En mayo, mimaremos las tomateras
Si el mes pasado plantábamos tomates, pimientos y berenjenas en nuestro huerto, ahora toca cuidar las matas para conseguir unos frutos de lo más lustrosos este verano. Más consejos de Carmen Latorre, la hortelana del Botánico.
Como dice el refrán “si plantas tomates y pimientos tendrás entretenimiento”. Y es que mayo es un mes en el que vamos a dedicarle mucho tiempo a estas plantas, sobre todo a las tomateras (Solanum lycopersicum), que son las que más trabajo nos van a llevar. Además, suben las temperaturas así que no olvidéis protegeros del sol e hidrataros continuamente si queréis aprovechar el buen tiempo para disfrutar de nuestro huerto.
En primer lugar, para conseguir unos buenos tomates este verano es imprescindible practicar una poda racional a las matas. Hay que desullar!, es decir, eliminar los brotes laterales sin flor que vayan naciendo en las axilas de la unión de las hojas con el tallo. ¿Para qué? pues para tener una sola guía central más fuerte y conseguir un porte más erguido que nos permita tutorarlas mejor.
Desullar las tomateras
Para ello utilizaremos unas tijeras bien afiladas y siempre procurando dar un corte limpio que reduzca la posibilidad de enfermedades, aunque si observamos que el tallo aún está muy tierno podemos hacerlo directamente con las manos. Esta poda la repetiremos cada 7 días para cortar cuanto antes los tallos no deseados que puedan aparecer.
Recordad, si el tallo ya ha florecido no debemos cortarlo. Hay que estar atentos porque lo normal es que la planta tenga solamente uno o dos tallos guía que tendremos que atar a la caña o estructura de soporte que hayamos preparado (ver artículo de la huerta en abril) para que le sirva de guía en su crecimiento vertical.
Tutorar las tomateras por la guía central
La intención es que la tomatera quede bien sujeta para que pueda soportar el peso de los frutos sin problema de caída o rotura. También es aconsejable ir aporcando la base de estas plantas, es decir, añadir tierra al tronco. Con ello conseguiremos que eche nuevas raíces en esa zona y que se sujete mejor al suelo. Dependiendo de la variedad que hayáis plantado de berenjenas o pimientos, igual es necesario entutorarlos también. No es nuestro caso, ya que en el Jardín Botánico hemos optado por variedades rastreras que no requieren de tantos cuidados como las tomateras. Sólo un consejo, para conseguir berenjenas grandes y que maduren rápidamente podéis dejar una sóla flor de cada grupo, pero no es una práctica obligatoria.
A pesar del aumento de las temperaturas, los riegos no deben ser muy frecuentes. Dejaremos que las plantas pasen un poco de sed para forzar su floración y evitar así la floración de tallos no fructíferos. No será hasta finales de la primavera cuando comencemos a elevar la frecuencia de riego y a utilizar la técnica del acolchado.
Otra tarea a tener en cuenta es el control de las malas hierbas o vegetación espontánea no deseada que vaya creciendo en nuestro huerto. Un problema que tendremos también durante todo el verano y por el que optaremos por ir arrancándolas continuamente.
¡No te comas mis tomates!
En esta época habrá que prestar especial atención a las diferentes plagas y enfermedades que puedan atacar a nuestros cultivos. Por eso es aconsejable realizar un tratamiento preventivo con cobre, sobre todo si ha habido lluvias, y siempre utilizando siempre la dosis aconsejada por el fabricante. El cobre fortalecerá los tejidos de las plantas y evitará por ejemplo el ataque de hongos.
Plantas afectadas por alguna virosis
Pero también hay que tenet cuidado con los insectos. Uno de los més problemáticos será el pulgón, ya que no sólo afecta a la floración y desarrollo de la planta, ya que se alimenta de los brotes más tiernos, si no que además es transmisor habitual de diferentes tipos de virosis.
Los síntomas de un ataque de virus son fácilmente detectables, la planta no crece, amarillea y sus hojas están deformadas. Y en este caso no tenemos nada que hacer, lo mejor es arrancar la planta afectada y apartarla lo más rápido posible de las demás. Así que hay que estar preparados y combatir los ataques de pulgón con los diferentes insecticidas ecológicos que podemos encontrar en el mercado o utilizando algunos de fabricación casera como el purín de ortigas o soluciones de agua jabonosa, pero sobre todo atrayendo a sus enemigos naturales, las mariquitas y las avispas.
También tendremos que vigilar la aparición de las temidas arañas rojas y amarillas que el año pasado causó estragos en el cultivo de tomates. Se concentran en el envés de las hojas haciendo que presenten un aspecto marchito y que se caigan prematuramente. Como preventivo utilizaremos el azufre que actúa como repelente o también podemos rociar las hojas con cola de caballo en caso de encontrar algún individuo.
Las orugas no se quedan atrás, en especial la Tuta absoluta, también conocida como la polilla del tomate. Nada más nacer, la larva de este pequeño lepidóptero perfora fruto, tallos y hojas, construyendo galerías que pueden dañar nuestras tomateras seriamente. Además, los frutos pueden ser atacados desde su formación, pudiendo dar lugar a que se pudran posteriormente.
Los efectos del minador de los tomates
El año pasado la tuta no fue tan problemática como en años anteriores, pero es aconsejable colocar trampas con feromonas para controlarla. Dependiendo de las capturas se actuará con tratamiento.
Otros cultivos
Dicen que “quién siembra perejil en mayo, tiene perejil para todo el año”, pero además podremos aprovechar para preparar semilleros o plantar otros cultivos que os detallamos a continuación.
Empezaremos por la judía verde. Tenemos en el mercado una gran variedad de judías, de mata baja y de mata alta. La forma de plantarlas es bien en semillero o bien directamente en el suelo. Si optamos por la segunda forma, haremos un pequeño agujero en el suelo, lo llenaremos de agua y pondremos las semillas dentro.
Con dos o tres por agujero bastará. Después, taparemos con tierra seca y hasta que no veamos asomar el brote por encima de la tierra no volveremos a regar, de lo contrario podría producirse la podredumbre de la simiente. Una planta que también necesitará ser tutorada, para que tengáis en cuenta el espacio.
El calabacín, es otro cultivo estrella del verano que podemos plantar ya. Las plántulas las compraremos o bien las habremos producido nosotros en semilleros. Eso sí, cuidado con el sol ya que empieza apretar, así que habrá que proteger los semilleros y asegurarse de que mantengan siempre una humedad constante adecuada.
Esta cucurbitácea tiene un tallo principal sobre el que se desarrollan tallos secundarios, que llegan a atrofiarse si no se realiza una buena poda para que ramifique sobre uno o dos brazos. La flor grande de color amarillo y acampanada, también podremos utilizarla en la cocina ya que tiene un sabor exquisito.
Por último, también podremos plantar pepino, una planta anual que puede ser rastrera o trepadora y que vendrá muy bien para elaborar deliciosos gazpachos jutno a nuestros tomates. Hay que tener en cuenta que la planta necesita mucha humedad, eso sí, a mayor radiación solar, mayor producción de pepinos. El lugar donde decidamos plantarlos será crucial y además deberá tener un buen drenaje, ya que sus raíces no toleran el encharcamiento.
Venga, manos a la obra que hay mucho por hacer. ¡Os esperamos el mes que viene con nuevos consejos sobre la huerta!