¡A la rica fresa!

Pequeñas, rojas y dulces, las fresas son una fruta recolectada desde la Antigüedad que destaca por su sabor intenso y por sus propiedades nutritivas. Pertenece el género Fragaria de las Rosáceas, una familia compuesta por dos millares de especies de herbáceas, árboles y arbustos distribuidos por las regiones templadas de todo el mundo. En la actualidad hay catalogadas más de 1.000 variedades de fresa y fresón, un indicativo de su gran capacidad de hibridación.

Aunque los pronósticos iniciales no eran del todo buenos, la campaña de la fresa en España no ha terminado del todo mal, al menos en términos económicos. Si bien entre diciembre de 2013 y marzo de 2014 las exportaciones subieron hasta un 33% respecto al mismo periodo del año anterior, lo cierto es que los precios en el mercado han ido a la baja, lo que preveía un final de campaña desastroso con pérdidas de hasta el 25%. Finalmente, el sector fresero ha cerrado su temporada con un descenso del 10,70% en su facturación no por la cantidad de producto recolectado y vendido (algo más de 278.900 toneladas) sino a la caída de los precios en los mercados europeos (principalmente en Alemania y Francia) durante los meses de marzo y abril, un hecho que obligó a adelantar el final de la recogida a principios del mes de mayo. A pesar de no ser “penoso”, el balance de esta campaña 2013-2014 tampoco puede calificarse como positivo: el aumento de la superficie dedicada a este fruto había sido de más de 6.000 hectáreas lo que hacía prever que las exportaciones llegarían hasta las 300.000 toneladas.

Fuente: www.horticulturablog.com

Económicamente, el cultivo de la fresa es muy importante para la agricultura de nuestro país, especialmente en la provincia de Huelva. En esta zona se cultiva más del 65% de la fresa española, siendo una de las regiones freseras con mayor reconocimiento a nivel internacional. Los motivos son varios. Por una parte, al sur de la provincia de Huelva se dan las condiciones naturales idóneas para su cultivo, como son un marcado clima mediterráneo subtropical (clasificado también como templado cálido), unas condiciones del suelo óptimas y una alta disponibilidad de agua de buena calidad. Por otra parte la expansión del cultivo de la fresa ha generado un desarrollo técnico, de estructuras y de dinamismo comercial que ha permitido salvar a esta región hasta hace algunos años deprimida económicamente. El extraordinario auge del cultivo de la fresa y el fresón onubense genera unos tres millones y medio de jornales al año y mantiene a muchos pequeños agricultores. También es importante recalcar que el desarrollo técnico y de estructuras ha generado un aumento de la fruticultura y la horticultura intensiva cada vez más importante en la provincia.

Además de Huelva, la comarca del Maresme (Barcelona), la Comunidad Valenciana y Extremadura son otros de los puntos de nuestro país donde el cultivo de la fresa y de fresón es importante, tanto al aire libre como en invernaderos. Francia y Alemania junto con Bélgica, Holanda y Reino Unido son los principales países que demandan la fresa y el fresón español, considerado temprano y de alta calidad. A nivel internacional, Italia, Israel y EEUU son los otros países productores de fresas, este último con California como región líder con casi medio millón de toneladas anuales (el 86% de la producción estadounidense).

Reina de los Valles, Camarosa y Carisma: origen, variedades y propiedades

El primer “antepasado” de la fresa tal y como la consumimos en la actualidad (Fragaria virginiana) es originario de América. Fue introducido en Europa por los colonos de Virginia a mediados del siglo XVIII. Aquella fresa era mucho más pequeña y con más sabor que la consumimos habitualmente. Con el tiempo, y debido a su gran capacidad de hibridación, se crearon distintas variedades en las que se fue “perdiendo” el sabor en beneficio de un tamaño mayor. La más común, la que mezclaba la citada Fragaria virginiana con una variedad de Chile llamada Fragaria chiloensis. El resultado fue la Fragaria × ananassa, de la que derivan todas las variedades de fresa que hoy se comercializan en el mercado. Estas fresas han reemplazado casi de forma universal a la Fragaria vesca, especie originaria de Eurasia y de la que ya hablaron Ovidio, Plinio o Virgilio. Esta fresa crece de forma silvestre en toda Europa y el norte de Asia, pero a la hora de cultivarla sólo era rentable hibridándola con los ejemplares americanos para obtener frutos más grandes. En la actualidad, esta fresa,”diminuta” de sabor fuerte puede considerarse un producto “gourmet”.

