground” no ha parado de sorprendernos con estupendas esculturas talladas en frutas y verduras que han sido protagonistas de importantes actos en todo el mundo, incluso en la “Casa blanca”.
Las verduras están de moda
Cuestión de gusto, así define el fotógrafo de moda Fulvio Bonavia sus colecciones más jugosas y comestibles. Unas “bailarinas” hechas a base de berenjenas, un casco de sandía o un bolso de frutos del bosque, caramelos visuales que nunca podremos comprar en una tienda pero que son adorados por publicistas y diseñadores para captar la atención sobre sus productos. Incluso ha colaborado con grandes de la moda como Alexander MacQueen o Louis Vuitton para crear diseños de alta costura con alimentos sencillos que podemos encontrar en nuestra cocina.
Diseños efímeros que recuerdan a los magníficos vestidos de Sung Yeonju. Piezas de ropa confeccionadas a base de trozos de tomate, pieles de plátano, brotes o finas rodajas de berenjena entre otros productos, como si de seda o lana se tratara. La fotógrafa pretende crear una nueva realidad inventada destruyendo el significado de “prendas de vestir”, ya que es precisamente su capacidad para ser usadas lo que se anula en estas colecciones.
Pero su obra tiene truco y mérito a la vez. Y es que como resultaba tan difícil trabajar directamente con alimentos orgánicos, que se deshacían a lo más mínimo, decidió fotografiar cada una de las piezas que componían el vestido, una a una, y después imprimirlas y recortarlas, para ir tejiéndolas poco a poco como una auténtica modista. ¿Sois capaces de notar la diferencia?
Alimentación sana y divertida
Y si los adultos pueden jugar con la comida, los niños no podían ser menos. A través de sugerentes composiciones visuales podemos llegar a conseguir que los más pequeños disfruten comiendo frutas y verduras, que en ocasiones son rechazadas. En este sentido trabaja la marca alimentaria eco “Fresh N’Friends” que a través de sencillas figuras con frutas y verduras, ya cortadas y peladas, pretende captar la atención de padres y niños en los supermercados y promocionar así la agricultura ecológica.
Samantha Lee
Y es que un simple dibujo en el plato siempre acapara las miradas de los niños más cercanos, invitando a contar historias y a probar sus deliciosos ingredientes. Pero la decoración de los platos infantiles ha llegado a convertirse en todo un arte en las manos de Samantha Lee e Ida Frosk.
“Yo cocino, los niños comen” es el lema de esta madre malaya de dos hijos que se ha convertido en la sensación de Instagram gracias a sus increíbles creaciones comestibles. Una comida no apta para padres aburridos que podréis practicar los fines de semana con vuestros hijos.
Ida Frosk
La publicista e ilustradora noruega Ida Frosk, también apuesta por una comida para todos los públicos, divertida, sabrosa y sobre todo sana, aunque todas sus creaciones tengan como punto de partida una tostada. En su proyecto “Art Toast Project” no sólo decora los platos de forma increíble sino que además intenta contagiar su pasión por el arte moderno a todo el mundo, reproduciendo obras de pintores tan conocidos como Frida Kahlo, Munch o René Magritte.
Desayuno, comida, merienda o cena, cualquier momento es bueno para practicar el Art food con los más pequeños. Además, podremos estimular su creatividad e introducir poco a poco algunas frutas y vegetales que de normal se resistirían a probar. ¡Venga a que estáis esperando!