Ulisse Aldrovandi, los hermanos Ambrosini y el Jardín Botánico de Bolonia
El Botánico de la Universidad de Bolonia es, junto con el de Padua, Pisa y Florencia, uno de los jardines botánicos más antiguos del mundo. Fue fundado por el médico y naturalista Ulisse Aldrovandi, quien tuvo en los hermanos Bartolomeo y Giacinto Ambrosini a sus mejores discípulos y futuros sucesores al frente del jardín. Sin duda alguna, hablamos de la época dorada de la botánica italiana.
La Universidad de Bolonia es una de las más longevas del mundo. Su andadura como eje de la sabiduría, la docencia y el conocimiento comenzó allá por el año 1088, y sus primeros estatutos datan de dos siglos más tarde, en 1317. Aunque en sus orígenes las humanidades, el derecho y la teología eran las doctrinas por las que era famosa, a lo largo de los siglos XIV y XV empezaron a tener cabida allí otras disciplinas más científicas como la medicina, la aritmética o la astronomía. A lo largo de su historia, en esta universidad se han formado y han dado clases importantes personajes del mundo de la retórica, las letras y el pensamiento como Dante, Petrarca o Copérnico.
El Jardín Botánico de Padua, fundado en 1545, es el más antiguo del mundo en su ubicación actual y el principal referente de los botánicos europeos surgidos al amparo de las Universidades.
Ya en el siglo XVI, en pleno Renacimiento y con la revolución del pensamiento y la técnica a punto de fraguarse, comenzó a estudiar en esta institución Ulisse Aldrovandi, quien con el paso de los años sería considerado como uno de los padres de la historia natural. Ulisse Aldrovandi era hijo de un secretario del Senado de la ciudad u durante su juventud estudió leyes en Bolonia y filosofía en Padua. Hacia el año 1549 se instaló en Roma, donde entró en contacto con los anabaptistas, una corriente dentro del cristianismo que consideraba no válido el bautismo infantil. Acusado de herejía por estas relaciones, Aldrovandi fue encarcelado en la capital italiana.
Además de la botánica, la otra gran pasión de Ulisse Aldrovandi fue la entomología. Arriba, retrato y portada de su obra sobre insectos
Poco antes de su entrada en prisión Ulisse Aldrovandi había conocido al botánico Lucca Ghini, el autor del primer herbario moderno y responsable del primer jardín botánico, el de Pisa, que se fundó en 1544 y también del de Florencia, fundado el año siguiente. El jardín de Pisa es de 1545, pero conserva su ubicación original y, por tanto, es considerado más antiguo. Además de a Ghini, Aldrovandi conoció un año más tarde a Guillaume Rondelet, médico y naturalista francés famoso por sus trabajos sobre peces. Gracias a ambos, Aldrovandi se contagió del espíritu científico y, ya de regreso a Bolonia en 1551, decidió perfeccionar sus estudios en medicina. Fue en esta época cuando comenzaron las expediciones científicas de Aldrovandi en las cuales recogió plantas para elaborar su propio herbarioo. En el año 1554 comenzó su carrera como docente en la Universidad de Bolonia, donde fue, primero profesor de filosofía (1555), después de botánica médica ( 1571-1600) y finalmente, en su disciplina preferida, la historia natural, área de la que fue nombrado Catedrático.
Lucca Ghini y su herbario
Guillaume Rondelet contagió a Aldrovani su pasión por las especies raras, entre ellas, las de peces
Durante su etapa como profesor universitario Aldrovandi realizó junto con sus alumnos excursiones naturalistas a los Alpes de Verona, a Livorno y a la isla de Elba, y consiguió la fundación del Jar´din Botánico de Bolonia, dependiente de la Universidad, en 1568. Este jardín es casi contemporáneo del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia, creado en 1567 bajo una filosofía similar: la asistencia a las tares docentes y el cultivo de plantas medicinales (hortus simplicius o huerto de simples). En ambos casos, los jardines fueron posteriormente realojados hasta llegar a la ubicación actual, en 1803 en el caso de Bolonia, y en 1802 en el caso de Valencia. Junto con la creación del Jardín Botánico de Bolonia, se instituyó un herbario y un gabinete naturalista.
