Un verano agroecológico en Macastre
Os presentamos el proyecto de Carlos e Inma, la Huerta-Jardín del Boticario, un lugar donde aprender a convivir con la naturaleza gracias a las visitas guiadas por el huerto, las degustaciones de productos frescos y los paseos por la historia del pueblo de Macastre. Para ambos su huerta es su forma de vida y por eso puedes aprender de sus experiencias gracias a los cursos y talleres que ofrecen. ¡Y qué mejor momento que el verano!
Inma y Carlos comparten vida y proyecto desde 1989. Ella nació en Macastre y él en el barrio de Ruzafa, en Valencia. Juntos se iniciaron en la agricultura ecológica en 1997 y juntos también gestionan la Huerta-Jardín del Boticario, una experiencia de Dinamización Local Agroecológica, donde dignificar el trabajo de los pequeños agricultores y agricultoras, no sólo por lo que representan como elemento de producción, sino también en la conservación del paisaje, de la biodiversidad, de nuestro mundo rural y su cultura. En sus propias palabras.
Inma és responsable del cuidado y la reproducción del banco de semillas y de la elaboración de los preparados para el huerto
Han convertido su proyecto en su forma de vida y desde 2011 están instalados en Macastre. Hace seis años arrancaron el proyecto del que hoy os hablamos restaurando la casa y el diseño en permacultura de la Huerta-Jardín. Pero primero, conozcamos sus focos de inspiración y su filosofía.
La agricultura sinérgica y natural
El trabajo de Carlos e Inma se inspira en la agricultura sinérgica, desarrollada por Emilia Hazelip, agricultora biológica catalana quien establece las cuatro leyes fundamentales de la agricultura sinérgica procurando respetar el equilibrio entre especies y el ciclo natural de su hábitat que originalmente o inicialmente tiene una planta.
Inma complementa el trabajo en la huerta con el Taller de Artesanía “L´Allarriba”, donde realiza diseños originales de bisutería en micromacramé y elementos de decoración e iluminación con flores secas y prensadas
La primera norma habla de no realizar ningún trabajo sobre el suelo que implique cambiar o perturbar su estado inicial. La segunda, impide el uso de fertilizantes sobre la tierra o suelo así como ninguna sustancia química con el fin de desarrollar y establecer colaboraciones entre organismos benéficos que protejan los cultivos y permitan, a su vez, el crecimiento de todo el ecosistema, lo que correspondería con la tercera norma. La cuarta premisa se basa en reutilizar los desechos orgánicos del cultivo sobre él mismo.
Pero a su vez, Emilia Hazelip inspiró su decálogo en los preceptos de Masanobu Fukuoka un agricultor, biólogo y filósofo japonés autor de las obras La Revolución de una Brizna de Paja y La Senda natural del Cultivo, donde presenta sus propuestas para una forma de agricultura que es llamada Agricultura Natural o el método Fukuoka.
Nendo dango es una técnica de reforestación desarrollada por Masanobu Fukuoka. En este vídeo te explicamos cómo realizarla
El método de Masanobu Fukuoka persigue reproducir las condiciones naturales tan fielmente como sea posible. Sus practicantes afirman que el suelo se enriquece progresivamente y la calidad de los alimentos cultivados.
¿Qué hacer este verano en la Huerta-Jardín del Boticario?
Por una parte, Inma y Carlos ofrecen visitas guiadas, degustaciones y pequeñas excursiones a través de la Huerta-Jardín en las que muestran la forma de cultivar la tierra sin labrarla y sin emplear productos químicos de síntesis. También puedes disfrutar de degustaciones de productos de la propia huerta centrada en las diferentes variedades de tomates y en vino de diferentes tipos de uva.
Y no podemos dejar Macastre sin conocer la historia del pueblo a través de la agricultura. Por último, también ofrecen cursos teórico-prácticos que os proporcionan las herramientas básicas para diseñar un huerto de autoconsumo siguiendo los principios de la Permacultura y de la Agricultura Natural-Sinérgica.
¿Qué hay pòr allí?
Unos 1.600 m² de terreno rodean la casa del abuelo de Inma, restaurada y actual vivienda. Los terrenos poseían un sistema de riego por inundación pero hoy en día cuentan con riego por goteo que permite hidratar las tres zonas en las que se divide el terreno. Por una lado, bancales destinados a la producción intensiva de verduras y hortalizas en los que prevalece el no laboreo y la rotación de cultivos.
Por otro lado, el bosque comestible, cuenta con variedades antiguas de frutales y también arbustos y plantas acompañantes que favorecen la flora auxiliar. Y es que Inma y Carlos trabajan la prevención de enfermedades usando plantas que curan otras plantas.
Los setos también son protagonistas en la Huerta-Jardín del Boticario ya que toda la parcela se encuentra rodeada por un seto diversificado con más de 50 especies. Si la ciudad se te cae encima, escápate a este oasis donde podrás aprender la experiencia de Inma y Carlos y probar los frutos de la huerta.