Un jardín en cada maceta
¿Quieres tener un jardín en macetas? Tanto si tienes un terreno como si no, el cuidado de las plantas que crecen en maceta requiere técnicas y cuidados concretos. Guía de Jardín nos trae un resumen de cómo atender a nuestras plantas de forma correcta para que el mes de mayo cumpla con lo que promete, ser el mes de las flores.
Si te gusta la jardinería doméstica pero no tienes terreno para tus plantas, la jardinería en macetas es una solución que puede dar resultados tan satisfactorios como un jardín en el suelo. Diseñar y construir un jardín en contenedores es un reto al alcance de todo el mundo, pueden servir multitud de recipientes y se pueden realizar en cualquier espacio exterior: patios, terrazas, balcones, o incluso en una zona interior muy luminosa: galerías, solariums, etc.
Las macetas también pueden aportar color cuando las plantas no tienen flores, como estas suculentas: Agave y Hawortia. Imagen de Guía de Jardín
Plantas que florecen bien en macetas: Abelia, espina de cristo y lavanda. Imagen de Guía de Jardín
Nosotras tenemos un pequeño jardín en macetas en la terraza y, curiosamente, tiene muchísimas más flores que el jardín al uso que hay detrás. Los principios y prácticas de la jardinería en tiestos son los mismos que los de la jardinería a cualquier escala: buenos principios de diseño, sustrato de calidad y riego adecuado.
A gusto de cada cual queda el tipo de contenedores y macetas que van a albergar las plantas, pero incluso el contenedor más humilde puede acoger un pequeño jardín. También se pueden utilizar objetos reciclados o dar nuevos usos a cualquier cosa que pueda contener tierra: cubos, latas, cestas, etc. La imaginación es una gran aliada en el jardín, más aún si es un jardín en macetas.
Principios básicos; sustrato y tipo de plantas
Cuando se construye un jardín en macetas o contenedores de cualquier tipo, no hay que olvidar que todos ellos deben tener agujero de drenaje para que el agua no se acumule en su interior impidiendo a las raíces obtener el oxígeno que necesitan. Las plantas en contenedor necesitarán riego y alimentación con más frecuencia que si estuvieran en el suelo. El sustrato está más expuesto al calor y al viento y por tanto se seca más rápido. Parte de los nutrientes se pierde en el agua sobrante del riego debido a la lixiviación.
Alegría de la casa, una planta anual de gran impacto por su profusa floración. Imagen de Guía de Jardín
Puede que hayas leído que la tierra de jardín o del campo no es la más apropiada para las macetas, suele ser tierra demasiado arcillosa que puede contener hongos y albergar semillas de malas hierbas. En los viveros se puede encontrar sustratos para macetas de buena calidad de uso general o específicos para cada tipo de planta, pero también es posible preparar un buen sustrato en casa a partir de turba, compost, minerales y fertilizantes orgánicos como humus o estiércol. Con un buen sustrato aseguras un comienzo sano y vigoroso a las plantas de tu jardín.
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Las plantas se colocan por alturas: las más altas detrás, las más bajas delante. Imagen de Guía de JardínLas macetas permiten cultivar plantas que necesitan un sustrato especial. Estas hortensias están en un tiesto con un sustrato adecuado para plantas acidófilas. Imagen de Guía de Jardín
Si las macetas están al aire libre lo más recomendable es combinar plantas autóctonas o adaptadas al clima en el que van a crecer: son más fáciles de cultivar porque están habituadas a la insolación y temperaturas del lugar en que crecen. Aún así, la jardinería en macetas tiene la ventaja de que los recipientes se pueden mover, pudiendo llevar al interior plantas que en invierno se helarían, por ejemplo. También permite dedicar el sustrato adecuado a un tipo de plantas determinado, como nuestras hortensias, que requieren tierra ácida y precisamente es en macetas el único modo de cultivarlas en nuestro jardín.
Cómo organizarlas y combinar los colores
Para crear una composición con armonía y vistosa coloca las macetas más altas al fondo y por delante otras más bajas gradualmente. En una jardinera o un contenedor que pueda albergar más de una planta, pon las más altas detrás y delante las más bajas, incluso alguna que cuelgue y rebose por el borde de la maceta. Si tienes poco sitio, utiliza las paredes para colgar recipientes y componer un jardín vertical, aprovechando el espacio al máximo.
Las macetas se agrupan y se colocan lo suficientemente cerca para que las plantas se entremezclen y formen una masa homogénea. Imagen de Guía de Jardín
Como en cualquier tipo de jardín, combinar el color depende de los gustos del jardinero aunque siempre hay ciertas reglas para que tenga equilibrio. La gama de colores es muy amplia pero en jardines pequeños conviene optar por la discreción, dejando que predomine uno solo. Si se opta por varios colores, un efecto muy bonito es que una planta repita el color predominante en otra: el centro de la flor, el borde de los pétalos o incluso en las hojas.
Flores de nepeta y hojas de menta. Imagen de Guía de Jardín
El color del jardín no siempre hay que dejarlo recaer en las flores, hay plantas con follaje fabuloso con hojas de diferentes tonos y texturas que permiten al jardín mantener el interés durante todas las estaciones aunque no haya flores.
Cuidados del jardín en macetas
Como os decía al principio, el riego de un jardín en macetas es muy distinto al de un jardín en el suelo. Es de suma importancia observar las plantas para descubrir la frecuencia con que se debe regar. En general, si las macetas están en un lugar con mucho sol habrá que regar cada dos días, mientras que a la sombra puede ser suficiente hacerlo un par de veces a la semana. También influye la estación del año y el material del contenedor: las macetas de terracota se secan antes que las de plástico por su porosidad.
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¡Ah! Un consejo: nunca dejes que el agua del riego quede encharcada en un plato bajo la maceta durante mucho tiempo, es contraproducente por que impide que el sustrato drene correctamente y además, el agua estancada facilita la proliferación de mosquitos.
Para que las plantas crezcan sanas, estén bonitas y florezcan, hay que cuidar su alimentación. Al igual que los sustratos, existen fertilizantes de aplicación general que sirven para abonar todas las plantas en general y fertilizantes específicos para determinadas plantas como rosas, geranios, acidófilas, etc. Un buen plan de abonado: comienza la temporada con fertilizante orgánico (humus, guano o estiércol) y aplica alguno específico durante los meses de floración para garantizar un espectáculo de color.
Un pequeño jardín en macetas se puede construir prácticamente en cualquier sitio y es menos complicado que un jardín en el suelo. Las satisfacciones y recompensas que nos devuelven las plantas son muchas así que, desde aquí, os animamos a todos a construir vuestro pequeño oasis verde.