DIY: un huerto-pecera
Estamos acostumbramos a ver jardines llenos de plantas con vivos colores acompañados de aspersores, jardines con pequeños cultivos y algunos decorados con relajantes estanques llenos de peces de colores. Es hora de innovar nuestros jardines y decorarlos con una nueva forma de cultivo, la acuaponía.
Esta innovadora técnica no sólo se puede crear con sofisticados artilugios y en grandes extensiones sino que también se puede hacer en los hogares. Con algunos materiales fáciles de conseguir se puede tener en casa un pequeño huerto nutrido por los residuos generados por los peces.
Sistema aquaponía. Imagen de Amy Youngs
En la zona de siembra se encuentra el sustrato y las plantas que se quieren cultivar. Debajo de él se localiza otro recipiente que albergará los peces y el agua necesaria para su desarrollo. Finalmente, se va a construir una bomba de agua, la cual, a través de una serie de tubos, recirculará el agua y evitará que se desborde.
Materiales sencillos y fáciles de conseguir
Para poder crear nuestros cultivos acuapónicos necesitaremos dos cubetas de plástico de diferentes tamaños: una cubeta de unos 70 litros de capacidad donde colocar los peces y otra de unos 30 litros de capacidad donde cultivar las plantas. Lo importante del tamaño es que cuando se coloque la pequeña sobre la grande perpendicularmente encajen de forma adecuada para evitar que se pueda caer.
Imagen de hey tiffany!
Para formar el sistema de recirculación de agua necesitaremos materiales más complejos y variados. El agua circulará de la zona de los peces a la zona de las plantas y para ello, se requiere dos tubos de riego, uno de unos 12cm y otro algo más grande de unos 45cm. Es importante que tengan el mismo diámetro de unos 15mm y que puedan encajarse. En la parte final se va a tener que colocar un tubo pequeño de 90 grados para asegurar que el agua penetre al sistema de arriba, donde se encuentran los cultivos, que pueda encajar con los anteriores.
También será preciso contar con un grifo de 15mm para tener el control al abrir o cerrar el agua. Para que esta circule se requiere una bomba de agua para peceras con un caudal de, aproximadamente, 300 litros la hora que pueda encajar con los conductos anteriores.
Herramientas. Imagen de Francisco Gonzalez
Para conseguir que el agua vuelva a la parte inferior necesitaremos un tubo de PVC de unos 20mm de diámetro partido en dos partes, una pieza de 15cm y otra de 8cm. Además, requerimos dos entronques, uno macho y otro hembra que puedan encajar con los tubos anteriores. También, necesitaremos una campana y un protector de una altura algo más grande que el tubo de 8cm.
Otros materiales: un taladro, una broca de unos 10mm, otra de 19mm, un rollo de teflón recomendable para evitar fugas entre la unión de las diferentes piezas y una regla. Para evitar posibles lesiones es obligatorio trabajar con guantes.
Sustrato y bacterias nitrificantes
Finalmente, utilizaremos un sustrato adecuado para que se desarrollen las bacterias nitrificadoras y los cultivos que se quieran plantar. Uno de los más utilizados es la arlita que está compuesta por un material ligero fabricado por arcilla expandida cuyas propiedades son útiles en la jardinería.
Bolas de arlita. Imagen de Hogarismos
La arlita retiene una gran cantidad de humedad y al ser un material inerte y muy estable es químicamente neutro, por lo que evita emitir elementos tóxicos a las plantas. Otras de las características ajenas a la jardinería son su resistencia a la compresión, su capacidad de actuar como aislante térmico y acústico y su resistencia frente a la exposición al sol y a las altas temperaturas.
Además del sustrato, es obligatorio la presencia de bacterias nitrificantes como las nitosomonas y las nitrobacters que transforman el amoniaco producido por los peces por nitratos, necesarios para el crecimiento de las plantas. Se puede crear un filtro donde se localicen las bacterias formado por diferentes capas. La primera y la última de ellas estarán constituidas por una capa de esponja de grano grueso y entre ellas se encontrará un material filtrante biológico, donde se desarrollará una colonia de bacterias.
Este filtro se instalará en los tubos que circulan el agua desde el sistema de los peces hasta el sistema de las plantas.
