Botánica del mes: Pilar Soriano
¡Pilar Soriano es la botánica del mes! Profesora de botánica en la Universitat de València e investigadora en el Banco de Germoplasma del Jardí Botànic de la Universitat de València. Su trabajo le ha permitido conocer bien el territorio valenciano y el español pero también lugares lejanos. Trabaja en el Botànic desde hace casi veinte años desarrollando la rama que estudia la vegetación, la ecofisiología de las plantas y el comportamiento germinativo de las semillas. ¿Quieres saber más sobre su día día? ¡Adelante!
1. ¿Desde cúando trabajas en el botánico?
Después de algunas colaboraciones esporádicas antes de la reforma y de que se construyera el edificio de investigación, empecé a trabajar de manera permanente en el Jardín Botánico en el año 2000, cuando se crearon los institutos de investigación y me incorporé al Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva. Esto me dio la oportunidad de desarrollar mi investigación en las instalaciones del Jardín Botánico, donde continuo trabajando en la actualidad.
2. ¿Por qué te dedicaste a la botánica?
La verdad es que aunque siempre me gustó todo lo relacionado con la naturaleza, se puede decir que descubrí mi vocación casi por casualidad. Yo empecé a estudiar farmacia sin demasiada convicción y un poco orientada por mis padres que tenían casi apalabrada una oficina de farmacia para cuando terminara.
Con Manuel Costa, mi mentor, en Javalambre (Teruel)
Pasé el primer curso y empecé segundo con la certeza de que necesitaba hacer un cambio en mi vida y fue entonces cuando me encontre con la asignatura de botánica y con un profesor, Manuel Costa, que ponía tanta emoción en sus clases que era capaz de mantenernos una hora con la boca abierta y en ese momento cambió mi destino, decidí olvidar la “apalabrada” oficina de farmacia y supe que había encontrado mi camino. Empecé a colaborar en el departamento de botánica y a participar en las excursiones, recuerdo los largos días de campo en los que se trabajaba de sol a sol, el trabajo posterior en el laboratorio con el material recolectado o los primeros contactos con los alumnos, ayudando en las clases prácticas. A partir de ahí comenzó un largo camino que dura hasta ahora y puedo decir que sigo conservando la misma ilusión en mi trabajo y que no me he arrepentido nunca de aquella decisión.
3. ¿En qué consiste tu trabajo?
Mi trabajo tiene dos vertientes, por una parte la docencia en el departamento de botánica y geología, del que soy profesora titular, y por otra la investigación. En mis orígenes mi investigación estaba centrada solo en el estudio de la vegetación natural y su conservación, fundamentalmente a través de la fitosociologia, pero, en los últimos años me he incorporado a la investigación que se desarrolla en el Banco de Germoplasma del Jardín Botánico, colaborando con su conservadora, la Dra. Elena Estrelles, fundamentalmete en la línea de ecofisiologia y comportamiento germinativo de semillas, sobre todo en aquellas especies sometidas a distintos tipos de estrés.
Con Elena Estrelles, Conservadora del Banco de Germoplasma del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia
4. ¿Cómo es la situación laboral?
La situación ha cambiado mucho en los últimos años, los recortes de presupuesto en investigación han sido importantes y esto se ha notado mucho en la falta de la financiación que antes se obtenía a través de proyectos, tanto a nivel autonómico como nacional, pero sobre todo se ha notado en la falta de personal. Hace algunos años los laboratorios estaban llenos de gente joven que se incorporaba a la investigación a través de contratos o con becas para llevar a cabo una tesis doctoral y con la posibilidad, en algunos casos, de pasar a formar parte del personal fijo de los departamentos. En este momento esto es muy difícil, en la mayoría de los ocasiones trabajamos sin financiación y la incorporación de nuevos investigadores es prácticamente inexistente.
5. ¿Cómo ha cambiado tu trabajo con los años?
Desde que yo empece a trabajar las cosas han cambiado muchísimo, recuerdo el primer Land Rover sin aire acondicionado, con un calor insoportable que llegaba del motor y con un ruido que no te permitía ni hablar en todo el viaje a riesgo de volver sin voz.
De salida al campo, sin casi equipaje
También recuerdo los primeros trabajos con máquina de escribir y que cuando te equivocavas tenías que repetir desde el principio hasta el final. He vivido la llegada de los ordenadores con el adelanto que esto supone tanto para la docencia como para la investigación y sobre todo la llegada de internet, que ha supuesto un cambio radical en muchas coses como por ejemplo en la posibilidad de consultar en el momento trabajos publicados en revistas de otros paises sin necesidad del largo proceso que hasta entonces suponía. Todo esto era impensable cuando yo empece a colaborar en el departamento de botánica antes de terminar la carrera.
