Emilio Huguet: geógrafo y ecólogo español
Conocido por ser uno de los principales percusores de la ecología botánica, Emilio Huguet dedicó gran parte de su vida al estudio de los suelos. Es por eso que muchos le consideran como el padre de la edafología en España y uno de los primeros ecólogos de Europa.
Posiblemente, la persona que más ha estudiado la figura del científico Emilio Huguet del Villar es el también geógrafo, de origen catalán, Jordi Martí Henneberg. Lo describe como un hombre de mucho talante “dotado de una curiosidad sin límites, espíritu combativo y afán emprendedor; y todo ello dirigido por un estricto rigor intelectual”, algo que sin duda favoreció a que Huguet desarrollara una de las labores científicas más originales de la primera mitad del siglo XX.
Además de su marcada personalidad, el éxito de Emilio Huguet estuvo en un análisis de la realidad sociopolítica de la España de aquellos tiempos. Nacido en Granollers (Barcelona) en 1871, Huguet fue testigo de algunos de los cambios de la España de entresiglos, como la pérdida de las colonias de ultramar en el 98 o de la Guerra de Marruecos. Ante todas estas situaciones Huguet se manifestará siempre en favor del desarrollo científico a través de la crítica periodística, una práctica que realizará de forma profesional durante muchos años y de forma esporádica durante toda su vida.
Emilio Huguet también fue muy crítico con el sistema educativo, que consideraba estanco y poco apto para el desarrollo científico. Quizá por eso, con apenas 17 años, abandonó su Barcelona natal para trasladarse a América del Sur. Allí vivió durante trece años, once de los cuales trabajó como docente de Geografía e Historia. Sin embargo, alrededor del año 1900, Huguet decidió volver a España ya que los principales movimientos científicos de vanguardia se desarrollaban en el Viejo Continente e Hispanoamérica no podía satisfacer sus inquietudes intelectuales. Esa fue, sin duda, una de sus principales virtudes, reconocer que el conocimiento, especialmente el científico, no puede parar nunca, y que crece alimentándose y retroalimentándose de sus diferentes disciplinas, que siempre están interrelacionadas.
¿El salvador de la geografía como ciencia?
La trayectoria de Emilio Huguet como geógrafo se desarrolló especialmente durante las dos primeras décadas del siglo pasado. Era un momento difícil para la geografía, una ciencia que parecía diluirse entre dos campos: por una parte, estaban aquellos que le daban un enfoque estrictamente científico, amparados por la física; por otra, aquellos que veían la geografía desde un punto de vista humanístico a través de la geografía humana.
Además, en aquellos tiempos, las vanguardias europeas se habían sumergido en las crecientes corrientes espiritualistas, que mantenían la opinión de que la esencia humana constituye una esfera de realidad diferente a la del mundo material y que, por eso, el hombre, dotado de libertad individual, puede ser estudiado individualmente.
Emilio Huguet dio a la geografía un enfoque totalmente distinto, saliéndose de los cánones establecidos. Primero se centró en un análisis de la historia, la teoría y la metodología de estudio de esta ciencia. Después, desarrolló un ambicioso proyecto científico para interpretar las leyes naturales que rigen las relaciones del hombre con el medio terrestre. Más allá de la visión regionalista, Emilio Huguet pasará gran parte de su carrera intentando expresar su concepción de la geografía como ciencia mixta que estudia al hombre en función del medio físico. En sus estudios relacionará diferentes fenómenos como la morfología, la climatología, la biogeografía o la geografía social, campos en los que deberá basarse el estudio de la geografía.
Por otra parte, Emilio Huguet desarrolló un método de estudio basado en la división de las diferentes geografías a estudiar estableciendo las siguientes distinciones: geografía universal (estudios referidos a toda la Tierra) frente a geografía particular (sólo una parte de ella); geografía general frente a geografía especial; y geografía monocrónica (si estudia la manifestación puntual de fenómenos) frente a geografía policrónica (cuando se estudia la sucesión de dichos fenómenos).
