¿Qué energías nos depara el futuro?

Son ecológicas y limpias, además no requieren pilas ni baterías, ni tampoco explotación, modificación o alteración de los recursos naturales no renovables. Las energías sostenibles son nuestro futuro pero no es una tarea fácil, por eso cada pequeño avance es un tesoro que hay que divulgar y aplicar.

Hay quien asegura que el ser humano es una de las plagas más destructivas que tiene el planeta. En nuestra breve existencia sobre la Tierra hemos sido capaces de modificar, de destruir y de llegar hasta el punto de agotar muchos de los recursos naturales a cambio de conseguir energía. Por eso, cada vez con más necesidad, buscamos fuentes energéticas de las llamadas renovables, aquellas de las que obtenemos un beneficio sin llegar a devastar nuestro planeta ni hipotecar a las generaciones futuras. Porque si algo tiene el ser humano es que es capaz, aunque sea tarde, de tomar conciencia y de frenar aquello que a la larga pueda perjudicarle.

Desde que nos dimos cuenta de que nuestro sistema energético, basado en la explotación de combustibles fósiles, era totalmente insostenible a medio plazo, comenzamos a buscar nuevas energías. La primera reacción fue desarrollar tecnología para exprimir hasta el último suspiro de aquello que la naturaleza nos regala de manera ilimitada. Algunos elementos como el agua, el sol o el viento se han convertido en precursores de un tipo de energías limpias que cada vez es más popular. La energía solar, la energía eólica, la energía geotérmica y la energía maremotriz son un claro ejemplo de ello.

Ligados a este tipo de energías encontramos avances cada vez más óptimos y seguros. Por ejemplo, las turbinas que revolucionaron el campo de la energía eólica se han hecho cada vez más sofisticadas hasta tal punto que en la actualidad existen grandes molinos eólicos que pueden conseguir mucha más energía. En este sentido, y para controlar las diferentes frecuencias, intensidades y direcciones del viento, se han desarrollado distintos softwares inteligentes que nivelan las hélices de los parques eólicos para que apunten en la dirección más adecuada para atrapar una mayor cantidad de aire.

Si hablamos de energía solar la tecnología se desarrolla a un ritmo frenético. Las placas solares ya han alcanzado su cuarta generación y los grandes parques solares pueden optar por instalar en ellos algunos de los modernos robots que se encargan de mover los paneles con una precisión y eficacia que un humano jamás podría lograr. Además de no permitir que un ápice de sol se escape de las placas, estos robots pueden limpiarlas periódicamente, lo que permite alargar su uso.

Todos estos avances constituyen una eficaz herramienta para afrontar un futuro lleno de energías verdes. Pero, ¿qué pasa cuando no basta con optimizar las energías ya existentes? ¿Qué pasa cuando buscamos energías realmente alternativas? ¿Imagináis producir energía mientras trabajáis o mientras hacéis deporte? ¿Es posible recargar tu teléfono móvil gracias a la taza de café que te estás tomando? La búsqueda de energías sostenibles ha llegado a tal punto que a veces encontramos a nuestro alrededor iniciativas realmente sorprendentes y testigos de que un cambio es posible. Estos sistemas de ahorro y producción de energía son sólo algunos ejemplos.

Recargar tu teléfono móvil mientras tomas un café

Epiphany OnE Puck es un pequeño dispositivo que además de servir de posa-vasos es capaz de recargar nuestro teléfono sin más energía que la que produce nuestra taza de café. ¿Cómo lo hace? Este revolucionario objeto tiene una pequeña batería en su interior que se recarga con el calor o el frío que desprende tu bebida. Después, mediante un USB puedes conectarle tu teléfono y recargarlo. ¿Lo mejor? Qué es totalmente portable ya que puedes guardarlo en el bolso y en la mochila. Lo único a tener en cuenta es que como funciona con las diferencias de calor sólo es eficaz con bebidas calientes o frías, como un café, una infusión, un té helado o una cerveza recién servida.

Un reloj infinito

En una línea similar a Epiphany OnE Puck trabaja la compañía Perpetua, que ha desarrollado una tecnología conocida como TegWear y que se basa en la obtención de energía por la diferencia de temperatura entre el cuerpo humano y el ambiente. TegWear es una célula capaz de extraer energía eléctrica del calor que emite nuestro cuerpo, basándose en el efecto Seebek, que determina que la diferencia de temperatura entre dos materiales provoca una diferencia de potencial que acaba generando corriente eléctrica. Para demostrárnoslo Perpetua ha creado un reloj digital que funciona con este sistema. De momento, todavía no se ha desarrollado un chip que produzca la energía que consume un smartphone o una tablet, pero todo llegará.

Deporte que genera luz

Soccket es un balón de fútbol que aprovecha la energía de cada patada acumulándola para después poder aprovecharla. Desarrollado por graduados de Harvard, la pelota lleva en su interior un péndulo que detecta los cambios producidos por la pelota cuando ésta se mueve, generando una pequeña fuente de energía que se almacena en una batería que también lleva en su interior. Soccket pesa un poco más que un balón de fútbol convencional y está lleno de espuma, por lo que no se desinfla. Junto con el balón se ha desarrollado una pequeña lámpara LED que se conecta a éste después del juego. Según sus creadores, treinta minutos de juego se traducen en tres horas de luz aunque también se puede utilizar para recargar dispositivos electrónicos.

In Step Nano Power, la energía que sólo el tiempo puede agotar

Si el cuerpo humano produce energía de manera continua, ¿por qué no aprovechar toda esa energía para otros fines?. Y es que con un gesto tan simple como el de andar ya estamos produciendo energía mecánica, por eso una empresa ha desarrollado un pequeño aparato que recoge esa energía, que normalmente se manifiesta en forma de calor, para después tranformarla en una nueva fuente de energía, esta vez eléctrica, y que puede ser usada para alimentar pequeños aparatos inalámbricos.

El dispositivo In Step Nano Power puede generar hasta 20 vatios gracias a un una bolsita que se coloca dentro del calzado. Esta bolsa esta rellena de un fluido que propicia la interacción de miles de microgotas con un sustrato nanoestructurado innovador. Las microgotas son capaces de captar el calor humano que producimos al andar y transformarlo en energía.

Un pequeño clic para un gran cambio

Como su propio nombre indica, Ecobutton es un botón ecológico pero más que una nuevade obtener energía, como los anteriores, es un sistema de ahorro. Ecobutton es un dispositivo que se conecta vía USB al ordenador y que hace que cuando lo pulsas tu equipo se ponga en modo ecomode. Según sus creadores, en este estado el ordenador mantiene la misma potencia nominal que cuando está apagado. Después, basta con pulsar una tecla para que el ordenador vuelva al mismo estado en el que se quedó.

Como recompensa adicional, cada vez que el ordenador se pone en ecomode el software de Ecobutton registra cuántas unidades de carbono, energía y dinero has ahorrado usando el dispositivo. Por supuesto, el ahorro depende del tipo de ordenador (sobremesa o portátil), de las pulgadas de la pantalla y de su uso. Por ello, la empresa que lo ha desarrollado ha realizado diferentes modelos para uso doméstico, profesional y para grandes empresas.