10 PLANTAS FÁCILES DE SEMBRAR EN PRIMAVERA
Si quieres que tu jardín luzca bonito y lleno de flores en las próximas estaciones, es un buen momento para cultivar nuevas especies en tu balcón o jardín. Así que si no dispones de mucho tiempo o espacio para hacer semilleros, Guía de Jardín te facilita el trabajo con esta especial selección de plantas que puedes sembrar directamente en el exterior, en la tierra, y que además no requieren de muchos cuidados.
La primavera ya está aquí y con las temperaturas en ascenso, sin riesgo ya de heladas, es el momento ideal para cultivar plantas nuevas a partir de semillas, que lucirán preciosas más adelante. Y es que el clima templado de nuestra zona, la costa mediterránea, con poco contraste entre el día y la noche, permite sembrar ya algunas especies directamente en exterior, para que las semillas se beneficien del aumento progresivo de horas de luz. Quien viva en otras zonas, donde todavía existan riesgos de heladas, tendrá que hacerlo dentro de casa, en contenedores o semilleros que se pondrán en una ventana orientada al sur para que reciban todo el sol posible.
Como sabréis, la siembra no siempre es una tarea fácil. Parece que sólo haya que introducir una semilla en la tierra y esperar a que crezca, pero hay muchos factores que influyen en el cultivo y cada tipo de planta puede tener sus propias necesidades especiales. Así que para facilitaros las cosas, hoy queremos hablaros de nuestro top ten de especies vegetales sencillas para reproducir en esta época, que podréis sembrar directamente en el suelo del jardín y que, con unos mínimos cuidados, germinarán sin dificultad.
1. El Girasol
Helianthus annuus
Esta planta es tan fácil de cultivar que hasta un niño pequeño las puede hacer germinar, de hecho recuerdo cuando mi hijo, en la etapa de educación infantil, me trajo entusiasmado una maceta con un pequeño girasol que había sembrado en el colegio. Y es que los girasoles, con esas flores grandes, alegres y llamativas tan características que se mueven en busca del sol, se pueden plantar tanto en el suelo del jardín como en macetas. Sólo hay que introducir sus pipas, las semillas, a un centímetro de profundidad y mejor en grupos de tres para asegurarnos que al menos una germine. Necesitarán entre seis y ocho horas de sol diarias, un riego constante para que el sustrato nunca quede demasiado seco y un buen drenaje. Existen diferentes variedades de girasol, desde las gigantes que pueden superarnos en altura hasta algunas más pequeñas, más apropiadas para el jardín u otros espacios más reducidos. Elegid la que más se adapte a vuestras necesidades pero, eso sí, a la hora de sembrar dejad un marco de plantación mínimo entre ellas de 50 cm, en las variedades más pequeñas, y de 90 cm para las más grandes. Cuando llegue el verano podréis disfrutar de sus preciosas flores que además atraerán a todo tipo de polinizadores.
2. La Caléndula
Calendula officinalis
La caléndula se reproduce con tanta facilidad que ya sin hacer nada es habitual que salgan nuevas plantas alrededor de donde hay una. Esta planta puede crecer tanto a pleno sol como a semisombra y aunque es habitual en climas templados resiste bien el frío del invierno. Podéis comprar las semillas en vuestro establecimiento habitual de jardinería y si ya tenéis algunas plantadas, sólo tenéis que esperar a que la flor se marchite por completo en la planta y recoger entonces sus semillas, ya que se desprenderán fácilmente. Para sembrarlas, sólo tenéis que elegir un lugar adecuado, preferiblemente con mucho sol, y colocarlas a uno o dos centímetros de profundidad, en grupos de tres. No necesita un suelo excesivamente húmedo, pero requiere de un buen drenaje y riego regular, sobre todo al principio para que la germinación se produzca adecuadamente. Una vez hayan crecido un poquito, unos siete centímetros, puedes reubicar las que hayan germinado y colocarlas a 50 cm de distancia. Conseguiréis unas flores preciosas y comestibles, que además funcionarán muy bien como repelentes de plagas gracias a su peculiar olor.
3. La Viola
Viola cornuta
La viola es una planta anual que pertenece a la familia que las violáceas. Existen numerosas especies y variedades que se utilizan como plantas tapizantes para decorar los jardines en los meses fríos, que es cuando florece. Es una planta económica que suele aparecer a la venta en otoño en todos los centros de jardinería y viveros, pero no es nada difícil conseguirlas a partir de semillas. Pero una vez las tengáis en vuestro jardín ya sólo habrá que esperar a que las flores maduren y guardar las semillas hasta la siguiente temporada. Al igual que las caléndulas, germinan con mucha facilidad, por eso tampoco es raro que aparezcan violas de forma espontánea en el lugar donde ya había una planta, a partir de semillas que cayeron de las flores y que estaban a la espera de un buen momento para desarrollarse. Para incorporarlas por primera vez en vuestro jardín sólo hay que repetir el mismo proceso que con las especies anteriores pero dejando una marco de plantación entre ellas de 30 cm y reubicando aquellas que hayan germinado en el mismo sitio. Habrá que colocarlas en lugares soleados, tanto en maceta como en el jardín, en sustratos muy fértiles y bien drenados. Para su siembra esperad mejor a finales de primavera o principios de verano.
