La plaga del mes de noviembre
Hasta ahora hemos repasado con Inés Perales las plagas que atacan nuestro huerto, la despensa o jardín pero hoy vamos más allá de nuestra propia casa o terreno de cultivo para adentrarnos en el bosque y saber un poco más de la oruga más asquerosa, la procesionaria.
La procesionaria del pino es la oruga de una mariposa nocturna (Thaumetopoea pityocampa Schiff) llamada así porque se desplaza en grupo formando unas características procesiones cuando van a enterrarse. Hablamos de un insecto defoliador que ataca las agujas de los pinos para alimentarse y que puede llegar a debilitar los árboles.
Ciclo de vida y biología
Las hembras adultas ponen los huevos (entre 120 y 300) en las agujas de los pinos y son capaces de discernir entre las diferentes especies de pinos gracias al aroma, el grosor y longitud de las agujas. La envergadura de las mariposas femeninas es de 36 a 49 mm, los machos son un poco más pequeños 31-39 mm y presentan abundantes escamas doradas.
Thaumetopoea pityocampa en procesión. Imagen de ahmed m. Fuente: FlickR
Las orugas nacen pasados unos 30-40 días e inmediatamente después de la eclosión comienzan a alimentarse en el mismo lugar donde emergen para después, desplazarse a otras zonas donde construyen los nidos de seda provisionales. Presentan 5 estadios larvarios, todos móviles, la longitud de una oruga recién nacida es de aproximadamente 2,5 mm y durante el primer estadio puede llegar a alcanzar los 5-6 mm.
La primera muda se produce a los 8-12 días y da lugar a segundo estadio larvario que dura dos semanas. Estas orugas pueden llegar a los 12 mm de longitud. El dorso de la oruga presenta unos pelos de color amarillo-anaranjado y de color blanco en el lateral entre los que aparecen unas manchas negras que acogerán a los pelos urticantes en estadios posteriores. Pasamos al tercer estadio larvario, (dura un mes) y es en esta fase cuando tiene lugar la formación de las bolsas o nidos de invierno y, por tanto, el emplazamiento definitivo de la colonia.
Adulto de procesionaria. Imagen de José Ramón P. V. Fuente: FlickR
Además, después de la muda la larva adquiere su aspecto típico definitivo, que varía en función de las condiciones climáticas de cada zona, por lo que el color del tegumento se hace más oscuro conforme la localidad es más fría. También en esta fase se forman los dardos urticantes, que pueden causar serias alergias en humanos y urticarias.
Durante el 4º y el 5º estadio larvario las orugas se vuelven más grandes y urticantes. Salen del nido por la noche para alimentarse a la vez que van tejiendo las bolsas. La duración del 4º estadio varía en función de la climatología de la zona, por lo que es mayor en áreas frías, en que esta fase suele prolongarse hasta el final de invierno, mientras que en las zonas cálidas puede reducirse a un mes. En esta etapa de alimentación intensa es cuando el árbol puede estar en peligro.
Unos pinos son más sabrosos que otros
Según la susceptibilidad a los ataques de procesionaria las especies de pinos pueden dividirse en dos grupos, el primer grupo está formado por Pinus nigra, Pinus canariensis y Pinus sylvestris. El segundo grupo lo forman Pinus pinaster, Pinus halepensis y Pinus pinea.
Cuando la procesionaria está ya instalada y durante los primeros años, la infestación sólo afecta árboles puntuales que quedan parcialmente defoliados pero pasadas dos generaciones, si las condiciones climáticas son favorables, la masa forestal puede quedar totalmente defoliada. Es en este punto cuando se produce una gran mortalidad de larvas por falta de alimento. Sin embargo, el proceso no tiene porque producirse exactamente así ya que puede detenerse, retroceder o avanzar dependiendo de las condiciones ambientales.
Tratamiento
La forma más directa de controlar esta plaga es la destrucción de las bolsas: corte, quema, aplastamiento o disparos de escopeta cuando la altura de los árboles los hace inaccesibles. La síntesis de la feromona sexual de la hembra de procesionaria ha permitido el uso de trampas para la captura masiva de machos para mantener bajos niveles de la población del insecto. Estas trampas se distribuyen en los bordes del pinar y en las zonas menos densas, que son las zonas de vuelo de los machos.
Acículas de pino mordidas
Muy ingenioso resulta el siguiente método: los pinos del primer grupo colocados en la reforestación en pequeños rodales dispersos en la masa actuarían como cebos, por lo que sólo sería necesario tratar estos pinos anualmente para mantener toda la masa limpia.
Los tratamientos químicos masivos se realizan con inhibidores del crecimiento usados sobre las larvas en primer estadio. En cuanto a los insecticidas microbiológicos basados en Bacillus thuringiensis se aplican sobre los tres primeros estadios larvarios.
Como veis, tampoco nos libramos de las plagas en los bosques así que si visitáis parques, jardines o cualquier pinar con de procesionaria, ¡cuidado! ¡Que tu mascota sonido se coma ninguna larva.