Valor ecético, edafología y sostenibilidad ambiental
La ecología es la ciencia que estudia a los seres vivos, su ambiente de vida y distribución, su abundancia y cómo todas estas circunstancias pueden variar debido a la interacción entre los distintos organismos y el ambiente. Una de las ramas de la ecología es la edafología, término que se aplica para hablar de los estudios e investigaciones centrados en la composición y naturaleza del suelo.
Mapa de suelos de España. Fuente: www.arcgys.com
Emilio Huguet se centrará en todos estos aspectos para crear un nuevo concepto, el de valor ecético, entendido como la capacidad de un territorio de mantener el mayor número de población en las mejores condiciones y en el menor espacio posible.
Para Huguet, el valor ecético de un medio natural es su capacidad para dar respuestas económicas a una sociedad en el ámbito productivo y comercial. Esta es la idea fundamental para entender las migraciones humanas (que causan cambios en el medio ambiente) o las luchas entre naciones por un territorio. Según sus tesis, era el valor ecético lo que causaba los desequilibrios económicos y demográficos, sólo perturbados en un régimen natural por las fronteras políticas.
Para probar sus tesis, a finales de los años 20 escribirá su obra Ensayo de Ecética en el que, desde un punto de vista universal, aplicará el concepto de ecética a EEUU, ya que es un país idóneo para plantear su tesis: es un amplio territorio, lleno de variedades y climas, homogéneo políticamente y dotado de estadísticas fiables sobre su realidad demográfica. Gracias a esta sólida base de estudio Huguet del Villar emprendió un minucioso análisis comparativo de la influencia de los factores físico-económicos (factor geográfico) en la localización de la población, llegando incluso a la conclusión de que, en un país, son las áreas mejor dotadas para el comercio las que atraen principalmente a la población, sin dejar por ello de ponderar la influencia de otros factores como la existencia de recursos energéticos o los suelos ricos.
Una vez realizado el experimento en EEUU, en 1921 Huguet escribe El valor geográfico de España. Ensayo de Ecética, una obra singular dentro del pensamiento científico español y que serviría, según su autor, para explicar que las causas del subdesarrollo españolradicaban en en la pobreza del territorio y la mala gestión de su explotación, y no en los caracteres desfavorables de la raza para el progreso. Será el establecimiento de esta relación entre relaciones humanas y medio ambiente lo que hará que Emilio Huguet sea considerado como el primer ecólogo español.
Durante la segunda etapa de su carrera científica Huguet del Villar se dedicó al desarrollo de la edafología, una rama de la geografía que apenas había avanzado en nuestro país. Entre los principales avances en este campo, Emilio Huguet elaboró un método universal de clasificación de los suelos y realizó un mapa de suelos de la cuenca oeste del Mediterráneo. De estos mapas destaca en la edición de 1938 el primer mapa de suelos de la Península Ibérica, que pudo componer gracias a las excursiones, viajes y expediciones realizados poro todo el territorio español entre 1927 y 1934. Algunos años antes, Huguet había participado en el Congreso Edafológico Internacional de Roma, y fue elegido para organizar la sección española de esta disciplina, que se formó en 1925 e incluía, según Huguet del Villar, la realización de un mapa edafológico de España, el estudio de la ecología de las especies, un estudio de biogeografía general y un estudio de las asociaciones de paisaje vegetal español.
Como tantos otros científicos, Emilio Huguet del Villar se exiliará de España durante la Guerra Civil instalándose en Marruecos, donde realizará sus últimas investigaciones y donde morirá en 1951. Como curiosidad, hay que resaltar que aunque esté considerado como uno de los científicos españoles más importantes de la primera mitad del siglo XX, habiendo cultivado campos como la geografía, la edafología, la ecología o el naturalismo, siendo un notable e innovador investigador y pese a su influencia en varios campos científicos, Emilio Huguet del Villar nunca tuvo una posición académica y nunca fue reconocido institucionalmente. El periodismo, la literatura, la docencia y la investigación privada fueron los campos en los que este genial científico pudo expresarse.