Chatsworth House: Un jardí històric mirant al futur
Hoy visitamos un jardín inglés con mucha historia de la mano de El Bloc de la Tabla, la publicación colaboradora que mes a mes nos acompaña de jardín en jardín contándonos los secretos y curiosidades de estos oasis verdes. Hoy hablamos de Chatsworth House. ¿Nos acompañas?
Los jardines históricos pueden o no llamar nuestra atención. Es posible que lleguen a parecer excesivamente suntuosos. En ocasiones, incluso, nos hacen pensar en abusivos privilegios. Pero, independientemente de nuestros gustos y opiniones, el valor patrimonial de los jardines históricos no hay manera de discutirlo.
Para evitar esa clase de prejuicio y observar los jardines históricos en perspectiva, os propongo una visita virtual a un jardín inglés: Chatsworth House. Con el fin de hacer esa visita más atractiva, voy a empezar la casa por el tejado.
Chatsworth House, la mansión de los duques de Devonshire
No me interesa extenderme mucho hablando de los orígenes que dan sentido histórico al jardín de Chatsworth House, una gran mansión británica del tipo que suele denominarse como country house (palacio rural similar a las villas italianas y chateaus franceses). Mansión de los duques de Devonshire, con una superficie de 400 hectáreas, que incluye jardines, prados y bosques en el condado inglés de Derbyshire. Los jardines ocupan algo más de cuatro hectáreas y en ellos se incluye el jardín diseñado por Capability Brown (Lancelot Brown), paisajista y arquitecto británico, que está considerado el padre de la jardinería y paisajismo inglés.
Dos personas y una Victoria amazónica vinculadas a Chatsworth
Como comentaba al inicio, en esta visita no nos vamos a remitir a la historia de esa mansión, sino que nos pondremos en situación hablando de dos personas que han estado vinculadas a este jardín histórico en dos momentos de la historia muy distantes entre sí.
Hace algo más de un año se anunciaba que Chatsworth House iba a ser la sede de la próxima edición del festival de jardines, plantas y flores que la sociedad británica de horticultura, la Royal Horticulture Society (RHS), celebrará el próximo mes de junio de 2017. RHS Chatsworth Flower Show se unirá a otros festivales organizados anualmente por la RHS en Chelsea, Wisley, Hampton Court, Tatton Park, Cardiff, Harlow Carr, Rosemoor, Hyde Hall y Malvern.
Seguimos por el tejado y continuamos en el año 2015, cuando Dan Pearson, un reconocido paisajista británico, descubrió en los jardines que rodean a Chatsworth House, algunos rincones íntimos, dentro de las 42 hectáreas de espacio verde, formados por espacios silvestres y áreas cubiertas de musgo; zonas claramente poco visitadas y que presentaban un aspecto un tanto abandonado. Eso le valió a Pearson para encontrar un punto de conexión, desde su perspectiva naturalista, con el paisaje formal y rodeado de opulencia de Chatsworth. Conexión que le ayudaría a diseñar el jardín que presentó en Chelsea Flower Show 2015 y que le valió la medalla de oro en ese festival.
Ya tenemos a una persona muy relacionada con este jardín histórico, Dan Pearson. Para hablar de la segunda persona tenemos que viajar en el tiempo y situarnos en los orígenes de Chatsworth House. Me refiero a Joseph Paxton, jardinero en Chatsworth en 1826. Paxton construyó una veintena de invernaderos y modificó el jardín de Chatsworth, introduciendo especies exóticas y jardines rocosos gigantes.
Entre los logros de Joseph Paxton, también se le atribuye el de conseguir el primer híbrido de nenúfar, que bautizó como Nymphaea Devoniensis en honor a su patrón, William Spencer, Duque de Devonshire. Se supone que es un cruce de Nymphaea rubra y Nymphaea lotus, aunque algunos expertos consideran que puede tratarse del resultado de auto-polinización de la Nymphaea rubra. Sea como sea, floreció por primera vez el 12 de abril de 1951 y continuó haciéndolo hasta octubre, lo que le da uno de sus valores más preciados: su prolongada floración.
