10 preguntas verdes a…Íngrid Lafita
La comunicación es la pasión de esta periodista nacida en Vilafranca del Penedés, crecida en Torreblanca y que actualmente hace vida en Valencia. Una devoradora de libros graduada también en Comunicación Audiovisual y especializada en Comunicación y Divulgación de la ciencia, que ha trabajado en la revista Mètode, ubicada en el Jardí Botànic de la Universitat de València, y en Diari La Veu como responsable de las secciones de Ciencia y Medio Ambiente, y ha colaborado en medios como La Vanguardia, À Punt y Viajes National Geographic. El Parque Central y el antiguo cauce del Túria son sus refugios verdes por excelencia cuando tiene que inspirarse, reflexionar o simplemente pasear. ¿El resto? Leed el cuestionario y descubrid como de impregnado está el verde en su vida.
¿Cuál es tu primer recuerdo de naturaleza?
Seguro que no es mi primer contacto con la naturaleza, pero sí el que me ha venido antes a la cabeza para responder la pregunta: las excursiones al Prat de Cabanes-Torreblanca con la Escuela de Verano del pueblo.
Un paisaje que podría inspirar tu próximo reportaje.
Peñagolosa. A pesar de que me he criado en Torreblanca, en la Plana Alta, he escrito poco sobre paisajes de las comarcas del norte. Por tanto, el gigante de piedra y su entorno podría ser una buena fuente de inspiración para un futuro reportaje.
Si voy a tu casa la planta que nunca encontraré es…
…ninguna que requiera una mínima atención por mi parte o que pueda ser víctima de la Pando, mi gata. Tuve un poto, que no sabía que era tóxico, e igualmente lo destrozó; por suerte, sin consecuencias para el animal. Actualmente, tengo cinco cactus diferentes, un ficus, una sansevieria y una planta de jade. Todas ellas, como se puede comprobar, plantas muy agradecidas y fáciles de mantener en vida.
¿Qué de las 4 R practicas más: reducir, reutilizar, reciclar o recuperar?
Trato que sea la primera, reducir. Para mí, es la más importante. El resto son complementarias para disminuir el impacto de las acciones y los consumos, y claro que hay que tenerlas en cuenta y practicarlas, pero el cambio tiene que empezar desde el momento inicial, desde el primer eslabón del proceso. Sin embargo, confirmo que la R que más practico es la de reciclar, puesto que esa la hago en todo momento. En casa, cada residuo va en su bolsa o cubo, y después al contenedor correspondiente.
La primavera es tiempo de…
… recuperar la ropa de entretiempo y disfrutar de las actividades al aire libre antes de que tengamos que sufrir las temperaturas infernales –que cada vez llegan más pronto–. Para mí, son buenos días para hacer un picnic en un parque, pasear por la tarde, tomar algo en una terraza a la fresca…
¿Tienes alguna peli, canción o libro que te haya marcado donde la naturaleza sea la protagonista?
No sé si diría que me ha marcado, pero sí que me hizo llorar y salir del cine con mal cuerpo… Hablo de la película Alcarràs de Carla Simón y esa transición energética –no necesariamente ecológica– a expensas de arrasar los cultivos, el territorio, el paisaje. En cuanto a libros, pienso en La drecera, de Miquel Martín i Serra.
Herbero, romero en la paella, infusión de timón, linsones… ¿cuál es tu #plantagastronómica preferida?
Diría que la ajedrea de unas buenas olivas rotas.
¿Con qué aroma botánico viajes automáticamente en el espacio o en el tiempo?
Espliego, romero y jazmín. El espliego me traslada al parvulario, donde elaborábamos un tipo de colonia con esta planta con la ayuda de la maestra. El romero, a casa mis abuelos y las friegas con alcohol para aliviar la pesadez de toda la jornada en el campo. Y el olor de jazmín son las noches de verano en el pueblo.
Un jardín donde perderte.
Cuando busco la inspiración para escribir, sea del tema que sea, visito el Parque Central de Valencia y me estoy un rato. Llego sin tener las ideas claras y me voy con medio reportaje o artículo ya redactado en una libreta o en mensajes de móvil enviados a mí misma. Cuando lo que necesito es desconectar, dedicarme un tiempo, reflexionar o concentrarme, bajo al antiguo lecho del Túria y, si hace falta, incluso me adentro en el Parque Natural del Túria xino-xano.
El cambio climático ya nos ha tocado a la puerta, ¿llegamos tarde?
Desgraciadamente, a estas alturas no podemos acabar con el cambio climático. Pero sí que tenemos que continuar trabajando para limitar el aumento de la temperatura, para mantenernos dentro de un margen de seguridad que nos permita seguir viviendo nuestras vidas, y no sobreviviendo. Es decir, llegamos tarde a ‘hacer desaparecer’ el cambio climático, o a volver a puntos anteriores, pero estamos a tiempo de impedir que el cambio climático sea peor, que sus consecuencias sean más graves. Eso sí, no hay tiempo que perder con acciones tímidas o dudosas. Y, obviamente, no hay tiempo que perder con acciones claramente anticlimáticas que solo contribuyen a empeorar e incluso acelerar el proceso.