Frente al cambio climático, ¡más árboles!
El cambio climático es una realidad innegable y su origen humano también está claro. Es el momento de tomar medidas de todo tipo para combatirlo. Entre estas medidas deben incorporarse programas de reforestación muy importantes en los cuales tienen que participar las instituciones y también la ciudadanía a través de varias acciones.
Sí, ha pasado de nuevo, y exactamente igual que en otras ocasiones, no ha cambiado nada. Todo sigue igual. Nadie se ha asustado. ¿Y qué? Hace unas pocas semanas, el Grupo Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas avanzaba una parte de su último informe y con él también algunas conclusiones sobre el Cambio Climático. Nuevas informaciones científicas y el mismo resultado: un (pequeño) revuelo en los medios de comunicación durante unos días y a continuación un olvido casi absoluto del tema en estos medios, y en la sociedad en general ni siquiera el revuelo inicial, el tema pasó completamente desapercibido.
No hay que decir que, el cambio climático, sigue su curso y, tengamos o no tengamos conciencia o interés por él sus consecuencias serán las mismas. ¿O no?
Cómo ya decía antes, ahora hace unas pocas semanas se publicaron las principales conclusiones de una parte del último informe del IPPC donde los científicos aseguraban que el cambio climático es producido con un 95% de probabilidades por los seres humanos y sus actividades, y que ya existen efectos que se prolongarán durando al menos 1000 años, hagamos lo que hagamos. Y a partir de aquí aportaban la habitual batería de cifras sobre cuánto subirá el nivel del mar, el incremento de temperaturas, la pérdida de lluvias, etc., todas ellas ciertas y profundamente preocupantes.
Al mismo tiempo el IPPC hacía un llamamiento a actuar para hacer avanzar rápidamente el uso y mejora de las energías renovables y también para mejorar los océanos, los recursos hídricos y los bosques, como medidas para combatir el proceso del cambio climático y sus efectos. Y es que el cambio climático no es un tema que esté o pase de moda, es una realidad absoluta que nos afecta ya y que todavía lo va a hacer más en un plazo de tiempo relativamente muy corto. Que los efectos del cambio climático sean desastrosos o todavía más desastrosos depende de que empecemos a tomar medidas ya, sin retrasos, sin esperar a nada más.
Vale, ¿y qué hacer?, ¿por donde tirar?
Todas las plantas, con el proceso bioquímico de la fotosíntesis, utilizan luz solar como fuente energética y agua, dióxido de carbono y sales minerales para generar su propia materia orgánica. Dependemos de ellas para todo, para respirar, para comer. La supervivencia de la biosfera tal y como la conocemos, y a la cual estamos adaptados nosotros como especie, depende de ellas. Y ellas tienen que ser también unas aliadas preferentes en la lucha contra el cambio climático.
Las plantas son las mejores “máquinas” de que disponemos para extraer de la atmósfera el CO2, el principal gas de efecto invernadero (por su cantidad en la atmósfera, que no por su poder como Gas de Efecto Invernadero (GEH), puesto que hay otros GEH con más capacidad para potenciar el efecto invernadero, como por ejemplo los óxidos de nitrógeno, el metano o los gases fluorados, pero que están a la atmósfera en cantidades muy inferiores), puesto que lo utilizan para hacer la fotosíntesis.
Así que la ecuación está ya terminada: a más plantas creciendo, menos CO2 en la atmósfera y menos impacto del cambio climático.
Una de las estrategias fundamentales para combatir el cambio climático tiene que ser la recuperación de la mayor cantidad de terreno forestal, donde hacer crecer bosques de nuevo, como almacenes de carbono, un carbono que no estará ya a la atmósfera, un carbono que, mientras forme parte de los troncos, hojas, ramas o raíces de los árboles, arbustos, hierbas… y del suelo de esos bosques, nos beneficiará y no será ningún problema ni para nosotros como especie ni para el conjunto del planeta.
Por supuesto que se tienen que impulsar políticas muy ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como por ejemplo cambios en los sistemas de producción energética (justo lo contrario de lo que está haciendo actualmente el gobierno) o de movilidad, reformas en los sistemas de producción industrial y de transporte pero también programas para proteger y recuperar l las zonas boscosas. Esto último realmente ya lo prevé la nueva “Estrategia valenciana contra el cambio climático. 2013-2020”, aprobada en febrero del presente año, y que acoge medidas como las de reforestación de varios tipos de terrenos (M054), la prevención, lucha y seguimiento de los incendios forestales y sus efectos (M056) o la protección, acondicionamiento y desarrollo de zonas verdes urbanas, con el uso de vegetación con una alta capacidad de captar CO2 y empleando especies autóctonas (M026). Ahora sólo hace falta que se pongan en marcha de verdad y no sólo permanezcan escritas en un documento.
Estas tienen que ser medidas que tienen que nacer desde las entidades que nos gobiernan, pero además estas entidades también tendrían que apoyar con fuerza otras iniciativas que la propia sociedad civil realiza a través de varios colectivos como podrían ser los ejemplos de los grupos que promocionan el uso de la bicicleta o los que realizan actividades para recuperar y proteger espacios rurales y naturales. No se tiene que dudar de que cualquier árbol es beneficioso en este asunto, cualquier árbol que podamos plantar será un amigo y un aliado frente el cambio climático, sólo un árbol ya es importante.
Existen muchas oportunidades para plantar nuestros árboles, tanto en las ciudades y pueblos como en el medio natural, eso sí, si lo hacemos en una zona natural tendremos que tener cuidado y plantar ejemplares de especies autóctonas y muy adaptadas al terreno donde hagamos la plantación. Sólo hace falta que te unas a las iniciativas que ya hay para recuperar montañas y valles, para volver el verde a nuestros paisajes, para ayudar a menguar ese cambio climático que se nos viene encima. Cuántos más árboles crezcan por todas partes mucho mejor.
Y sí, si nos tomamos un poco de interés, entre todos podremos conseguir que los efectos del cambio climático sean menos importantes. Es fácil, lo podemos hacer plantando más árboles para hacerle frente, una fórmula sencilla en manos de todos.
