El almanaque de noviembre
El almanaque de noviembre ya está en Espores y como siempre de la mano de Altocúmulo, que esta vez nos da las herramientas básicas por entender los mapas de las previsiones meteorológicas y distingir unos tipos de otros.
¡Bienvenidos al mes de noviembre! Si leen el encabezamiento del mes de octubre verán que nos encontrábamos ante la posibilidad de un bonito temporal de lluvias. Pero lo dejábamos ahí, con esa incertidumbre y al final, nada de nada. Los mapas previstos no fueron calcados a lo que finalmente ocurrió, es complicado…
Por cierto, ¿sabes cómo se leen estos mapas? ¿Sabes cuántos tipos de mapas tienes que consultar para saber qué va a pasar? Este mes te lo intentamos aclarar pero para empezar, repasemos lo relativo a las fechas señaladas del mes.
La luna y el sol
Cuarto menguante el 3 de noviembre a las 12:25 horas
Luna nueva el 11 de noviembre a las 17:48 horas
Cuarto creciente será el 19 de noviembre a las 6:28 horas
Luna llena el 25 de noviembre a las 22:45 horas
En cuanto al orto y ocaso del sol, noviembre es considerado como el mes más triste del año. Días cortos, con poco sol, la noche que se nos echa encima casi, casi al salir del cole… Pero, ¡atención! En octubre perdimos 74 minutos de luz. Vamos a ver: el sol en Valencia sale el día 1 a las 7 horas y 29 minutos. El día 30 saldrá a las 8:01 horas. Así que el sol sigue retrasando su aparición, amaneciendo 32 minutos más tarde. Y el ocaso será, el día 1, a las 18:01 horas, mientras que el día 30 será a las 17:39 horas.
Perdemos 22 minutos al anochecer, así que en resumen, obtenemos una pérdida de luz de sólo 54 minutos, frente a los 74 de octubre. Lo dicho, no hay mal que por bien no venga. El tobogán por el que nos deslizamos en octubre parece que se va moderando (y es que la hora del ocaso del día 30, casi casi, es la más tardía del año). El domingo día 1 fue la festividad de Todos los Santos y el día 9 se celebra Nuestra Señora de la Almudena, patrona de Madrid.
Mapas y más mapas…
Como decíamos al principio, siempre me ha parecido interesante saber qué, dónde y cuándo tenemos que mirar los mapas del tiempo si queremos tener una leve idea del tiempo que va a hacer (para el plazo que queramos). Vamos a aprovechar que noviembre es un mes de cierto inpass entre la explosividad del final del verano y la mayor tranquilidad (con reservas, claro), del inicio del invierno.
Mapa de símbolos de AEMET para la Comunidad Valenciana
Los mapas del tiempo podríamos definirlos de varias maneras. Por una parte, hay mapas del tiempo en los que se pronostica el tiempo que va a hacer mediante símbolos. Son los llamados mapas de símbolos y están ideados para el destinatario sepa, a golpe de vista, qué le espera en su zona. Por otro lado tenemos los llamados mapas sinópticos, cuya mera definición nos dicen que son mapas resumidos que tratan, en este caso, sobre alguna/s variables atmosféricas. Tenemos mapas de presión, de temperaturas, de vapor de agua… Vayamos por partes.
Mapas de superficie: en estos mapas se representan valores de parámetros que están medidos en las cercanías de la superficie terrestre (en realidad podemos considerar como superficie hasta una altitud de 1500 metros, pero no nos liemos más, de momento). Estos valores están representados mediante isolíneas, que son líneas que unen puntos de un mismo nivel. Así, podemos ver los siguientes mapas:
– Isobara: línea de nivel que representa puntos con la misma presión atmosférica.
– Isoterma: línea de nivel de puntos con la misma temperatura.
– Isohipsa: línea de nivel de los puntos con la misma cota.
– Isoyeta: línea de nivel de puntos con la misma precipitación.
Mapa isobárico de KNMI. El Servicio Meteorológico Holandes, el KNMI, tiene este tipo de mapas isobáricos, donde las líneas oscuras son las isobaras
Mapa de temperaturas de AEMET. Leyenda: AEMET genera este tipo de mapas para las temperaturas extremas. Las áreas están coloreadas, pero las isotermas son las líneas que dividen una y otra área coloreada
Mapa de áreas de precipitación del Ministerio de Fomento. Las áreas coloreadas son zonas con la precipitación comprendida entre uno y otro valor, pero las líneas que las separan son las isoyetas; es decir, líneas que unen puntos con el mismo valor.
– Mapas de altura: aquí se engloban los mapas que representan las situaciones atmosféricas a ciertos niveles de altura, niveles interesantes por algún motivo. Los mapas más usuales que podemos ver en los medios son:
– Mapa de situación a 500 hpa: esta presión, 500 hectopascales (o milibares) corresponde a la mitad del espesor de la troposfera; esto es, unos 5500 metros de altura. En este nivel es ideal para poder apreciar el movimiento de las masas de aire frías y cálidas que luego suelen tener su reflejo en la superficie terrestre.
Mapa a 500 hectopascales del modelo americano GFS. Temperatura.
– Mapa de situación a 300 hpa: Situado a unos 9000 metros de altura, en ellos podemos observar las características de la corriente en chorro. También tienen utilidad para la aeronáutica.
Mapa a 300 hectopascales del modelo americano GFS. Viento
– Mapa de situación a 850 hpa: en este tipo de mapas, para una altura de 1500 metros, podemos tener una idea de la presión existente a nivel del mar.
– Mapa de situación a 700 hpa: la altura aproximada en estos mapas es de 3000 metros. Útil para saber, por ejemplo, la evolución de las tormentas.
Mapa a 850 hectopascales del modelo americano GFS. Temperatura
Mapa a 700 hectopascales del modelo americano GFS. Geopotencial y movimiento vertical
Como vemos, hay muchos, muchísimos, casi infinitos productos para analizar e intentar prever el tiempo que hará y esto es una pequeña muestra. Los parámetros, índices y factores con los que trabajan los meteorólogos son muchísimos, con certidumbres no muy altas en ocasiones, por los que nunca debemos menospreciar su trabajo. Al final, la Naturaleza es la que manda, ahora y siempre. Y si lo que quieres es ampliar tus conocimientos, aún puedes matricularte en las últimas plazas del Taller de Iniciación a la Meteorología que impartiré en el Jardí Botànic de la Universitat de València. ¿Nos vemos en diciembre? Ay, que se acaba el año… ¡Hasta pronto!