Un oasis en medio de la Albufera
Alba Marmaneu nos explica cómo funciona El Tancat de la Pipa. Un espacio en La Albufera dedicado a la conservación de las especies y a la divulgación del valor de este símbolo de la ciudad.
En una pequeña parte de La Albufera se puede escuchar el canto del las aves desaparecidas en el resto de las zonas, peces nadando en aguas transparentes y una gran biodiversidad de flora que se abre camino entre el humedal. Esta zona corresponde a tres humedales artificiales que han vuelto una parte del encanto de la Albufera.
Deterioro de La Albufera
La Albufera está constituida por más de 21.100 hectáreas, las cuales, albergan una gran biodiversidad y unos parajes muy característicos. Es unos de los lugares más singulares de la Comunidad Valenciana, convirtiéndose en un símbolo para Valencia pero la presión antrópica de las últimas décadas ha ocasionado gaves problemas ambientales.
La Albufera. Imagen de Ignacio Conejo
Durante los años 60, la expansión industrial y la presión urbanística de la zona redujeron y alteraron la Albufera, perturbando el régimen hídrico, contaminando las lagunas y colmatando el suelo. Todos esto, junto con el aumento de la caza, la pesca y la agricultura de la zona redujeron la biodiversidad y pusieron en peligro su valor ecológico.
Declaración como Parque Natural de la Albufera
Después de observar todos estos problemas, gracias a la presión de los ciudadanos, el 23 de julio 1986 la Generalitat nombró a la Albufera Parque Natural otorgándole un sistema de protección y de conservación.
Imagen de Tancat de la Pipa
A pesar de la nueva regulación, muchos de los aspectos de este parque siguen vigentes en la actualidad, como es el caso de la disminución de la calidad de sus aguas y el gran deterioro de la biodiversidad.
Al considerar todos estos problemas, durante años se ha intentado restaurar gran parte de la zona pero el escaso terreno público, sólo el 17% de la Albufera, han dado pocas oportunidades a las administraciones para llevar a cabo actuaciones dirigidas a recuperar los valores naturales de esta zona.
Proyecto LIFE: Albufera
Aunque se han llevado múltiples proyectos para restaurar la Albufera, uno de los más innovadores fue la creación de tres humedales artificiales: el Tancat de la Pipa, el Cerrado de la Isla y el Cerrado de Milia que actúan como filtros verdes.
Logo Proyecto Life Albufera
El Tancat de la pipa constituido por 16 hectáreas y el Tancat de Milia formado por 33,4 hectáreas fueron promovidos por el Ministerio de Medio Ambiente a través de la empresa pública Acuamed. Por otra parte, el Tancat de la Pipa que fue desarrollado antes y abarca 40 hectáreas, se creó gracias a la exportación de tierras para ampliar la Desembocadura del Barranco del Poyo que tenía el objetivo de evitar inundaciones en los municipios que se encontraban en su recorrido. Una vez expropiadas las tierras, se dieron cuenta de los efectos de este proyecto ya que tendría un fuerte impacto negativo en la laguna y decidieron crear el primer humedal artificial, llamado el Tancat de la Pipa.
Tancat de la Pipa. Imagen de la Conferència Hidrogràfica del Xúquer
El Tancat de la Pipa fue creado en 2008 en el norte de la laguna, está gestionado a través de un acuerdo de custodia del territorio por dos ONG: Acción Ecologista Agró y SEO / Birdlife. Este humedal destaca por su plan de uso público que permite que más de 20.000 personas lo visiten y lo conozcan.
Estas tres zonas funcionan como humedales artificiales o filtros verdes, que retienen los nutrientes y mejoran la calidad del agua que entra en las lagunas y posteriormente llega a la Albufera.
Un laboratorio al aire libre; el Tancat de la Pipa
Los terrenos ganados a la Albufera mediante los aterramientos realizados en la antigüedad han sido reconvertidos en marjal retirando la tierra pero manteniendo el flujo hídrico que regaba los campos originales, con las mismas entradas y salidas.
Imagen de Life Albufera
El agua pasa por todo el sistema hasta llegar a una turbina y dos bombas instaladas más recientemente que bombean el agua, y permiten que salga filtrada a la Albufera. Para mantener la calidad del agua se realizan controles periódicos mediante sondas situadas a la entrada del sistema y en la salida. Si en algún caso el agua no cumple con los parámetros mínimos de calidad esta es devuelta a los filtros verdes mediante un rebombeo para lograr una mejor calidad.
El funcionamiento de los filtros verde se basa en la propia capacidad de depuración de las zonas húmedas para filtrar las aguas de la laguna mediante las propias plantas del marjal como la enea (Typha domingensis) una de las más abundantes. Con ayuda de la flora, el agua que circula entre ellas, deposita parte de su carga de contaminantes orgánicos y las plantas absorben una parte importante de estos contaminantes. De esta manera se consigue un agua de buena calidad, acrecentando la riqueza del hábitat.
Imagen de Kiko Alario Salom
La información que se recoge permite averiguar los parámetros óptimos de funcionamiento del sistema de depuración y con ello, se podrán conseguir las claves de la eficiencia de los filtros verdes para intentar construir un sistema de filtros que consiga recuperar la calidad de toda La Albufera .
En la actualidad se han observado que los resultados son bastante buenos aunque no siguen unos patrones constantes sino que varían cada año. Sin embargo, se puede observar un aumento en la calidad de las aguas y, como resultado, un aumento de la biodiversidad.
Imagen de Tancat de la Pipa
Tras varios años en funcionamiento, en los tres humedales artificiales, se ha podido observar todas estas mejoras. Los filtros verdes han favorecido la disminución de nutrientes y sólidos suspendidos reduciendo el grado de eutrofización, y por lo tanto han aumentado la transparencia del agua. Esto ha permitido la recuperación de múltiples plantas sumergidas gracias a la llegada de la luz solar al fondo y al aumento de oxígeno en estas aguas.
La flora y las especies de peces también se han incrementado creando un ecosistema en equilibrio y mucho más complejo. Han aparecido especies que habían desaparecido debido a la mala calidad de sus aguas pero que ahora forman parte de este entorno.
Por todo ello, hay que concienciar e informar a la gente sobre la importancia de este proyecto y de la forma de participar. Mediante el humedal correspondiente al Tancat de la Pipa, se llevan a cabo una serie de actividades que van dirigidas a todos los públicos, desde los más pequeños hasta los propios cazadores de la zona.
Actividad en el Tancat de la Pipa por el dia mundial de las aves. Imagen de Tancat de la Pipa
En este centro se realizan actividades como el anillamiento de especies migratorias en familia, observación de microorganismos en microscopio, visitas guiadas o incluso jornadas de bioconstrucción. Mediante estas actividades, se consigue una mayor aproximación de los ciudadanos a esta zona y se enseña la gran tarea de este proyecto que intenta recuperar un paraje tan particular como la Albufera.