Favorecer la biodiversidad en el jardín
Guía de Jardín nos cuenta su secreto para conseguir un espacio verde sano y libre de plagas. Un pequeño adelanto, la solución pasa por ¡plantar, plantar y plantar! Convierte tu jardín en un auténtico ecosistema y acoge a la fauna útil que te ayude a combatir esos temidos insectos plaga.
Durante el verano visitan nuestro jardín multitud de libélulas. Cuando pongo el hilo de tender les encanta posarse sobre el y pasan ratos tomando el sol. Hoy mismo, una revoloteaba entre las plantas y se paró durante un buen rato en una de las ramas del ágave. Me encanta sacar la cámara y acercarme a sacarles fotografías. Son bastante confiadas y se dejan retratar con facilidad.
Libélula sobre la hoja de un ágave. Imagen: Guía de Jardín
Tener libélulas pululando por el jardín es una buena señal ya que se alimentan de mosquitos, orugas, moscas y otros insectos que pueden llegar a impedirnos disfrutar de nuestro jardín al aire libre o perjudicar directamente nuestras plantas. Pero no son los únicos insectos beneficiosos y aliados del jardinero, existen muchos otros con los que nos conviene contar. Abejas, mariquitas, mariposas… hay una larga lista de “bichos buenos” en horticultura, y favorecer su vida es beneficiar la salud de nuestro jardín.
Esta Papilio Machaon disfruta libando nuestras rosas. Imagen: Guía de Jardín
Tu jardím, un ecosistema que debes cuidar
Cuando utilizamos pesticidas para combatir plagas de pulgón, mosca blanca, araña roja o cochinilla, entre otros, estamos castigando sin darnos cuenta la fauna beneficiosa. En ocasiones se hace por desconocimiento y otras porque no se le da la importancia que tienen a la hora de mantener el equilibrio ecológico. Por eso hoy queremos contaros el valor que tienen para nuestros jardines y huertos estos pequeños aliados.
Las mariquitas son grandes depredadoras de pulgones. Imagen: Guía de Jardín
Los insecticidas de tipo químico pueden parecerte muy efectivos porque acaban con rapidez con una plaga que se ha instalado en un arbusto. Probablemente lo hayas comprobado al pulverizar alguno de ellos sobre una colonia de pulgones y ver como los bichitos caen fulminados. El problema es que no solo mata los insectos molestos, sino también a insectos beneficiosos como abejas, mariquitas y otros organismos.
Sin querer, estás eliminando a los enemigos naturales de la plaga que intentas evitar o provocando que éstos se trasladen a otros lugares porque ya no encuentran alimento. Además, al cabo del tiempo, la plaga reaparece y muchas veces en mayor cantidad que antes al no tener enemigos naturales. ¡Estás empeorando la situación!
Una pequeña mantis escondida entre las ramas de una planta. Imagen: Guía de Jardín
Así que primero de todo deberías plantearte si hay alguna técnica que estés llevando a cabo en el jardín que esté debilitando a tus plantas. Regar en exceso o demasiado poco, podas agresivas o empobrecimiento del suelo, pueden afectarles más de lo que piensas. Tus plantas deben estar fuertes para poder hacer frente a la agresión que suponen las plagas, así que intenta que siempre tengan un buen aporte de nutrientes sobre todo en los momentos en los que más energía invierten como la época de floración o de sacar nuevos brotes.
Y si aún así algún insecto dañino consigue instaurarse en tus plantas, ¡no te preocupes! Aquí te dejo mis tres reglas básicas para restaurar el equilibrio en tu jardín.
Top 3 para aummentar la biodiversidad
Para evitar las plagas de “bichos malos”, lo conveniente es mantener la biodiversidad del sistema y favorecer la vida de los insectos beneficiosos y otros pequeños depredadores. ¿De qué manera se puede hacer esto? Nuestro consejo es, en primer lugar, olvidarte de los pesticidas de todo tipo (insecticidas, fungicidas y herbicidas) y sustituirlos por remedios ecológicos alternativos que tú mismo puedes fabricar con productos naturales.
El jabón potásico es el producto más utilizado en jardinería y agricultura ecológica para luchar contra las plagas y es inocuo para la fauna útil.
Pero también hay otras medidas que puedes llevar a cabo para aumentar la biodiversidad del jardín. Se basan esencialmente en hacer de él un espacio agradable para estos pequeños animales que tanto nos ayudan.
1. Planta muchas flores
Todos sabemos que las flores atraen a abejas, mariposas y otros insectos polinizadores y depredadores de plagas. Les gustan todas en general, aunque algunas más que otras y las aromáticas son un excelente reclamo. Procura tener plantas que florezcan en las diferentes épocas del año y verás como siempre habrán insectos revoloteando por tu jardín.
Los abejorros nos ayudan a polinizar las flores. Imagen: Guía de Jardín
2. Utiliza variedades autóctonas
Con variedades autóctonas no solo resulta mucho más fácil mantener el jardín sino que además mantienes el hábitat ideal para la fauna de tu entorno. En nuestro caso, el clima mediterráneo nos permite incluir muchas hierbas aromáticas propias de nuestra región que se llenan de atractivas flores desde primavera hasta el otoño: lavanda, salvia, romero, hinojo, santolina, etc.
Salvia y tomillo, dos plantas mediterráneas que atraen muchas abejas además de ayudarnos a repeler los mosquitos.
3. Favorece las visitas de otros pequeños aliados
Pájaros, murciélagos, sapos o salamanquesas son algunos ejemplos de animales que se también se alimentan de insectos. Favorecer su vida en el entorno de nuestro jardín puede resultar muy conveniente para mantener a raya determinadas plagas sin necesidad de recurrir a insecticidas. Comederos, cajas nido o improvisados refugios de piedras son algunos elementos que estos animales te agradecerán con su presencia.
Alimenta a los pájaros, sobre todo en invierno, cuando más les cuesta encontrar comida. Imagen: Guía de Jardín
Estos son los métodos que nosotras ultilizamos para tener un jardín sano. No podemos decir que no tengamos jamás plagas indeseables y que nunca hayamos necesitado tomar medidas. Pero cuando lo hacemos, recurrimos a remedios caseros como el jabón potásico, para combatir insectos, o la canela, contra los hongos.