El jardín de Munstead Wood, la casa de la paisajista y jardinera Gertrude Jekyll
La trayectoria de Gertrude Jekyll, influyente jardinera, paisajista, artista y escritora, empieza en un jardín experimental, su propio jardín en Munstead Wood. María José Holguín, de El blog de la tabla, nos acerca la figura de esta reconocida diseñadora de jardines, creadora de más de 400 jardines y famosa por sus esquemas de color, y del jardín de Munstead Wood, el principio de un largo y exitoso camino.
Cuando el arte y la jardinería se dan la mano, pueden suceder cosas casi mágicas. La paisajista inglesa Gertrude Jekyll (1843-1932) no fue conocida únicamente por su faceta como jardinera y horticultora. Era una artista, diseñadora e historiadora social, cuya obra llegó a ser muy apreciada por sus contemporáneos y su influencia como diseñadora de jardines aún se siente hoy en día.
Diseño de Jekyll en Hestercombe Gardens, Somerset. / Xilibber (Wikimedia Commons, CCBY 2.0)
Nació en Londres, pero pasó la mayor parte de su vida en Surrey, uno de los cuarenta y siete condados de Inglaterra, Reino Unido. Al final de su carrera había creado un total de 400 jardines, gran parte en el Reino Unido, pero también en otros países de Europa y tres en Estados Unidos. Todo comenzó en su jardín experimental, su propio jardín en Munstead Wood.
Casa y jardín de Munstead Wood. / Fernando Ruz https://chileangarden.blogspot.com
Gertrude Jekyll. El arte y los esquemas de color
No cabe duda de que Gertrude Jekyll llegó a ser una de las paisajistas más queridas del Reino Unido y su vida productiva giró en torno a las artes, llegando a ser una de las primeras exponentes del movimiento Arts and Crafts (Artes y Oficios) en Surrey. Incluso se podría decir que fue una jardinera “Arts and Crafts” antes de que ese movimiento emergiera con una identidad y nombres claros en 1888. Además, Jekyll estaba considerada como una experta en numerosas técnicas artísticas y practicó cada de ellas con el esmero y la dedicación propios de una artesana. Era pintora, bordadora, diseñadora de interiores, escritora y fotógrafa.
Más cerca de los artistas impresionistas que de los victorianos a la hora de utilizar el color, su gran aportación en el diseño de jardines fueron sus famosos esquemas de color a la manera “impresionista”. Unos esquemas que dejaron constancia de su dominio de la composición que, según ella, se rige por los mismos principios del arte: unidad, variedad, balance, contraste, proporción y patrón/ritmo.
Plano para jardín de flores de Jekyll. / Archive.org. A la derecha, retrato de Jeckyll de William Nicholson, pintado en octubre de 1920, encargado por Edwin Lutyens y donado a la Tate Gallery en 1921.
Basándose en ese planteamiento, utilizó el estilo propio del “Cottage Garden” aplicando su conocimiento de las teorías de armonización de los colores. De este modo, llegó a popularizar las fronteras o borduras de herbáceas, que mostraban una gran abundancia de color a través de las cuatro estaciones. Para lograrlo, elegía cada grupo de follaje y flores de forma que garantizaran los matices sucesivos a lo largo del año.
Jekyll, Lutyens y Munstead Wood
Gertrude Jekyll nació en Londres en 1843, pero tenía un gran amor por West Surrey, muy especialmente por la localidad de Bramley, donde creció, y Godalming, donde se estableció desde 1876 hasta su muerte en 1932. Desde su infancia, las plantas y las flores y su relación entre sí fascinaron a Jekyll, muy amiga de explorar senderos, brezales y bosques.
Su vida en Munstead Heath comenzó cuando ella y su madre viuda se mudaron a una casa recién construida, y fue allí donde se despertó su interés por la creación de jardines. En 1882, su madre le regaló un terreno que había comprado al otro lado de la carretera, con el deseo de que fuera un hogar para su hija después de su muerte.
En 1889, cuando Gertrude Jekyll tenía 46 años, conoció a Edwin Lutyens, que entonces tenía 20 años, hoy en día considerado como uno de los más importantes arquitectos británicos del siglo XX. Un encuentro casual que derivó en la estrecha colaboración entre ambos durante muchos años. Ella pidió a Lutyens que le diseñara una casa en el jardín que estaba construyendo. Una vez que Lutyens aceptó, ambos decidieron buscar inspiración explorando el paisaje y la arquitectura del sudoeste de Surrey en su carro de caballos.
Inscripción en la casa de Munstead Wood: ‘Built by Thomas Underwood for Gertrude Jekyll. Edwyn Lutyens Architect 1896’. / Fernando Ruz
Todo comenzaba a coger forma. Primero Munstead Wood Hut, el refugio que Lutyens construyó en 1894 como un lugar donde Jekyll pudiera vivir hasta que se construyera la nueva casa. Mientras tanto, ella avanzaba en la construcción de su jardín, así como el vivero y centro de jardinería. La venta de plantas cultivadas en ese vivero le permitió costearse los gastos de construcción de su nueva casa en Munstead Wood, que se inició en 1896 y llegó a ser una de las primeras obras maestras de Lutyens.