6. ¿Qué herramientas necesitas para hacer tu trabajo?
En primer lugar un vehículo con las condiciones necesarias para recorrer pistas y caminos no siempre en buen estado, además claves, cuadernos, prensas, sobres para guardar las semillas, tijeras, etc, y una vez recolectado el material y recopilada la información necesaria, ya en las instalacions del Jardín Botánico, todo el instrumental y equipamiento propio del Banco de Germoplasma, desde placas petri y medios de cultivo hasta lupas, cámaras de germinación, etc., y sobre todo mucho tiempo que, habitualmente es lo mas difícil de conseguir.
Trabajo de campo en Venezuela
7. Cuéntanos una anécdota divertida
Situaciones divertidas y curiosas he tenido muchas, sobre todo en las numerosas jornadas de campo por todo el territorio de la Comunidad Valenciana, y especialmente en los primeros años de la tesis doctoral, con la inexperiencia y el poco miedo al peligro propio de la juventud. Entre ellas el perderme por pistas durante horas, quedarme sin gasolina y tener que llegar a un pueblo empujando el coche o quedarme en la cima del Puigcampana rodeada por la niebla y tener que sentarme en una roca a esperar a que se disipara.
Recogiendo material vegetal con mi inseparable bolsa en Javalambre, Teruel (España)
Pero de las cosas más divertidas ha sido el trato con la gente del campo, su curiosidad y su extrañeza al verme con una libreta apuntando y cargada de bolsas de basura atadas a las trabillas de los pantalones, me han preguntado de todo desde “què, brossa per a fer pastissos?” o “agarrant herbes per als conills?” , entre otras cosas.
8. ¿Piensas que tu trabajo te permite aprender sobre temas no relacionados con la Botánica? ¿Qué?
Claro, yo creo que el botánico de campo tiene la oportunidad de aprender muchas cosas, a mí, mi trabajo me ha permitido recorrer casi todos los rincones de la Comunidad Valenciana, y gran parte de España.
Los Llanos (Venezuela)
Archipiélago de Los Roques (Venezuela)
Además, he tenido la oportunidad de trabajar en otros paises como Venezuela, Italia, Marruecos, Argentina, entre otros, y conocer su territorio, su cultura y su modo de vida. Además, mi faceta como docente me permite estar siempre en contacto con gente joven, de la que he aprendido y aprendo cada dia.
9. ¿Trabajas solo o en compañía?
Siempre he trabajado en equipo, en este momento el trabajo en solitario es impensable, la investigación necesita de un equipo para sacar un proyecto adelante. Además, en la actualidad la visión más amplia de la botánica y la incorporación de nuevas técnicas requieren incluso la colaboración de investigadores de otros campos, así como la participación de profesionales conocedores de estas técnicas como la microscopía, proteómica, etc. que son importantes como herramientas que complementan nuestro trabajo.
El Saler, Valencia (España)
10. ¿Eres alérgica a alguna planta? ¿O al polen?
Soy como el colmo del botànico, alérgica a casi todo, incluidas algunas plantas como el olivo o las gramíneas. Al principio era un problema, sobre todo en algunes épocas del año, pero con ayuda de los antihistamínicos y un poco de paciencia he aprendido a convivir con este problema.
11. Imagina que tienes tanto presupuesto como quieres, ¿Cómo sería entonces tu trabajo? ¿Qué cosas mejorarías?
Una parte importante del presupuesto lo dedicaria a contratar personal, que es lo más complicado en este momento. Esto nos permitiría desarrollar nuevas ideas y poner en marcha líneas de investigación complementarias que mejorarían nuestro trabajo.
12. ¿Qué época de la botánica te hubiera gustado vivir y por qué?
Me hubiese gustado vivir la época de las grandes expediciones científicas en las que convivian médicos, cartógrafos y dibujantes científicos con grupos de naturalistas como botánicos y zoólogos. Aquello era una aventura llena de dificultades, incluso alguno de ellos perdió la vida, pero el trabajo era apasionante y los resultados han sido fundamentales para el desarrollo de distintas disciplinas, entre ellas la botánica.
Subiendo el Gran Sasso (Italia)