En 1575 Aldrovandi fue suspendido debido a una disputa con los farmacéuticos y doctores de Bolonia sobre la composición de una medicina ancestral, la triaca. Por aquel entonces, Ulisse Aldrovandi ya era conocido también por sus conocimientos entomológicos, disciplina en la destacó notablemente. A finales de la década de 1570 Ulisse Aldrovandi intentó solucionar sus disputas con médicos y farmacéuticos i publicar su extensa obra. Finalmente lo consiguió al final de su vida, ya que sus obras comenzaron a ver la luz en el año 1599, aunque la mayoría fueron publicadas tras su muerte. De todas ellas cabe mencionar De animalibus insectis libri septem, cum singulorum iconibus ad vivum expressis, una completa enciclopedia dedicada a los insectos, y tres tomos sobre aves. Como botánico, el papel de Aldrovandi es muy importante. Primero por ser fundador fundador y primer director del Jardín Botánico de Bolonia. Segundo, por su Storia Naturale, una obra impresa de 13 volúmenes concebida como la descripción más completa de los tres reinos de la naturaleza -mineral, vegetal y animal- disponible en aquella época. Y, tercero, su gran herbario, instrumento básico de los estudios botánico, que contiene 4.760 plantas y se conserva en la actualidad como parte del herbario del Jardín Botánico de Bolonia.
Colección de especies raras de Aldrovani que en la actualidad puede verse en el Museo del Palazzo Poggi, en Bolonia
Uno de los trabajos más llamativos de Aldrovandi fueron los dibujos de seres extraños, raros, imaginarios o difíciles de encontrar. Esta extraña colección está compuesta por unas 8.000 láminas de las cuales 3.000 todavía se conservan en la Universidad de Bolonia. Fueron realizadas por artistas y pintores como Agostino Carracci, Teodoro Ghisi, Jacopo Ligozzi, siendo uno de los bestiarios más completos y modernos que todavía se conservan.
Con la muerte de Aldrovandi en 1605 la dirección del Jardín Botánico de la Universidad de Bolonia pasó a manos de Bartolomeo Ambrosini, el que era, posiblemente, su alumno más aventajado. Bartolomeo Ambrosini dedicó prácticamente toda su carrera profesional a la medicina, doctrina de la que fue profesor universitario y en la que destacó como estudioso de la peste, enfermedad que arrasó Bolonia en 1630. Sin embargo, parece que Bartolomeo siempre mantuvo cierta deuda con el que había sido su mentor. Por eso siempre prestó una especial atención al mantenimiento del Jardín Botánico y la creación del Museo Aldrovani de Historia Natural. Además, Bartolomeo Ambrosini fue el encargado de editar y publicar algunas de las obras más destacadas de su maestro, entre ellas su Historia de los dragones y las serpientes (1637).
Bartolomeo y Giacinto Ambrosini
Cuando Bartolomeo Ambrosini murió en 1657 la dirección del Jardín Botánico de Bolonia pasó directamente a su hermano menor, Giacinto, quien también le sucedió en su Cátedra de Medicina de la universidad. Giacinto fue, al igual Bartolomeo, uno de los principales editores de la obra de Aldrovandi. Su mayor logro como director del Jardín Botánico de Bolonia fue realizar un catálogo con todas las plantas existentes en él. En Hortus Bononiæ studiosirum consitus se describen y enumeran con gran precisión todas las plantas existentes en ese momento en el jardín, añadiendo, además, descripciones e imágenes nunca antes publicadas. Giacinto Ambrosini también se lanzó a la aventura de realizar su propia enciclopedia que, a modo de diccionario, tenía la ambición de tratar todas las especies y tipos de plantas. De este extenso y exigente trabajo llamado Phytologia sólo vio la luz la primera parte, publicada en 1666. Giacinto Ambrosini murió en Bolonia en 1672.
Ulisse Aldrovandi y los hermanos Ambrosini fueron los tres primeros directores del Jardín Botánico de Bolonia quienes, invadidos por su pasión botánica y por el espíritu científico, convirtieron a este lugar en un centro de referencia botánica aún hoy. En la actualidad el Jardín Botánico de Bolonia ocupa algo más de dos hectáreas ubicadas en la Via Irnerio, muy cerca de la Universidad. Alberga unas 5.000 especies de plantas, tanto autóctonas como locales, y entre sus colecciones destacan la de helechos, la de orquídeas, la de plantas suculentas,la de bromelias y la de frutales.
Por supuesto, y haciendo justicia a la historia de la institución, el Jardín Botánico de Bolonia también alberga una sección de plantas medicinales y hierbas aromáticas en una fiel reconstrucción del que fue el primer orto dei semplici de Ulisse Aldrovandi. Su herbario, que se puso en marcha en el siglo XVI con casi 5.000 plantas, tiene en la actualidad 130.000 ejemplares catalogados en una completa base de datos informática.
Más información: http://www.sma.unibo.it/ortobotanico/index.html
