Los lagos fantasma del Caribe
Para cientos de familias de la República Dominicana las crecidas del lago Enriquillo se han convertido en una tragedia imparable que anega casas y tierras de cultivo cada año. Para los científicos, esta subida de caudal desproporcionada es todo un reto a descubrir lo más pronto posible
El 2014 no ha empezado con buen pie para los vecinos de las provincias dominicanas de Independencia y Bahoruco. El lago Enriquillo, uno de los más grandes del Caribe, se ha llevado por delante durante este mes de enero una playa, una fuente de aguas sulfurosas, y hectáreas y hectáreas de terrenos de cultivo. Como si el agua se comiera la tierra va inundando las zonas circundantes progresivamente así como la isla Cabrito, con un rico Parque Natural y que se encuentra en el interior de este gran lago de agua salada. Y es que aquello que antaño eran prósperas plantaciones de yuca, batata y guineo son ahora un terreno inundado y pantanoso, completamente inútil desde el punto de vista agrícola.
Vista aérea del lago Enriquillo
Cinco años de crecidas ininterrumpidas que han supuesto un desastre sin precedentes para gran parte de la población local, muchos de ellos dedicados profesionalmente a la agricultura y a la ganadería, y que también tienen importantes ingresos generados por un turismo que parece crecer de forma inversamente proporcional a las aguas de el Enriquillo. Por supuesto, este aumento en el volumen de las aguas del lago ha afectado al ecosistema de toda la región, donde el tiempo se ha vuelto mucho más húmedo y nublado. Incluso los flamencos, imprescindible fauna del paisaje, se han marchado ninguna zonas más altas, donde parece que las crecidas no los van a atrapar nunca.
¿El legado de los ciclones tropicales?
Por todos es conocido el ciclo de crecidas y regresiones de los lagos y los ríos puesto que es un fenómeno relativamente común. Pero el caso del lago Enriquillo rompe todas las estadísticas puesto que nadie en la zona recuerda una aumento de tal envergadura y no existe documentación sobre este tema. Tampoco los científicos han encontrado referentes de un lago que haya crecido de forma tan rápida en un espacio tan corto de tiempo, y es que se estima que desde 2007 han sido negadas más de 30.000 hectáreas, en su mayoría zonas de cultivo localizadas en los cinco kilómetros circundantes al lago. En total, el lago ha duplicado su extensión en 10 años, pasando de los 162 kilómetros cuadrados de 2003 a los más de 360 que tiene a día de hoy.
Isla Cabrito
Según los investigadores, los motivos de esta crecida desmesurada pueden ser diversos. Por un lado se mezclan las repercusiones de Noel y Olga, las dos grandes tormentas tropicales que azotaron al país en el 2007 y que dispararon la pluviosidad en la zona. A esta época de tormentas le siguió otra de ciclones en 2008 que también contribuyó al aumento de la lluvias en la provincia. A mayor cantidad de lluvia más humedad y menor evaporación natural, lo cual unido a una nubosidad cada vez más alta llevó a un descenso de la radiación solar, que disminuye también la evaporación cerrando así el ciclo. Más humedad, menos evaporación, más lluvia… un cambio climático que puede ser el causante de este inusual fenómeno del lago Enriquillo pero parece que no es el único. Otra hipótesis apunta hacia el nacimiento de canales de agua subterránea que estarían alimentando el lago.
La otra parte del misterio de los lagos crecientes caribeños tenemos que buscarla a 5 kilómetros del lago Enriquillo. Allí, emergiendo como frontera natural entre la República Dominicana y Haití, aparece otra gran extensión azul. En esta ocasión, sus aguas son salobres, puesto que son fruto de la unión del agua del mar con la de unos 300 manantiales de agua dulce. Este lago, el Azuei, también crece constantemente, aunque desde 2011 lo hace mucho más. Haciendo un balance general, en menos de una década su extensión ha aumentado de 114 a 140 kilómetros cuadrados. Cuesta creer que hace sólo 10 años los lagos Enriquillo y Azuei estuvieran separados por 10 kilómetros según una investigación del City College of New York (CUNY), publicada en 2004.