Manos a la obra
Una vez tengamos todos los materiales empezaremos a crear nuestro sistema de acuponía casero. Primero, se marcará el centro de la cubeta pequeña en el fondo mediante la ayuda de una regla o una escuadra. Con ayuda de la taladradora se realizará un agujero de unos 19mm de diámetro gracias a la broca de ese tamaño. Hay que tener cuidado para no ejercer demasiada presión y dañar la cubeta. Para ello, es recomendable taladrarla apoyada en una madera colocada en el suelo.
Imagen de Abraxas3d
A continuación, se hace otro agujero en una de las paredes de la cubeta lo más arriba posible, de unos 10mm, para evitar que se desborde el agua cuando se rieguen las plantas. Una vez se tengan hechos los orificios se colocará en el agujero de la base los entronques (la hembra y el macho). El entronque macho se sitúa en la parte de dentro y el entronque hembra en la de fuera. Para evitar fugas de agua se puede poner un poco de teflón en el entronque macho antes de unirlo con el otro.
Campana y protector. Imagen de Geek2Nurse
En el interior de la cubeta, unido a los entronques, se debe acoplar el tubo de unos 15cm de largo, que determinará la altura de la salida del riego, y en el exterior el de 8cm. Para evitar fugas de agua se puede colocar algo de teflón antes de unirlos en los entronques. Hay que tener en cuenta que el tubo no debe sobresalir de la cubeta, por lo que el tamaño puede variar. Sobre de él se coloca la campana y el protector, para asegurarnos de que escape el agua cuando sea preciso.
Agua arriba, agua abajo
Una vez tengamos casi terminado el primer sistema, se unirán la cubeta pequeña con la grande. La pequeña se colocará perpendicularmente debajo de la grande intentando que encajen lo máximo posible. Hay que tener en cuenta que por el agujero de desagüe el agua que salga debe caer en el otro sistema y no al suelo, para evitar perder agua sobrante.
Imagen de Geek2Nurse
A continuación, se instalará la bomba de agua. Primero se unirá el tubo de unos 45 cm al grifo, y este al tubo más pequeño con el mismo diámetro. A la parte final del tubo más pequeño se debe juntar con el cilindro de 90 grados. Estos conductos se encargarán de llevar el agua desde el recipiente de los peces hasta los cultivos gracias a la bomba que irá conectada a un extremo del tubo más grande. Finalmente, se situará este sistema en las cubetas. La parte de la bomba se colocará en la cubeta de los peces unida al tubo mayor, de tal forma que el tubo de 90 grados llegue hasta el recipiente de los cultivos.
Preparación del sustrato
Al elegir la arlita como sustrato se tiene que preparar. Primero se tiene que hidratar un par de veces, para que pueda absorber la humedad y eliminar restos de materiales residuales. Se puede realizar en las mismas cubetas o en otro recipiente antes de instalarla en la zona de los cultivos.
Lactuca sativa, la lechuga. Imagen de fcastellanos
A continuación, se introducirá entre la arlita, el aditivo para la proliferación de las bacterias nitrificadoras, para que formen parte de este pequeño ecosistema.
Una vez se tenga preparado el suelo y el sistema de cultivo, se puede colocar el sustrato en el recipiente de los cultivos y probar la bomba del agua. Si se observa que no sobresale el agua y que el sistema de recirculación de esta actúa correctamente se puede empezar a plantar. Aunque se pueden cultivar una gran variedad de especies, se puede empezar con cultivos menos sedelicados como las lechugas o el repollo.
Los mejores peces para cultivar
En cuanto a los peces, se pueden tener todo tipo de organismos de agua dulce pero unos de los más resistentes son los tilapilas del género Oreochromis. Estos peces pueden aguantar altas densidades de poblaciones y son muy comunes.
Oreochromis mossambicus. Imagen de wikipedia
Es recomendable dejar que las plantas se desarrollen un poco antes de instalar los peces para que se puedan adaptar a su nuevo entorno. Cuando ya se tenga instalado el sistema de acuaponía en nuestros hogares sólo hay que acordarse de alimentar a los peces y recoger los beneficios que ofrece la plantación de cultivos en un sistema tan sostenible.