Holiday Train Show en el Jardín Botánico de Nueva York

Ya que estamos en plenas fiestas navideñas, sin dejar de acercarnos a jardines con historia, únicos, y sin dejar de asomarnos al mundo vegetal, hoy quiero tirar la casa por la ventana e invitaros a cruzar el charco para viajar hasta la ciudad de Nueva York. Una vez allí, podremos recorrer sus calles y admirar los edificios y monumentos más emblemáticos de esta ciudad. Bueno, virtualmente, se entiende.

En el recorrido no necesitamos calzado cómodo, porque vamos a “pasear en tren” y tampoco es preciso vestirse con ropa de abrigo, porque lo haremos dentro de un invernadero con exuberante vegetación, plantas y flores. Ese tren recorrerá la Gran Manzana y en el trayecto podremos conocer el puente de Brooklyn, Rockefeller Center, City Music Hall, Yankee Stadium, Penn Station y mucho más, incluso la terminal de la TWA en el aeropuerto JFK.

150 edificios emblemáticos de Nueva York hechos con restos vegetales

El espectacular montaje de Holiday Train Show es una instalación que el Jardín Botánico de Nueva York realiza todas las navidades, desde hace ya 25 años, en el invernadero conocido como Enid A. Haupt Conservatory. Se trata de una atracción donde los edificios más emblemáticos de la ciudad de Nueva York se reproducen en miniatura, para que 12 trenes a escala G (usada para modelismo ferroviario) puedan circular entre ellos, creando un mágico trayecto de casi un kilómetro. La actual edición estará abierta al público hasta el próximo 16 de enero de 2017.

No fue fácil introducir la idea de Holiday Train Show en el Jardín Botánico de Nueva York. Para convencer a los directivos del jardín, había que buscar la manera de armonizar esa instalación con las actividades propias de un jardín botánico. En 1990, Paul Busse, su creador, logró una fuerte vinculación con las plantas que dio sentido al proyecto: diseñó una instalación pensada para ser construida a base de restos procedentes del reino vegetal. El problema estaba resuelto y la instalación comenzó su andadura. Actualmente, Paul Busse ya no puede participar en el montaje debido a la enfermedad de Parkinson que sufre, pero sí lo ha hecho, un año más, su equipo formado por 15 personas.

Una Estatua de la Libertad de hojas de palmera, granada y flores

Todos los edificios y monumentos en miniatura están hechos con ramas de árbol, cortezas, hojas, semillas y otros restos procedentes de las plantas. Son auténticas obras de arte elaboradas con la participación de numerosos profesionales, entre ellos, arquitectos, ingenieros, electricistas, jardineros, etc. En la realización de las piezas más pequeñas se invierten alrededor de 40 horas de trabajo y en las más grandes hasta 1.000 horas.

Como cada Navidad, se ha vuelto a presentar una Estatua de la Libertad creada con hojas de palmera y cuya antorcha se ha hecho con parte de un granada y pétalos de flores secas. El puente de Brooklyn está formado por ramas de sauce y corteza de olmo y el edificio circular del museo Guggenheim está fabricado a partir de setas. El Empire State Building está coronado con vainas de loto y la Biblioteca Pública de Nueva York está hecha con ramas secas de canela cortadas en rodajas. Para el Edificio Chrysler emplearon hojas de ginkgo y escamas de piñas de pino.

Veinticinco años después de la primera edición, no solo se ha conseguido que la Holiday Train Show sea un evento esperado cada año, sino que además se logra, por ejemplo, que los niños que acuden a ver la instalación deseen también conocer el arboretum. Como suele decirse, una cosa lleva a la otra y si es así, bienvenida sea. Todo cobra sentido.

Novedades en Holiday Train Show 2016

Entre las novedades presentadas en 2016, destacan las incorporaciones de una serie de estructuras relacionadas con Coney Island, situada al sur de Brooklyn, en la ciudad de Nueva York. Allí se han dado cita las mayores atracciones del mundo, llegando a convertirse en una especie de pequeña “ciudad maravilla”. Para rendir homenaje a algunas de estas atracciones, este año se han incluido las réplicas de la icónica noria de Coney Island, The Wonder Wheel, construida en 1920 por Ferris Wheel Company; el gigantesco Hotel Elefante (Elephantine Colossus o Elephant Hotel), una construcción de James V. Lafferty, y El Ciclón (Coney Island Cyclone), la histórica montaña rusa de madera que se inauguró en 1927.También se estrena en la actual edición la réplica del puente de Queensboro, que conecta Queens con Manhattan, conocido popularmente como el puente de la Calle 59.

Estos son solo algunos de los ejemplos que nos aproximan a este universo formado por 12 trenes y 150 réplicas de edificios emblemáticos. Aunque hay que mencionar que sus creadores intentan evitar las réplicas exactas. Les interesa más reducir determinadas características y exagerar otras, de tal modo que se acaba convirtiendo en una caricatura que, además de resultar estéticamente admirable, puede servir para arrancar más de una sonrisa. Los sueños están servidos, que para eso es Navidad.

Como dije al principio, no hemos dejado de visitar un jardín ni de estar en contacto con las plantas pero, una vez dentro, la sorpresa ha sido encontrarnos con una especie de cuento de hadas que se ha convertido en una de las atracciones más populares de la ciudad de Nueva York en estas fechas. Feliz Navidad a todos.