Munstead Wood. Bordura mixta principal. / Fernando Ruz
El jardín
Ahora que ya nos hemos situado en Munstead Wood, la casa de Gertrude Jekyll en West Surrey, sería una buena idea conocer su jardín. No en vano, también fue su jardín experimental y el lugar donde cultivó plantas y crio nuevas variedades, esas plantas que después utilizaría en su propio jardín y en los jardines que diseñó para sus clientes.
Vista al Jardín de Verano de Munstead Wood. / Gardenvisit http://www.gardenvisit.com.
El terreno, un área triangular de 6,1 hectáreas, se sitúa en una zona boscosa, con una pendiente ascendente desde su esquina noroeste. Jekyll transformó Munstead Wood gradualmente a lo largo de los trece años que vivió en The Hut, la casa provisional. Permitió que el bosque de pinos silvestres que había sido talado volviera a crecer, pero estrechando los árboles jóvenes. En el nuevo bosque, creó un jardín forestal con áreas de diferentes variedades, así como combinaciones de diferentes variedades, estableciendo en la base de cada una de esas áreas su propia plantación de herbáceas de flor y arbustos. Más cerca de la casa, los bosques se fundían gradualmente en el césped.
Borde mixto de herbáceas / Fernando Ruz
Los jardines estacionales
Los jardines estacionales, que florecían en sucesión a lo largo del año, ofrecían matices de color cuidadosamente arreglados: el “jardín de primavera”, el “jardín escondido”, el “jardín de junio”, y el borde herbáceo principal (Hardy Flower Border).
Jardín perdido en Munstead Wood. / Fernando Ruz
El borde herbáceo principal tiene 61 metros de largo y es la pieza central del jardín de Munstead Wood. Lo diseñó para que estuviera en su mejor momento desde julio hasta octubre. No obstante, siempre era necesario reponer o interplantar especies que permitieran que esa sucesión fuera realmente efectiva. Para ello, Jekyll contaba con sus propias técnicas. Una de ellas era entrenar algunas especies para que crecieran sobre las que ya se habían retirado porque su temporada había finalizado. Otra técnica utilizada era la de traer las plantas altas hacia la parte delantera de la frontera de herbáceas, con la intención de tapar aquellas especies más bajas que ya habían finalizados su ciclo o ya no tenían mucho que ofrecer. Por último, una técnica con carácter muy previsor, que consistía en tener en reserva una oferta de plantas de diferentes alturas y color de flor, cultivadas en el suelo en maceta, que servían para poder cubrir aquellos huecos que dejaban en las fronteras de herbáceas las bajas de algunas plantas.
Bordura mixta principal / Fernando Ruz
El huerto y el vivero
En el campo inferior construyó el huerto y el vivero desde el que proveía de plantas a sus clientes. En ese vivero, también crio variedades mejoradas de plantas, como algunas especies de Primula, un género que amaba y del que era una experta, llegando a construir el llamado Munstead Primrose Garden, un jardín de prímulas que, por cierto, inspiró The Nuttery, uno de los jardines creados por Vita Sackville-West en Sissinghurst Castle Gardens.
Invernaderos (vivero). / Fernando Ruz
El jardín de Munstead Wood, hoy
El jardín de Munstead Wood se hizo ampliamente conocido en su momento, gracias a las descripciones, planos y fotografías de Jekyll que aparecían en sus libros y en algunos de los más de mil artículos que escribió para diferentes revistas de jardinería, entre ellas Country Life Magazine y The Garden.
Floristería y casa para arreglos florales. / Fernando Ruz
Terraza norte. / Fernando Ruz
Hoy en día, el jardín permanece casi intacto gracias a esos documentos gráficos, que han ayudado a sus jardineros a mantener el jardín y recuperar algunas zonas, devolviéndolas a su estado original.
Solo se permite la entrada al público con cita previa y no están permitidos los grupos de más de 15 personas. Todos los detalles se encuentran en el sitio web:: www.munsteadwood.org.uk/.
Topiaria y Canna indica en Terraza norte. / Fernando Ruz
Equilibrar colores, formas y texturas a través del tiempo y dados los caprichos del clima inglés no fue una tarea fácil. De hecho, muchos opinan que Gertrude Jekyll pasó su vida buscando la perfección, sabiendo que la perfección nunca se lograría. También, buscó la forma de animar a otros a encontrar la satisfacción que puede llegar a ofrecer el diseño de plantación como arte. Creo que su propósito tuvo éxito, porque, hoy en día, el diseño de plantación desde el punto de vista del arte está más vigente que nunca y es, en gran parte, gracias al legado que ella dejó.