Alianzas que hacen paisajes
El 4 Encuentro de Paisaje se celebrará este año en el Jardín Botánico. Será un espacio de encuentro y aprendizaje de varias experiencias que nos hablarán del paisaje, y de las alianzas que estos trabajos han generado entre espacio, preexistencias, cultura y personas.
Hace ya unos cuántos años que se celebran estos encuentros sobre paisaje. Surgieron de la inquietud común de un grupo de arquitectos para trabajar en pro del paisaje, de una manera comprometida con su defensa, protección y valoración. Consideramos que el paisaje es el fundamento de la cultura e identidad de los pueblos, y una pieza central en la ordenación del territorio, siempre tratada con criterios de racionalidad y sostenibilidad ambiental, social y económica.
Éramos gente que veníamos del mundo de la arquitectura, y sobre todo interesados por el territorio, y encontrábamos que en el País Valenciano no se estaba trabajando desde el paisaje, y menos todavía, desde una perspectiva ancha que permitiera aplicarlo en las diferentes escaleras y ámbitos, desde la reflexión de hacer ciudad hasta la ordenación del territorio, desde el paisaje cotidiano que vemos cada día, nuestras calles y plazas, hasta el paisaje rural.
Entendíamos además, que el concepto de paisaje contenía una complejidad que tenía que ser tratada desde la convergencia de múltiples variables. Que se tenía que tratar el apoyo físico, las dinámicas ambientales que se desarrollaban, las preexistencias, los usos, la historia del lugar y de la gente que lo habita. Y entonces había que propiciar el intercambio y el diálogo con otras muchas disciplinas, desde la geografía, sociología, arqueología, botánica, ciencias ambientales, etc.
Así se pensaron estos encuentros. Nacieron como un espacio de aprendizaje e intercambio. Tenían el objetivo de seguir aprendiendo, de conocer cómo se estaba trabajando en materia de paisaje a través de las diferentes experiencias multidisciplinares, y generar un espacio de reflexión y debate. Los primeros años los temas se presentaban nuevos y eran muchos, las aproximaciones desde las diferentes profesiones, desde diferentes culturas y maneras de hacer en otros países; podíamos traer experiencias para reflexionar desde el proyecto o también desde estudios teóricos.
Después, con la llegada de la crisis pensamos que esos años de aparente inmovilidad eran una oportunidad para pararnos a reflexionar sobre todo aquello que antes no pensábamos porque estábamos demasiado ocupados. Era un buen momento para analizar errores y estudiar las transformaciones que podían venir y las posibilidades que disponíamos para hacerlo mejor en el futuro, prever las problemáticas a las cuales nos dirigíamos inevitablemente, atajarlas y combatirlas. Y claro, hacerlo desde el paisaje.
Cuando empezamos a pensar en esta cuarta edición, no hacía mucho meses que el paisajista Michel Corajoud nos había dejado, y no queríamos dejar de recordar cuántas cosas interesantes alrededor del paisaje nos había enseñado. A quienes tuvimos la suerte de conocerlo y escuchar aunque sólo fuera una breve conversación o unas pocas de sus palabras, se nos ha quedado grabada su sabiduría y su aprecio por el paisaje.
Michel Corajoud. Imagen de Sioc’Han de Kersabiec Alexandre
Recordábamos cómo nos decía que concebía los proyectos como parte del diálogo que ya existía en el lugar. Como si hubiera ya una conversación empezada entre sus habitantes y él simplemente entrara a formar parte. En proyectos así, él potenciaba los recursos que ya tenía el lugar y los usos que la gente ya hacía. Y era bonito ver como finalmente, el proyecto brindaba la oportunidad de que fueron las personas quienes lo reinterpretaran y lo adaptaran a sus necesidades.
Entonces, en esta ocasión, necesitábamos hacer un guiño al recuerdo de sus enseñanzas, puesto que su manera de trabajar encaja perfectamente en el motivo que nos ocupa este encuentro, esas alianzas entre espacio, preexistencias, cultura y personas.
Así que los días 23 y 24 de este mes de octubre, traemos al Botánico el 4 Encuentro de Paisaje. Este año la intención ha sido tratar una vertiente más ancha, trayendo experiencias que partan de la comprensión del lugar y de las vivencias que se dan, que incorporan el discurso y las lógicas que históricamente lo precedían, y experiencias que hayan contado con la gente que habita ese territorio y que hayan propiciado de alguna manera su participación en el proyecto o estudio. En definitiva, tratar de acoger en día y medio una compilación de charlas que nos hablen de las alianzas que hacen paisaje.