Inspiración natural ¡DIY con fibras vegetales!
En esta ocasión, nuestra bloguer Baladre nos introduce en el mundo del macramé para aprender a hacer cosas sencillas, bonitas y prácticas para nuestro hogar utilizando fibras vegetales. ¡Toma nota!
La técnica del macramé me ha parecido siempre una de las técnicas más handmade que existen. El macramé es el arte de hacer nudos decorativos. De hecho, la palabra macramé, en sí, es una palabra de origen francés que significa nudo y que a su vez deriva de la palabra turca makrama y la palabra persa mikrama con el mismo significado. ¡Como veis se trata de una práctica muy antigua que ha perdurado hasta la actualidad!
Y es que es una técnica muy fácil de practicar ya que sólo se utilizan las manos para ejecutarlo. Así, pueblos como los persas y los asirios (2300 a.C.) ya utilizaban este arte con gran maestría, seguidos por los árabes que más tarde lo llevaron a Europa, y los europeos a su vez hasta América, donde los caribeños utilizaron este arte para confeccionar sus típicas hamacas de nudos.
Por una parte, la clave de esta técnica artesanal radica en el tipo de nudo que utilices. En el macramé básico destacan el nudo plano y el nudo cote, que crean cenefas o trenzas con los que podremos elaborar todo tipo de bolsas, telas, maceteros, lámparas, tapices de pared y cortinas. Pero en realidad podemos utilizar hasta más de 50 nudos diferentes, como el nudo chevron, el mazorca, el diagonal, el zig zag, el nudo del cabo, el nudo simple, la doble trenza, la trenza, nudo plano, nudo infinito, nudo espiral, nudo cuatro, etc. ¡En éste vídeo tutorial podrás aprender los nudos básicos y después aplicarlos a los diseños que más te interesen!
Origen natural 100%
La otra parte esencial de esta técnica son los materiales que se utilizan y en ese sentido las fibras naturales son sin duda las reinas del macramé. Concretamente el hilo de algodón, el yute y el lino, que son de origen vegetal, ¡son las fibras más utilizadas!
Planta del algodón
El algodón es un tipo de fibra fina, blanda y resistente que se extrae de diferentes especies de plantas del género Gossypium que pertenece a la familia de las malváceas. Cinco son las especies más utilizadas a nivel comercial: G. arboreum (originario de la India y Pakistán), G. herbaceum (originario del sur de África y la península arábiga), G. barbadense (originario de América del sur) y G. hirsutum (originario de América central, México, el Caribe y Florida). La longitud de la fibra y las características agronómicas de la planta marca la diferencia entre las unas especies y otras, siendo G. hirsutum, la más extendida a nivel mundial.
Pero, ¿de qué parte de la planta se extraen las fibras? Pues concretamente del fruto, de forma capsular y dividido en diferentes valvas, que al madurar se abre y proyecta hacia fuera unas bonitas prolongaciones filiformes blancas y rizadas que rodean las semillas. Son como pequeños copos de nieve que dan un aspecto muy llamativo a las plantaciones, ¡todo un espectáculo!. Además, con el algodón conseguimos tejidos frescos y ligeros por eso no es de extrañar que sea la fibra natural más utilizada.
Proceso de extracción de las fibras del yute
Por otra parte encontramos el yute, conocida como la “fibra dorada” y que es larga, suave, brillante y bastante fuerte. Se extrae principalmente de la corteza de la planta Corchorus capsularis, conocida como el yute blanco, y también en menor medida de C. olitorius, el yute rojo. En concreto de los vasos de floema situados bajo el tallo principal de estas plantas, que crecen sólo en áreas de tierras bajas tropicales con una humedad del 60% al 90%. Y por eso el 95% de su producción a nivel mundial se ha concentrado en países como la Índia y Bangladesh.
En cuanto al lino, decir que fue una de las primeras fibras en cultivarse. Ya se utilizaba en la prehistoria y como curiosidad decir que a lo largo del tiempo ha servido para envolver momias en Egipto o como soporte para crear los lienzos de los grandes pintores europeos. Y es que es una fibra larga, fina, ligera, fuerte y sedosa, aunque menos elástica que el algodón y por eso tiene tendencia a romperse y a arrugarse más fácilmente. Se extrae principalmente de los vástagos de la planta Linum usitatissimum que crece mejor en latitudes templadas del norte, en donde los veranos son húmedos. Así, los productores líderes de lino se encuentran en el norte de Europa, Francia, Bélgica y los Países Bajos, pero seguidos de cerca por países como China, la República de Belarús y la Federación Rusa.
Planta del lino
Todas estas fibras son fáciles de encontrar en nuestros comercios habituales. Así que para practicar el macramé, sólo tienes que elegir la que más te guste y después conseguir una superficie en la que puedas sujetar la labor que vas a realizar. Bastará con algo que sujete los hilos, algún tipo de pinza o similar, y una base cómoda donde apoyarte mientras vas trabajando y estés cómoda/o.
!Practica el macramé!
Así pues, e introduciendo esta técnica en la decoración del hogar y jardines, he encontrado estas maravillas que seguro que podrán inspirarte y te ayudarán a elegir tu primer reto manual en macramé:
Hamacas: si te das cuenta, lo bonito de estas hamacas es que el dibujo final es diferente en cada una de ellas. Tanto en interiores como al aire libre da un aire bohemio… ¡y de relax absoluto!
Los diseños que más me han llamado la atención son los hechos con hilos blancos o blancos rotos. ¡Preciosos!
Columpios: más que una hamaca que, sinceramente, quedan muy bonitas pero ocupan bastante… esta idea del columpio la veo mejor. ¡Además que son rebonicos!
¿No es ideal? ¡Exótico a más no poder!
Sillas: ¡esta silla me tiene loca! Y me da a mi que, con un poco de paciencia, se puede conseguir, si algún día lo hago mostraré el resultado.
Cunas: este post surgió porque navegando por Pinterest (quien me sigue ya sabe que es mi gran fuente de evasión inspiración) vi esta preciosidad de cuna, ¡y me enamoré! ¡Es preciosa!
Camas: ¡sí, hay cunas y también hay camas! Y esta con la base de troncos de madera y las cuerdas gruesas colgando del techo fue la ganadora de todas las que encontré.
Decoración; ¡ya lo sé! Sé que algunos tenemos mini-pisos y no tenemos espacio para cosas tan chulis, me incluyo entre los aludidos… ¡No problem! Estos objetos decorativos son nuestra solución si nos ha picado el gusanillo y queremos tener algo de estilo macramé en casa.
Iniciarse en la técnica es fácil y en internet hay un montón de tutoriales. ¿Te atreves? El más básico es este y seguro que lo has visto ya… maceta colgante, ¡ideal para exponer tu suculenta favorita!
Otro DIY muy sencillo de realizar es este, y que quieres que te diga… ¡yo ya visualizo ahí mi objeto decorativo para mi mini-piso! ¿Lo ves tu? En resumen, el macramé es bonito, bohemio, artístico, decorativo e ideal, y a demás está elaborado a partir de fibras vegetales ¿Te animas a probarlo?
Imágenes: Pinterest