¿Por quién zumban las abejas?
Un montón de teorías han sido barajadas para explicar el desabejamiento de las colmenas. La desaparición de las abejas es un problema económico y botánico puesto que estos polinizadores trabajan gratis, pero hay que mimarlos. Hagamos un recorrido por las investigaciones que han permitido descifrar este misterio.
En síntesis: ácaros, insecticidas, abejas africanas, robos… Hay un montón de factores que afectan a los enjambres. Desde el año 2000 se tienen noticias de este desabejamiento, según el cual, mueren masivamente sin dejar aparente rastro, pero hasta 2005 no se dio la señal de alarma. ¿Pero qué ha pasado desde entonces?
Ganadería que no ensucia caminos
En España, la figura del apicultor está incluida en el mismo epígrafe que lo está quien cría cerdos u ovejas ya que la transhumància es parte del trabajo del apicultor. La Comunitat Valencia es una de las comunidades españolas con más actividad apícola, tanto comercial como para explotación particular y la miel, una de las mejores de Europa debido a nuestro suelo rico en minerales y a las largas horas de sol que no disfrutan en el resto de Europa. Por esa razón, España también es el principal productor de miel de la Unión Europea.
Las comunidades más frías y norteñas de España necesitan enjambres trashumantes que el apicultor traslada en una furgoneta desde el sur hasta el norte, por orden de aparición de las floraciones y a finales del verano vuelven al lugar de origen. Este turismo es cada vez más frecuente, además, el estado de amenaza que sufren es grave.
El apicultor no sólo se beneficia de la producción de miel sino que su trabajo va más allá y necesita conocer bien la estructura social para optimizar la explotación. Por ejemplo, la abeja reina, aquella que las obreras han elegido para ser la ponedora de huevos mayoritaria, vive en el interior de la colmena hasta que muere o es sacrificada por las obreras cuando deja de ser productiva. La abeja reina es en realidad una esclava de su pueblo. Cada reina suele vivir unos 5 años pero los dos primeros es cuando es más eficiente. Por eso, el apicultor tiene que dar un golpe de estado y sustituirla.
Los zánganos, por su parte, tienen una función conocida, ninguna. Pero su trabajo es conseguir fecundar a la reina. ¿Cómo deciden cuál es el zángano más apto? Cuando la el enjambre elige una nueva reina esta se eleva volando a toda prisa perseguida por los zánganos. El macho que consigue volar más tiempo a su lado la fecundará.
La historia de una investigación
Una de las últimas hipótesis en la que los investigadores trabajan es el efecto del fungicidas en las plantas, sobretodo en las flores, puesto que, sobre los pétalos viven bacterias y hongos que dan a las flores los aromas que las caracterizan. Si quieres saber más, en Espores ya hemos hablado sobre este tema en un artículo titulado Eau de bacteria.
Uno de los primeros sospechosos fueron el friponil y la imidacloprida, dos insecticidas usados para el tratamiento de las semillas de girasol. La Universidad de Valladolid se puso manos a la obra buscando neonicotinoides para averiguar si estas acusaciones eran reales a pesar de que sólo uno de los productos estaba permitido en España. Un segundo sospechoso fue la bacteria Nosema apis, un parásito intestinal que provoca diarrea a las abejas que mueren con el vientre hinchado con materia fecal o dejan la colmena llena de excrementos, con lo cual es fácil diagnosticarlo a simple vista. Pero muchos de las colmenas afectadas por desabejameinto no presentaban estos signos de presencia de la bacteria e incluso, muchas abejas no tenían síntomas a pesar de estar infectadas.
Después de analizar el DNA de la bacteria, se descartó que fuera Nosema apis. Los análisis indicaban que se trataba de Nosema ceranae, una bacteria hallada, casi simultáneamente en Taiwán, en las abejas asiáticas. ¿Qué hacía en España esta bacteria? Los científicos recordaron el ataque de un ácaro, también asiático, que había provocado la muerte del 40% de la población de abejas en los años 80, el conocido ácaro Varroa. Así se implicó en la investigación la Universidad Complutense de Madrid y la Policía Científica que descubrieron que un montón de países estaban afectados por esta invasión silenciosa.
Así se señaló como culpable a la bacteria Nosema ceranae, que no provoca diarrea sino la muerte de las abejas viejas. Se transmite entre colmenas y tarda un año en incubarse. Las primeras fases de infección y muerte no son perceptibles porque la abeja reina pone más huevos para mantener el número de habitantes pero a medida que se debilita, el número de muertos supera el número de nacimientos y es entonces cuando el enjambre colapsa. La acción conjunta de los insecticidas, fungicidas y herbicidas, el ácaro Varroa, las bacterias, la falta de polen y las condiciones climáticas adversas han sido las causas de este misterio.
Otros temas apícolas
Una de las soluciones propuestas viene en forma de robot minúsculo. El proyecto RoboBee se ha avanzado a la catástrofe y ha diseñado polinizadores robóticos de cultivos. Para hacerlo, no ha sido suficiente con piezas normales sino que los ingenieros y biólogos han tenido que crear músculos artificiales inspirados en la anatomía de una abeja real. Lo que todavía no han conseguido es recrear la estructura social y la inteligencia colectiva. Obviamente, estos robots tampoco fabrican miel.
Imagen de cabecera del Facebook de la Colmena Viajera
Con una visión distinta, el Jardín Botánico Atlántico de Gijón trabaja para divulgar el valor de la tarea de polinización entre los visitantes más jóvenes del jardín y por eso os dejamos el enlace a La Colmena Viajera, una sección web dedicada al profesorado y a los alumnos donde podrás leer un cuento ilustrado que hará que aprecies más el trabajo de las abejas.