Fragaria virginiana

Fragaria chiloensis

Fragaria vesca 

Si hablamos en términos botánicos, la planta de la fresa es de tipo herbáceo y perenne. Los tallos se constituyen en un eje corto de forma cónica llamado corona. Las hojas se agrupan en falsas rosetas que se insertan en esta corona. Cada flor tiene entre cinco y seis pétalos, de 20 a 30 estambres y cientos de pistilos. Cada óvulo fecundado da lugar a un fruto de tipo aquenio. Los aquenios distribuidos por la superficie del receptáculo carnoso, estimulan el crecimiento y la coloración de éste, dando lugar a un fruto rojo y carnoso que es lo que llamamos fresa.

Los aquenios son cada uno de esos pequeños puntos amarillos que aparecen en la piel de las fresas y fresones

En el mundo se conocen más de mil variedades de fresas. Entre todas ellas destaca la variedad californiana conocida como Camarosa, que es la que más se cultiva en el mundo y que se conoce como “fresón”. Esta variedad fue desarrollada por la Universidad de California y para cultivarla los productores necesitan una licencia específica. La ventaja de esta variedad es que es precoz, es decir, de crecimiento rápido. Su color es rojo, muy brillante, con el interior de un rojo fuerte y de firmeza y sabor considerable. En nuestro país también se cultiva este tipo de fresón, especialmente en Huelva, pero no es nuestra única variedad de fresa. También encontramos, por ejemplo, la llamada Reina de los valles. Si bien la Camarosa es conocida como fresón, si hablamos de fresas ésta es la que más se consume en nuestro país. Sus frutos son más pequeños, y tienen un color rojo brillante en el apunta que en la parte superior se va aclarando hasta llegar a ser casi blanco. La pulpa de esta variedad extremadamente aromática tiene un sabor muy dulce.

Entre el resto de variedades de fresa podemos destacar la llamada Carisma, un fresón rojo suave y de tamaño grande capaz de adaptarse a cualquier tipo de suelo; la Irwing, que también es un fresón de color rojo mate con forma redondeada y achatada; la Selva, que es lo que se comercializa como fresas de verano silvestres y que son propias de los meses de julio, agosto y septiembre; o la fresa pájaro, que es un fresón de forma cónica, pulpa consistente e incluso dura y de color rojo uniforme, considerada una de las variedades comerciales más sabrosas.

Respecto a las propiedades de la fresa, se trata de frutas ricas en vitamina C y ácido cítrico y en Vitamina E, y se le atribuyen, igual que a otros frutos rojos, propiedades antioxidantes. También destaca por su aporte en fibra. La fresa es una fruta compuesta principalmente por agua e hidratos de carbono (fructosa, glucosa y xilitol) que aporta muy pocas calorías. A la hora de elegir fresas en el mercado es importante tener en cuenta que se trata de frutos muy delicados y perecederos. Hay que asegurarse siempre de que se trata de frutas gruesas y que tengan un toque brillante será un buen baremo para medir su frescura. Han de guardarse en un lugar fresco, oscuro y ventilado, y a poder ser esparcidas en una fuente o plato llano para que no se amontonen y aparezca su característico moho blanquecino que las estropea. Las fresas se conservan mejor con su tallo, por eso deben comprarse con éste intacto retirándolo una vez se hayan lavado y se vayan a servir o cocinar.