Entrevistas

9 Feb 2024

10 preguntas verdes a… Paco Inclán

Entrevistar a alguien que se dedica a escribir es enriquecedor porque las respuestas siempre, siempre, son mejores que las preguntas. Y es lo que nos pasa con Paco Inclán, un escritor, profesor y contador de historias que ha colaborado varias veces con el Botànic y con uno de sus proyectos más especiales, el certamen de pintura y narrativa rápidas Inspirados por el Botànic. Él también ha estado muy inspirando, tanto que ha publicado novelas, ha coordinado proyectos de creación literaria, tiene un narrashow y una biblioescuela para impartir talleres de creatividad literaria, de escritura narrativa, y de español para migrantes y refugiados. Con su último proyecto, Lenguas del mundo, nos lleva de viaje por la diversidad lingüística de nuestro planeta, llena de misterios, anécdotas y palabras mágicas. Le robamos un momento para habla de reciclaje, de sabores vegetales, de paisajes de pasado y de futuro, y por qué no, para decirle que nos gustaría perdernos con él a disfrutar de una buena excursión por la naturaleza para crear, con la ayuda de las plantas, un nuevo idioma.

¿Cuál es tu primer recuerdo de naturaleza?

Las subidas al Garbí con la familia las recuerdo como una gran aventura, trotando arriba y abajo. Años después subía al Garbí en bicicleta con los amigos. Volví hace unos meses y llegué ahogado a la cumbre. Supongo que puedo medir mi decadencia física en función de cómo me sienten las subidas al Garbí.

Y un lugar verde donde ibas de pequeño

El parque de Benicalap es un espacio que visitaba a menudo. Recuerdo que cuando niño me parecía un bosque interminable. Volví ya de mayor y flipé como había cambiado mi escala respecto a las medidas del parque. Por ejemplo, yo recordaba haber cruzado unas grandes cataratas cuando en realidad eran unos pequeños chorros de agua…

Cuando vaya a tu casa la planta que nunca encontraré es…

Tengo un modesto jardincito en el balcón donde hay un poco de todo. No creo que le tenga fobia a una planta en concreto, tampoco soy de los que hablan mucho con ellas. Por cierto, el primer fin de semana de mayo se celebra el Día Mundial de la Jardinería Nudista, alguna vez he participado íntimamente desde casa. Es un tipo de riego muy liberador.

¿Cual de las 4 R practicas más: reducir, reutilizar, reciclar o recuperar?

Reducir sin duda, no soy muy consumidor de nada. Tampoco es un decrecimiento muy reflexionado. Simplemente no me gusta el gesto de ir a comprar ni hacer cola ni probarme ropa ni pedir la cuenta ni dar muchas vueltas buscando algo. Intento practicar una existencia minimalista en la que cuando menos cosas necesito, mejor. La mayoría de necesidades materiales que tenemos son inducidas.

Un sabor vegetal que odias y uno que te fascine

Me gusta mucho el brócoli, a pesar de que no sé porque no lo como más a menudo. En general me gustan los vegetales, no tengo rechazo por ninguno.

El invierno para ti es tiempo de…

Hacer una escapada entre semana a Denia, cuando no hay nadie. Cuando cae la tarde me encanta pasear por la playa vacía. Y por la mañana practicar la pareidolia, que es el arte de buscar animales, árboles, rostros, etc. en las formas de las nubes.

Si revolviéramos en tu armario, ¿encontraríamos botas de montaña?

Mi inventario personal de zapatería es muy reducido: unas chanclas para el verano, dos pares de zapatos para cuando empieza el frío y otras de ir por casa. Tengo una amiga que dice que mis zapatos nunca mueren, se regeneran. De montaña no tengo, puede ser porque disfruto más los paseos por terrenos llanos.

¿Qué paisaje podría inspirar tu próxima historia?

Para citar la que tengo más presente: unos acantilados en el oeste de Irlanda que son el escenario de un relato que estoy escribiendo desde hace tiempo o pensando en escribir. Es un viaje por la Gaeltacht, la zona de Irlanda donde mejor se conserva la lengua gaélica.

¿Crees que regalar flores o plantas está pasado de moda?

No tengo clara la respuesta, pero considero que es un regalo precioso. Mi padre lleva cuarenta y nueve años regalando un ramo de rosas a mi madre por su cumpleaños. Y ella continúa haciéndose la sorprendida. Es un gesto de esos que te aferran a la vida.

Si te pierdes, ¿en qué jardín te encontraremos?

Me gusta mucho perderme, andar sin ninguna orientación ni intención. Durante un tiempo tuve mi estudio en el Cabanyal-Horta, un proyecto autogestionado que también tiene un jardín comestible, es decir, parcelas donde vecinos y vecinas del barrio gestionan pequeños cultivos por autoconsumo. Me encanta el proyecto y el espacio. Por otro lado, no es exactamente un jardín, pero la huerta de Godella, mi pueblo, también es un lugar verde donde me he perdido más de una vez. Y aprovecho para mencionar los talleres de escritura que hemos convocado en los últimos años en el Jardí Botànic… siempre es un placer perderse, inspirarse y escribir por sus rincones.

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Revista de divulgación científica del Jardí Botànic de la Universitat de València.
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