El Azuei, también conocido como Étang Saumtre (o lago Sumatra), tiene la peculiaridad de concentrar parte de la fauna endémica y autóctona de esta región caribeña, diferentes especies de peces, manatíes, caimanes, tortugas y cocodrilos. De hecho, uno de los principales pobladores de estos lugares son estos últimos reptiles, que después del desbordamiento del Azuei en marzo de 2013 provocaron el pánico entre los habitantes de la zona ya que se volvieron más agresivos por la falta de comida, provocada por las continuas lluvias e inundaciones.
Las consecuencias de la última crecida del lago Azuei, en 2013, fueron devastadoras
¿Es posible que los dos lagos se unan?
La plataforma The Hispaniola Lakes es un proyecto conjunto del City College of New York, el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y la Oficina Nacional de Meteorología de República Dominicana (ONAMET), que ha contado con el apoyo de la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos y del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología de la República Dominicana, y que tiene como objetivo ayudar a investigar los motivos del crecimiento de los dos lagos. A través de su portal hispaniola-lakes.ccny.cuny.edu, instituciones de todo el mundo comparten conocimientos sobre este tema, intercambian opiniones y recopilan datos gracias a Landsat, un programa remoto capaz de medir variables in situ y monitorizar posibles cambios en la superficie de los lagos en tiempo real. Gracias a esas observaciones se pueden entender los acontecimientos del pasado y predecir escenarios futuros y a corto plazo para así poder prever las posibles inundaciones.
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Font: The Hispaniola Lakes
Algunos geólogos, apuntaban que la fusión de los lagos Enriquillo y Azuei era cuestión de tiempo y de lógica, puesto que en un origen los dos eran uno. Pero el geólogo Osiris de León afirmó recientemente que no se unirán a pesar de compartir este pasado geológico y ha propuesto una hipotesis que parece explicar por fin el origen misterioso de estas crecidas. Ambas formaciones junto con la laguna de Cabral son remanentes de un antiguo canal marino que comunicaba la bahía de Neiba con el actual Puerto Príncipe (la capital haitiana). Este pasado sugiere que, hace miles de años, la sierra Baoruco estaba separada del resto de la isla Hispaniola. Aquí es donde reside la razón de los nuevos canales subterráneos que parecen dar de beber al lago Enriquillo, parte de las aguas del lago Sumatra drenan al Enriquillo gracias a que el terreno que los divide es altamente permeable.
Además, como el lago Enriquillo es excepcionalmente profundo, está a unos 40m bajo el nivel del mar, la única forma de perder agua es la evaporación pero si esta no se produce o su volumen de agua crece sin control (como pasó en 2007, cuando las lluvias descargaron 700 mm de lluvias en sólo 5 días, en un valle donde la precipitación media era 450 milímetros al año), su nivel sube hasta recuperar espacios y tierras vecinas que, desde siempre, le han pertenecido. Estas lluvias provocaron no solamente el crecimiento del nivel de estos lagos sino también que se llenaran los acuíferos cavernosos de las vecinas sierras de Neiba y Baoruco, que drenan también de forma subterránea a estos lagos. Así, el drenaje, especialmente hacia el lago Enriquillo, se multiplicó por tres en poco tiempo, lo cual explicaría su espectacular crecida y el cambio climático producido en la zona. Sin embargo la diferencia de alturas entre el Sumatra y el Enriquillo impediría que los dos lagos se unieran definitivamente, aunque cada día parecen estar un poco más cerca.
Fuente: The Hispaniola Lakes
Más información:
www.nytimes.com/2014/01/12/world/americas/rising-tide-is-a-mystery-that-sinks-island-hopes.html?_r=0