4. La Alegría de la casa
Impatiens walleriana
Esta conocida planta herbácea es muy apreciada en jardinería, tanto por la belleza y abundancia de sus flores como por lo fáciles que son de cultivar y reproducir. Son plantas de rápido crecimiento y que no suelen dar problemas de enfermedades ni plagas. Necesitan temperaturas cálidas para desarrollarse y suelen morir en invierno si se dejan a la intemperie. Podéis sembrarlas en vuestro jardín de la misma forma que hemos hecho con las violas pero colocándolas en lugar más sombreado. Una vez las tengáis, conseguir sus semillas no será complicado, pero tienen un mecanismo curioso de dispersión con el que hay que llevar cuidado para que no se escapen. Y es que cuando la flor madura produce un fruto que contiene un buen número de semillas, pero que es como una pequeña cápsula a punto de explotar. Cuando llega el momento se abre con el mínimo roce y lanza las semillas a propulsión. ¡Es muy curioso ver este mecanismo!
5. El Guisante de olor
Lathyrus odoratus
El guisante de olor es una planta anual mediterránea, una especie peculiar de guisante que se caracteriza por el color y el aroma de sus flores. Esta trepadora crece con rapidez y necesita tutores donde agarrar sus largos y delgados tallos, además le gustan las ubicaciones soleadas pero de suelo húmedo. Cuando la flor madura produce una vaina llena de pequeños guisantes que son las semillas. Podéis sembrarlas en la tierra junta una cerca o pared, a una profundidad de dos o tres centímetros, y habrá que regarla regularmente pero sin llegar a encharcar el sustrato. Sus preciosas flores de dulce fragancia brotarán en el jardín durante todo el verano.
Semillas de guisantes de olor
6. La Vinca
Catharanthus roseus
La vinca rosa es una herbácea perenne originaria de Madagascar. Necesita temperaturas cálidas para desarrollarse bien y cuando llega el invierno, en nuestra latitud, se pone muy fea por el frío e incluso puede morir. Por suerte, es una planta que produce semillas con facilidad y lo hace en grandes cantidades, así que podéis reproducirla nuevamente sin problemas. Sus flores aparecen durante todo el verano y cuando se marchitan forman una vaina muy pequeña, parecida a la de los guisantes, con muchas simientes en su interior.
7. El Dondiego de noche
Mirabilis jalapa
El dondiego es una planta vivaz que pierde toda su parte aérea cuando llega el invierno, pero al llegar la primavera desarrolla sin problemas nuevos tallos, hojas y flores. Es una especie muy resistente y vigorosa que no necesita más que un emplazamiento soleado y riego regular. La semilla se forma en la base de la flor después de marchitarse y madurar. Son de color negro y tienen un buen tamaño, como el hueso de una aceituna pequeña. Germinan con tanta facilidad que alrededor de nuestras plantas de dondiego el suelo se llena de pequeñas plantitas que hay que ir eliminando o reubicando para que no lo invadan todo.
Semilla de dondiego
8. La Petunia
Petunia spp.
La petunia es una planta de hábito perenne en su hábitat de origen (Sudamérica) pero aquí solemos tratarla como planta de temporada. La razón es que no soporta el frío del invierno y si lo hace, el segundo año no produce flores tan vistosas como el anterior. Se suelen desechar cuando llega el otoño y se reemplazan por plantas de temporada invernal. Yo lo suelo hacer así pero, antes de arrancar la planta, dejo que las flores maduren en la mata y consigo semillas para sembrar a la siguiente primavera. Elegid la especie que más os guste en vuestro centro de jardinería habitual y sembradlas por primera vez en vuestro jardín a una distancia de entre 15 y 30 cm.
Pericarpio en una flor de petunia. Las semillas se forman en el interior.
9. La Valeriana roja
Centranthus ruber
Valeriana roja o milamores son los nombres comunes por los que se conoce esta planta. Se trata de una herbácea perenne nativa de la cuenca mediterránea, de fácil cultivo y bajo mantenimiento. Es una planta vigorosa, muy ramificada, que se llena de flores desde la primavera hasta el otoño. Sol y algo de riego es todo lo que necesita para brillar en el jardín. Cada uno de sus tallos produce densas cabezuelas de flores pequeñas que al madurar se transforman en semillas que se liberarán fácilmente gracias al viento. No os preocupéis si vuelan más allá de vuestro jardín, ya que estamos hablando de una especie autóctona en nuestro territorio.
Semillas “voladoras” de valeriana roja
10. El Perejil
Petroselinum crispum
El perejil es una de las hierbas aromáticas que más utilizamos en cocina, por eso nos encanta tener siempre en la terraza una maceta con una pequeña mata. Además es una planta densa, verde y muy decorativa entre otras plantas con flores. Ahora es el momento ideal para sembrarlo y así, disfrutar de las virtudes de un perejil casero y ecológico. Para germinar el perejil solo necesitáis introducir las semillas en el sustrato, espolvoreándolas, y mantenerlo húmedo. En tres semanas comenzarán a asomar los primeros tallos. La planta de perejil necesita mucha luz, pero no es necesario que el sol incida directamente sobre ella. Es una especie bianual, así que florecerá en su segundo año de vida. Es ahí cuando dejaremos secar las flores y podremos recolectar sus semillas para plantarla nuevamente.
Si investigáis un poco encontraréis muchas plantas que se pueden conseguir fácilmente a partir de semillas, pero esta es una selección de las que nosotras hemos probado y germinan bien y rápido. Esperamos que os animéis a cultivarlas en casa, en el suelo del jardín o en unas macetas de la terraza, y tengáis una primavera llena de flores y muy alegre.
Fotografías: Guía de Jardín, Pixabay