“Puedes tener la misma sensación perdido en la montaña leonesa, que en la Amazonia”

Antonio Liébana, fotógrafo de naturaleza y también de publicidad, arquitectura y viajes, impartió una apasionante e intensa clase magistral en el Jardí Botànic, organizada por Foro Valencia Foto el pasado mes de julio. En esta entrevista comparte con Espores su motivación y entusiasmo por su profesión.

¿Qué cualidades necesita un buen fotógrafo?

Aunque siempre se destaque en una disciplina en concreto, concibo al fotógrafo de naturaleza como un profesional multidisciplinar con experiencia en diferentes campos fotográficos, ya sea paisaje, macrofotografía o fauna. Generalmente, salvo trabajos monográficos, un reportaje de un espacio o aportar fotografías a un sumario de cualquier publicación, no se completa únicamente con fotografías de fauna o paisaje; todas necesitan apoyo unas de las otras para completarse. El trabajo de fotógrafo lo comparo con cualquier trabajador por cuenta propia en la capacidad de adaptarse al momento en el que vivimos, tener una buena planificación en el trabajo, perseverancia y constancia absoluta.

¿Cómo te ha llegado la idea de hacerte fotógrafo de naturaleza?

Todo empezó con la admiración del mundo natural a través de la figura de Félix Rodríguez de la Fuente y con muchísimas salidas de montaña alrededor de la Sierra de Madrid, a partir de ahí intenté captar esas vivencias vividas, hasta hoy, que se trata de mi medio de vida. Me considero un verdadero afortunado.

¿Qué es lo que más te apasiona de tu profesión?

Me considero un verdadero privilegiado por poder dedicarme activamente a lo que me apasiona y doy gracias por ello a diario. Todo gira en torno a la fotografía, hasta el punto en el que piensas que todo es fotografía, desde un paseo por la ciudad, hasta el más remoto viaje. Muy pocas veces pienso que es un trabajo, más bien todo forma parte de un proyecto fotográfico que se va sucediendo poco a poco y todo va fluyendo entorno a esa convicción.

¿Cuál es la parte más oscura o aburrida de la vida de un fotógrafo profesional?

Creo que oscura ninguna, cuando haces lo que te apasiona. Las dificultades de las horas de campo y las horas de espera, el frío o el calor de cualquier campaña fotográfica las afrontas como retos no como problemas, forman parte del juego. Quizás lo más duro es vivir gran parte del año alejado de mi mujer, por ello procuro compartir el mayor número de proyectos con ella.

¿Cómo planifica un viaje un fotógrafo profesional?

La planificación normal de cualquier proyecto. Puedes tener viajes de tres días a la montaña para fotografiar una especie concreta con más necesidad logística que cualquier expedición al continente africano. El trabajo empieza en casa con la documentación del país que visitas, es la experiencia la que te ayuda a mejorar en cada viaje sobre las necesidades y vivencias vividas.

Las fotos de fauna más espectaculares son las más publicadas y vistas, por lo que pueden parecer casi habituales al público, pero ¿qué esfuerzo hay detrás de esas imágenes y cómo son de frecuentes en la naturaleza?

Las fotografías de acción siempre presentan un plus, así como las que presentan la vida a través de las pautas de comportamiento. Anticiparse a esos momentos es el fruto de conocer las especies a través de horas de observación. Prácticamente cada especie tiene un comportamiento genérico pero es el individuo de esa especie el que te permite hacer la gran mayoría de estas fotos. Esto, sumado a horas y horas de trabajo, es cuando empiezan a venir los resultados.

Como fotógrafo de naturaleza ¿qué te falta por hacer?

Como os comentaba, la vida en si es un proyecto fotográfico, así que espero no haber llegado ni a la mitad del proyecto…

¿Cuál es el equipo mínimo recomendable para un fotógrafo de naturaleza aficionado?

Lo más importante: muchas dosis de paciencia. A partir de ahí, un equipo réflex con ópticas desde un 17 a un 300 mm como punto de partida y muchas ganas de campear y documentarse sobre la especie que se pretende fotografiar.

La fotografía de naturaleza parece requerir técnicas muy diversas para poder reflejar desde grandes paisajes a cosas microscópicas. ¿Cuáles son las principales dificultades técnicas que hay que salvar para cada tipo de objeto fotográfico?

Cada motivo tiene una manera de trabajar, ya no solo por el tamaño, sino por su comportamiento, así como las condiciones lumínicas en las que se encuentren.

¿Cuál ha sido hasta ahora tu reto más importante como fotógrafo?

Poder vivir de ello desde hace más de 12 años. En sí, eso ya es uno de los mayores retos. Son muchos los proyectos que se te pasan por la cabeza y cuando se presenta la oportunidad de realizarlos, las prisas no son buenas y en la fotografía de naturaleza a veces toca días de espera, meses o años, a que todo esté donde tiene que estar y tú puedas fotografiarlo. Es una cuestión de paciencia.

¿Cuáles han sido tu viaje más lejano y tu experiencia más cercana que recuerdes con interés?

Un viaje lejano no tiene por qué ser marcado en horas de avión, puedes tener la misma sensación estando perdido en plena montaña leonesa, donde trabajo frecuentemente, que en plena sabana africana o en la Amazonia. Actualmente he obtenido momentos muy gratificantes a escasos minutos de mi casa de Madrid en un proyecto fotográfico de fauna. La fotografía está en todos los lados.

¿Qué podrías aconsejar a un fotógrafo debutante que quiere sacar también fotografías de naturaleza?

Perseverar y perseverar.

También eres famoso por tus fotos publicitarias, pero ¿qué te gusta más? ¿Tiene este campo de la fotografía ventajas o desventajas en comparación con los safaris fotográficos?

Todas las campañas tienen su interés, cuando estas metido en harina. Salvando la técnica y la preparación para cada trabajo, en el momento en el que está todo listo para disparar, las pulsaciones se disparan, lo mismo al fotografiar en estudio un packaging para una campaña alimentaria o un trabajo de arquitectura, que en plena acción con fauna; la concentración es la misma. En mi caso, sucede algo curioso, soy un desordenado confeso, pero cuando trabajo me vuelvo un metódico escrupuloso y la autocrítica y el inconformismo personal creo que forman una parte importante del proceso creativo, hasta el punto que disfruto en todos los casos y nunca veo el momento de terminar, siempre hay algo por mejorar.

Más información: http://www.antonioliebana.es/