El Jardín de los Poemas de Ian Hamilton Finlay
El artista escocés Ian Hamilton Finlay pasó más de cuarenta años dando forma a un jardín que tenía como protagonistas el paso del tiempo y los valores de la civilización occidental. Denominó a su rincón de plantas y filosofía Little Sparta, La pequeña Esparta.
La de Ian Hamilton (1925-2006) es la historia de un sueño hecho realidad. Nacido en las Islas Bahamas e hijo de padres escoceses, cultivó disciplinas como la poesía y la escultura, pero su gran obra fue un jardín de más de dos hectárea situado en una colina a las afueras de Edimburgo. Hasta los años ochenta, la obra de Hamilton Finlay pasó desapercibida para muchos de sus compatriotas. A pesar de que su gran obra se sitúa a pocos kilómetros de la capital de su país, su gran jardín aún es uno de los más enigmáticos, tanto de las Islas Británicas como del resto de Europa.
Nuestro protagonista tuvo renombre como escritor relativamente pronto. Era niño cuando empezó la II Guerra Mundial y fue evacuado en las Islas Orcadas, un paraje natural incomparable donde se conservan algunas de los restos neolíticos más importantes del mundo. Es posible que allí empezara su obsesión por el arte en la naturaleza. Cuando volvió a Escocia después de un breve paso por el Ejército Británico, Ian Hamilton se dedicó a pacer por los parajes escoceses donde empezó a escribir sus cuentos y poemas. Gran parte de la estética de Little Sparta, su obra magna, respira el aire bucólico que Hamilton experimentó en su juventud.
Vista aerea de Little Sparta
Templo de Apolo
Durante años, Ian Hamilton Finlay hizo de la escritura su manera de vida. Escribió The Sea Bed and Other Stories (1958), The Dancers Inherit the Party (1960) y Glasgow Beasts (1962). También publicó una colección de caligramas (Rapel, 1963) y abrió su propia editorial (Wild Hawthorn Press), trabajos que compaginó con la escritura de varias obras de teatro que fueron emitidas por la televisión pública británica (BBC) a lo largo de la década de los sesenta.
En pleno éxito profesional, en 1966, Hamilton Finlay decidió trasladarse con su mujer a una pequeña granja familiar situada las colinas de los Pentlands, 25 kilómetros al norte de Edimburgo. Entonces, el artista ya había experimentado la composición de poemas en rocas empezando de este modo una nueva faceta de expresión como escultor. Aquel paraje natural agreste, lleno de rincones, pequeños lagos, sendas y la compañía de su esposa Sue, que compartía con él sus inquietudes intelectuales, filosóficas y artísticas, se convirtió en el escenario perfecto para que Ian Hamilton pusiera en marcha su gran obra uniendo sus trabajos escultóricos y literarios fusionándolos con el entorno.
La pasión de Hamilton por la historia se manifiesta en un jardín homenaje a la civilización occidental: poetas como Virgilio, pensadores como Rousseau, deidades de la antigüedad clásica como Dido o Apolo y pintores como Caspar Friedrich o Albert Durero tienen cabida. También está muy presente la guerra con referencias a la Revolución Francesa o las deflagraciones de la Segunda Guerra Mundial. En definitiva, un homenaje a la naturaleza, al hombre, a la historia y al pensamiento.
El jardinero también es un poeta
La creación de este bello y singular jardín no fue sencilla, no solamente por la magnitud de la obra sino por las dificultades administrativas a las cuales Hamilton hizo frente. De hecho, el nombre de la Pequeña Esparta hace alusión al enfrentamiento que durante años el artista mantuvo con el Ayuntamiento de Edimburgo. La capital escocesa fue conocida durante la Ilustración como la Atenas norteña por su topografía, Old Town jugando un papel parecido al de la Acrópolis ateniense y unas tierras fértiles que discurrían hasta un importante puerto comercial.
Homenaje a Apolo i Dafne
A pesar de las dificultades, la obra de Ian Hamilton Finlay cumple los objetivos de su creador: reconocer la tradición y a la belleza y mostrar el arte de cada época de la historia. Little Sparta está concebido como un Avant-Garden, un jardín poema en el cual nos encontramos elementos de horticultura que conviven armónicamente con creaciones de madera, piedra y metal. En total, más de 270 obras en que Hamilton Finlay trabaja con otros artistas y entre las cuales encontramos poesías, esculturas, templetes, fuentes, pequeñas, rutas que siguen un poema u homenajes directos en artistas y escritores de todos los tiempos a través de temas universales como la guerra, la relación del hombre con la naturaleza, la astronomía o la fragilidad del universo.
El Jardín de los Poemas de Hamilton está concebido como un espacio para la creación y la admiración de la historia que también invita a la reflexión y a la crítica del mundo contemporáneo. Su autor se disfraza de filósofo-jardinero al estilo de Jean Jacques Rousseau y desarrolla una estética épica mística que convierte un terreno abandonado en un gran poema a disposición del mundo. Algunos han dicho de él que es un jardinero poeta y lo han comparado con algunos de los grandes paisajistas de la Dinastía Ming cómo Ji Cheng, autor del primer manual de paisajismo escrito entre 1631 y 1634 y que aboga por la investigación espiritual en los jardines.
Little Sparta está formado por un total de 10 paisajes y a pesar de ser un lugar público, la ubicacción y la restrición fotográfica permiten mantener cierto misterio.
Tras años de trabajo, en 1985 Ian Hamilton fue reconocido con el premio Turner (concedido por la prestigiosa Tate Galery londinense) y posteriormente con el premio de la Scottish Horticultural Medal de Royal Caledonian Horticultural Society y el nombramiento como Comandante de la Orden del Imperio Británico en 2002. También ha sido reconocido por las Universidades de Aberdeen y Glasgow. Entre los trabajos de Ian Hamilton destacan la proyección de numerosos jardines públicos y privados dentro y fuera del Reino Unido como el Stockwood Park de Luton, el jardín St. George de Bristol y la Serpentine Gallery dentro de Hyde Park de Londres. Ian Hamilton Finlay murió en 2006 a los 80 años convertido en todo un referente de la jardinería más vanguardista y conceptual.