Paxton también fue el descubridor del nenúfar gigante en la Guayana Británica, hito que le valió el título de Caballero. Hojas de dos metros de diámetro, una flor mayor que una calabaza y olor parecido al de la piña. Los horticultores ingleses, tras ese éxito, se pusieron a competir para lograr cultivar la Victoria amazónica en suelo británico. Y ganó Paxton: el nenúfar se cultivó por primera vez en Kew Gardens, y desde allí enviaron una planta a Chatsworth. Fue en ese estanque especial donde floreció por primera vez.
Posteriormente, cuando la hija de Paxton, Annie, tenía 7 años, posó vestida de hada sobre una hoja de un nenúfar gigante en el estanque de Chatsworth; imagen que se hizo popular, convirtiéndose en motivo fotográfico. Además, se dice que a Paxton le sirvió para comprender que si esa hoja podía soportar mucho peso se debía al armazón voladizo que formaban las nervaduras de la hoja.
Y, como se suele decir, una cosa llevó a otra, porque ese hecho le sirvió de modelo para construir la estructura de una bóveda con trescientos mil paneles de cristal, sostenidos por una estructura de vigas de hierro entrecruzadas, en The Crystal Palace (El Palacio de Cristal), construido para la primera Exposición Universal –Great Exhibition of the Works of Industry of all Nations– en Londres en 1851. Inicialmente ubicado en Hyde Park, en 1954 se trasladó a una zona en el sur de Londres conocida como Upper Norwood. Allí permaneció hasta que fue destruido por un incendio en 1936.
La gran bóveda de cristal se había convertido en una maravilla de la ingeniería y sus trabajos llegaron a ser el gran triunfo del diseño y el modelo que inspiraría a los arquitectos e ingenieros victorianos. Hoy en día, todavía existen elementos de esa estructura que se utilizan en los edificios modernos.
El patrimonio de Chatsworth
El valor patrimonial de esta mansión incluye asombrosos tesoros artísticos, como la colección privada de dibujos antiguos más valiosa del mundo, con ejemplos de Leonardo, Rafael, Tiziano, Parmigianino, Durero, Brueghel, Van Dyck y Rubens.
Cuenta, así mismo, con pinturas de Rembrandt, Poussin, Gainsborough y Lucian Freud, estatuas de Canova y un gran acervo documental y de artes decorativas. Desde 1549 el edificio y sus terrenos circundantes pertenecen al linaje Cavendish, que ostenta el título de duques de Devonshire.
Las exposiciones e instalaciones que tienen lugar al aire libre son otro de los alicientes para quienes visitan los jardines y el parque de Chatsworth. Realmente interesante es la reciente instalación Beyond Limits, donde se exhibían esculturas de gran formato de diferentes artistas contemporáneos.
Chatsworth House también es conocida por sus apariciones en el cine. Ha sido empleada como localización de diversas películas de época, como Orgullo y prejuicio (2005) y La duquesa (2008), ambas protagonizadas por Keira Knightley. La segunda de estas películas se centra precisamente en Georgiana Cavendish, una antepasada de los actuales propietarios de la mansión. Otro filme de renombre rodado parcialmente en Chatsworth fue El hombre lobo (2010), con Benicio del Toro y Anthony Hopkins.
Chatsworth con los jardineros y paisajistas del futuro
Pero, además de su patrimonio monumental y artístico, el valor paisajístico de esta mansión hace reflexionar acerca de la importancia de mantener espacios históricos llenos de riqueza e inspiración para futuras generaciones. El próximo año, tanto jóvenes como consolidados paisajistas y jardineros podrán presentar sus proyectos de jardín con una clara visión de futuro. Los cultivadores tendrán la oportunidad de exhibir sus plantas más novedosas en un entorno histórico único. También la comunidad local podrá poner su granito de arena en ese evento y todos los profesionales y los aficionados que tengan la oportunidad de acudir, disfrutarán, no solo de ese festival, sino también de bosques, prados y jardines rodeados por un muro de 2,8 kilómetros de longitud que esconde numerosos tesoros botánicos.
Podría decirse que, después de todo, el más valioso patrimonio de Chatsworth House hoy en día está en la capacidad que ha tenido de saber conservar esa propiedad sin dejar de mirar al futuro.