Comenzar la casa por el tejado
La jardinería vertical es una opción estética que ya han elegido muchas ciudades para algunos edificios que son ya emblemáticos o que, gracias a la envoltura verde, consiguen serlo. Pero esta opción esconde muchas otras ventajas
El titular sería en realidad, ya no hace falta suelo para plantar un jardín. ¿Por qué? Pues porque no digo nada nuevo cuando aseguro que la arquitectura más verde ha apostado desde hace unos años por engalanar las fachadas con increíbles composiciones de plantas, reinventando así el paisaje urbano y aumentando unos pocos metros, con estos particulares espacios verdes, los lugares donde reposar los ojos ante tanto ladrillo.
Madrid, Londres, París, Seoul, Berlín, hay infinidad de ejemplos de edificios en los que se ha decidido practicar la jardinería vertical. Ya os había hablado este verano de la Academia de las Ciencias de California y sus tejados vivientes, cubiertos de vegetación, y totalmente mecanizados para regular el ambiente en función de la luz y la temperatura. Techos ajardinados que hacían de los edificios espacios completamente mimetizados. Pero esto va más allá, y por supuesto, es un paso adelante también en las típicas paredes vestidas de fantásticas enredaderas que con sus zarcillos y otras adaptaciones trepaban incansables hacia la luz. Aquí se trata directamente de una cascada vegetal que, como si desenrollásemos una gran pancarta publicitaria, diga aquí hay ingeniería botánica, y de la buena.
Caixa Forum, Madrid
Y es que sí, yo me hice fotos en el Caixa Forum de Madrid la primera vez que me encontré delante de aquel increíble mural. Cómo no hacerlo. ¿Alguna vez habéis tenido semejante fondo para sonreírle al objetivo? Y sí, nada más llegar a casa busqué sobre el autor de la obra. Así descubrí al botánico y paisajista francés Patrick Blanc, que aquél había sido su primer jardín vertical en España y que era pionero en eso de empezar la casa por el tejado pensando en qué plantas caerían desde él hasta el suelo.
En su creación de Madrid, de casi medio kilómetro cuadrado de superficie, usó 15.000 plantas de 250 especies diferentes, y su sistema patentado para que el soporte de las plantas sea a su vez el que proteja a la fachada, y suponga un buen sistema para el riego y el fertilizante. Así que donde yo solo vi una nueva, y extremadamente estética, posibilidad en el diseño de fachadas, había también un trabajo de arquitectura ecológica. Fue el museo de California el que se inspiró en la capacidad de estos jardines para regular la temperatura, ya que donde hay un buen diseño de jardín vegetal se consigue que en verano el edificio no se sobrecaliente, y en invierno que el calor no se pierda. Algo que se traduce en ahorro energético, y que ha hecho de la jardinería vegetal un producto que no es solo un capricho estético, si no también una buena opción a la hora de construir.
Jardín vertical de plantas crasas
Así que numerosas empresas y creadores se han puesto manos a la obra y han reflexionado y diseñado con las posibilidades que pueden ofrecer por ejemplo los sistemas para acumulación de agua con celdas combinados con plantas crasas, los cultivos hidropónicos o las plantas epífitas, aquellas que no necesitan estar enraizadas en el suelo para obtener los nutrientes. Además, las plantas pueden actuar como aire acondicionado con un valor añadido, ya que si el aire circula a través de la fachada no solo se enfría sino que las raíces de las plantas pueden absorber contaminantes específicos producidos por el propio edificio.
Purificar el aire
El formaldehído, el benceno o el monóxido de carbono son algunos de los químicos que se liberan por las pinturas, los plásticos, el gas natural, la combustión o incluso las propias alfombras, y que sobretodo causan problemas al acumularse por la recirculación interna del aire. Las consecuencias de toda esta maraña de productos que nos envuelve suelen estar relacionadas con problemas de la piel, de los ojos, irritación de las vías respiratorias o dolor de cabeza, complicándose en función de la sensibilidad de los individuos, el tiempo de exposición, etc. Es evidente que hoy en día se trabaja para que las construcciones minimicen los materiales contaminantes o potencialmente dañinos en pro de los más ecológicos que evitan estas consecuencias y además añaden ventajas, pero en las construcciones ya hechas estas puede ser una solución estética y purificadora.
Jardín interior
Desde las mismas orquídeas, pasando por helechos, bromelias, las cintas, Chlorophytum comosum, o la hiedra, Hedera helix, todas tienen propiedades que podemos usar en casa o la oficina para espacios donde haya cocinas de gas o chimeneas, muebles barnizados o nuevos, habitaciones recién pintadas, impresoras y maquinaria que use tinta, entre otros. Otra opción es adquirir unos sistemas de aireado portátiles que se han patentado usando estas plantas o ya, para lugares con mucha gente, las fantásticas fachadas verdes que hemos descrito.
Hotel Athanaeum en Londres a la izquierda y el edificio Flower Tower en París
En Internet encontraréis numerosos tutoriales para desarrollar vuestros propios jardines verticales en casa, usando materiales reciclados y siguiendo sencillos pasos. Aún así, si en realidad lo que os apasiona es la jardinería y la arquitectura, yo os recomiendo que sigáis los pasos de Patrick Blanc y tantos otros, y que siempre que visitéis una ciudad os informéis de si han dejado allí su particular huella verde vertical. Quién sabe si después os colgaréis orgullosos en casa vuestra foto delante del edificio Flower Tower o el Museé du Quai Branly, ambos en París, la Plaza de España de Tenerife, o el hotel Athanaeum de Londres.
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Equipo botánico
